Emily (en edición)

Capítulo 48.

MACKENZIE.

Los ojos desorbitados de Ethan me miran con pavor mientras intenta calmarme acercando sus brazos. Manoteo para apartarlo de mí y camino al otro extremo de la habitación, consciente de que el sigue mis pasos pidiendo perdón una y otra vez.

  — Muñeca, lo siento mucho. — Aprieto los puños cuando escucho el antiguo apodo puesto por él y giro mi cuerpo para encararlo de una vez por todas.  

  — Eres un cobarde, Ethan Miller, un cobarde e idiota con todas las letras. — Golpeo su pecho con tanta fuerza que me quedan doliendo los nudillos, sin embargo él ni se inmuta. — Y tienes el descaro de disculparte conmigo cuando realmente debes de hacerlo con Emily, ¡Ella es la más perjudicada de todo esto! Cuándo sepas que él... — Siento como mis ojos vuelven a llenarse de lágrimas. Busco con la mirada a mi amiga y un dolor nace en la boca de mi estómago cuando no logro divisarla. — ¿Em?

Rodeo al chico con rostro temeroso frente a mí e intento encontrar a mi amiga en la habitación de cuatro paredes que, aunque sea un cuarto medianamente grande y me dé la ventaja de hacer una vista periférica, parece estar desaparecida.

  — ¿Dónde está Emily? — Grito llamando la atención de los presentes.

Noah, Violet y Melanie dejan de discutir entre si y me prestan atención, fruncen el ceño y señalan un lugar vacío, en ese preciso instante se dan cuenta de su ausencia. Mel jadea y agarra su cabeza con sus manos, Noah abre los ojos desmesuradamente y Violet mira cada punto del cuarto de manera preocupada.

  — ¿No estaba hablando con ustedes?

  — Por si no te has dado cuenta, estábamos en una conversación acalorada. — Nos señalo a Ethan y a mí con el dedo. — Creí que estaba con ustedes. — Trago saliva con fuerza. — ¿Se ha ido así sin más? — Llevo mi mano a mi boca de manera inconsciente para morder mis uñas. — Sabía que tendría que habérselo dicho ni bien cruzó esa puerta. — La mano de Ethan toma la mía con cuidado y la separa de mi boca para que deje de morderme y, en consecuencia, lastimar mis dedos. — ¡Esto es culpa tuya! — Lo empujo sin poner mucho empeño en ello, me encuentro tan cansada y con ganas de seguir llorando que apenas puedo sostenerme de pie.

Aprieto los labios tratando de no llorar de nuevo y me siento en el sillón abrazando mis piernas como si de un refugio se trataran. Me regaño mentalmente por no haberle prestado la atención suficiente a mi amiga y comentarle que ocurría, estaba tan centrada en mi dolor que no me preocupé por ella. Soy tan culpable en este momento como él y eso es lo que más me duele.

  — La encontraremos. No creo que haya ido muy lejos. Intenten llamar a su celular, debemos decirle todo en este instante. — La voz de Violet me saca de mis pensamientos y me trae a la penosa realidad.

Todos se sumergen en sus propias burbujas: Noah busca su celular para llamar a Emily, Melanie sale de la casa en un intento de seguir los pasos que desconocemos. Violet se sienta frente a mí para pensar un plan lo más pronto posible mientras yo sigo sumida en los pensamientos de culpa que me carcomen.

Quizás si no hubiera salido con él...

  — Lo siento. — Él chico que en su momento me tenía tonta y completamente enamorada, aunque por más que lo niegue y me odie por ello sigue siendo así, toma asiento a mi lado y busca mi mano para apretarla contra la suya.

  — Una disculpa es tarde ahora, el daño ya está hecho. — Comenta la fría voz de la rubia frente a nosotros.

Ethan baja la mochila que colgaba en su espalda, abre el cierre y busca ruidosamente entre sus cosas hasta sacar el libro verde que habíamos perdido y que tanto ansiábamos por encontrar. Avergonzado y con el rostro rojo, se lo entrega a su verdadera dueña la cual, enojada y tan seria como para hacerme sentir escalofríos, se lo arranca de las manos.