Unos días más tarde, Ethan sigue buscando información sobre mi situación, lo que ha causado que Mack sospeche de algo. El sigue hablando con ella con normalidad, pero ambos tenemos mucha más interacción que antes, incluso hablo más con Ethan que con Leo y eso que con este último vivimos en la misma casa.
— Em, tú sabes que, a pesar de que no conozca hace mucho tiempo a Ethan, me gusta demasiado. No estoy sospechando que entre ustedes pasa algo amoroso, pero ambos actúan extraño. ¿Qué ocurre? — me pregunto Mi mejor amiga ayer.
Lo único que pude decirle, a pesar de que ella sea mi mayor confidente es que en algún momento se lo diré. Es mi mejor amiga, y confío plenamente en ella pero sé que creerá que estoy loca, porque es justamente lo que yo pienso de mí y no comprendo como Ethan lo trato como algo normal y no descabellado.
Trate de que seamos un poco disimulados al respecto peor definitivamente somos todo lo contrario, incluso Leo ha comenzado a sospechar de nosotros. Hace un par de minutos me pregunto respecto a la nueva amistad que forjamos Ethan y yo solo pude decir unos monosílabos y atinar a escapar de la situación a encerrarme en mi cuarto, justamente en donde estoy ahora.
Podría haberle dicho cualquier excusa, pero bajo presión no pienso con normalidad.
— ¿Emilia? No sabía que eras una especie de roba novios, ¿sabes? Te veía cara de santa, pero al parecer no lo eres. — la voz de mi hermanastro se escucha a través de mi puerta.
— ¿A qué viene esa acotación? No tienes porqué meterte en mi vida.
— ¿O sea que no lo niegas? Vaya, pensé que yo era el malo aquí.
— No estoy robándome a tu amigo, si eso lo que piensas. — Lo interrumpo antes de que siga con su palabrería barata. — Pero entre él y tú, lo prefiero a él.
— Con él no compartes el mismo techo.
— para mi desgracia, si contigo.
— No me importa lo que hagas o dejes de hacer con mi amigo...
— ¿Entonces para qué viniste aquí? — Lo interrumpo nuevamente, cruzándome de brazos a la altura del pecho.
— Solo quería hablar sobre nuestra nueva convivencia. Estoy aquí porque mi padre me lo pidió, no creas que eres parte de mi familia ahora.
— No tienes idea cuanto agradezco eso. — Entrecierra los ojos. — Prosigue.
— Traté de simpatizar contigo, pero está más que claro que no podemos ser amigos. Así que aléjate de mis asuntos, y yo de los tuyos. ¿Trato?
— Trato. — Asiento. — ¿Eso sería a partir de cuándo? Quiero decir, acabas de venir a mi habitación a preguntar algo que no te interesa, eso es meterte en mis asuntos.
— Muy graciosa, me preocupo por mi amigo y sus sentimientos.
—Claro, porque según tu teoría yo lo estoy confundiendo. Repito mis palabras una vez más, mi vida no es algo que te interese, así que me harías un gran favor al salir de mi habitación.
— Es imposible hablar contigo, Emily. —menciona mi nombre entre dientes.
— Vaya, entonces si sabes mi nombre, pensé que tenías algún problema con aprendértelos. — Fuerza tanto su mandíbula que parece que está a punto de sacársela de lugar. Sus ojos parece que destilaran fuego, así que por un bien mayor, cierro la puerta de una vez por todas.
(...)
Las horas en el colegio se hacen interminables y para la hora del almuerzo me encuentro exhausta. Busco un lugar vacío en una de las mesas y me siento allí. Hoy Mackenzie ha tenido que reiterarse de las clases para preparar para una importante audición, por lo que me encuentro completamente sola. O bueno, hasta hace un momento.
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Emily (en edición)
FantasyEmily Thompson se describe a sí misma como una chica normal. Una chica normal que no puede olvidar su dura y trágica infancia, claro. Ha sufrido demasiado y no está lista para enfrentarse a cosas peores. Sin embargo, la vida a veces puede ser un poc...