EMILY.
En el camino a casa solo escuché como mi mejor amiga trata de convencerse que solo se cautivó por los "asombrosos ojos", palabras literalmente dichas por ella, del chico nuevo.
Ahora, en mi habitación, Mackenzie suelta un largo suspiro que me hace levantar la cabeza y dejar de pintar mis uñas. Ella cruza sus piernas arriba de mi cama y hace un puchero con su labio inferior.
— ¿Qué pasa?
— ¿Has escuchado algo de lo que te dije? — Abre su boca indignada por la situación. — No puedo creer que estuve hablando por minutos sin que me prestaras atención, es mejor hablarle a una pared. — Lleva sus manos a su pecho en un gesto dramático que solo me hace poner los ojos en blanco.
— Lo siento, es que mira. — Extiendo mis manos para mostrárselas. — Pinté mis uñas hace veinte minutos y no se secan.
— No sé qué marca de esmalte para uñas será pero recuérdame no comprarla.
— ¿Qué decías? — Dejo de prestar atención en mis manos para centrarme en Mackenzie.
— Hablaba sobre los nuevos rumores del instituto. Oí que Michelle tiene novio y, al parecer, él no es de aquí, se comenta que puede ser el chico nuevo ¡¿Y sabes quién es el chico nuevo?!
— Debo de suponer que el Ethan del cual no es haz dejado de hablar.
— ¡Exacto! Sabía que algo malo tenía que tener, te lo dije. Pero salir con Michelle... eso no tiene perdón.
— Y después yo soy la exagerada de las dos. — Murmuro estirando mis piernas por debajo de mi escritorio.
— ¡Emily! ¡Mackenzie! Bajen un momento, por favor. — Anuncia mi madre desde el piso de abajo.
Me levanto de la silla, estiro mis brazos y espero a mi mejor amiga desde el marco de la puerta.
— ¿Para qué crees que nos necesite? — Me encojo de hombros.
— Tal vez mi hermanastro por fin despertó. — Le digo en referencia a que, cuando llegamos, tuvimos que entrar a mi habitación con sumo silencio para no despertar al bello durmiente.
Mackenzie es la primera en salir y baja las escaleras con delicadeza mientras la sigo por detrás mirando los escalones que voy pisando para tratar de no resbalarme como usualmente suele pasar por mi torpeza. Me pecho choca fuertemente con su espalda y me quejo del dolor cuando ella se detiene casi al final de las escaleras de golpe.
— ¡Hey! ¡Ten cuidado!
La tomo de los hombros y la sacudo para que se mueva pero no lo hace, se mantiene fija en su lugar. Sigo su mirada y me tengo que mover hacia un lado para ver mucho mejor. En el medio del living, dos chicos demasiado altos nos miran desde allí. Entrecierro los ojos cuando reconozco al rubio. Él parece que también me reconoce y empuja a su amigo para acercarse a los últimos peldaños.
— ¡Tú! — Decimos los cuatro al mismo tiempo.
— ¿Se conocen? — Preguntan Mackenzie y el otro chico al unísono, ella lo señala a él mientras se gira su torso hacia mí y el chico de cabello negro mira a Leo.
— Pues claro. — Levanto mis manos. — Es mi hermanastro.
— Ella es la que me dejó afuera. — Me acusa frente al resto. — Emilia, ¿Verdad?
— Emily. — Replico apretando los dientes. — Ni siquiera te sabes bien mi nombre. — Bufo.
— ¿Y ella es...? — Mi hermanastro mira a mi amiga y frunce el ceño.
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Emily (en edición)
FantasyEmily Thompson se describe a sí misma como una chica normal. Una chica normal que no puede olvidar su dura y trágica infancia, claro. Ha sufrido demasiado y no está lista para enfrentarse a cosas peores. Sin embargo, la vida a veces puede ser un poc...