CAPÍTULO 36

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Cuando salieron War los observó desde el sofá. Prim aun traía una sonrisa cuando salió de casa y cuando viajaron en el auto, trató de no mencionar nada referente a War.

Llegaron al restaurant, tomaron asiento en una de las mesas más lejanas, pidieron dos spaghetti que comieron con mucho gusto. Cuando estaban por levantarse Plan salió a su encuentro, los recibió con una sonrisa, hablaron por unos minutos y cuando se despidieron Mean le dijo muy bajito, evitando que Prim escuchará lo que quería decir.

- Hablemos esta noche – Khun Prim, está actuando de manera extraña.

Plan asintió, despidiéndose de ellos con un simple adiós.

Pasearon por una gran plaza, comieron helados, trozos de pastel y una que otra golosina. Prim sonreía con alegría y Mean siendo consciente de su buen humor, se atrevió a preguntar, mientras comían un gran churro relleno de manjar aun sentados en unas bancas color rosa.

- ¿Por qué has estado evadiendo a War?

- Porque creo que es necesario – Toda mi vida me he aferrado a él, deseando que me quisiera tanto como yo lo quiero. ¿Alguna vez no sentiste que diste todo y simplemente no valió la pena?

Mean pensó en las tantas veces que pensó de aquella manera y observando el rostro calmado de Prim, pudo sentirse identificado. Los días llenos de sufrimiento, preocupación, las largas horas de trabajos de medio tiempo, las horas de clases en la universidad y las noches frías en las que estudiaba en silencio al lado de su cama, deseando salir adelante y conseguir sus sueños... todo eso le hacia recordar las veces en las que quiso rendirse, en las que se preguntaba si seguía intentándolo valdría la pena.

- Si – También lo sentí. Y debo decirte que aun así seguí intentándolo porque sabia que no podía rendirme, sabiendo que tenia una esperanza.

- ¿Y si no tienes más esperanzas, en cual aferrarte?

- Si no te quedan esperanzas por War – Estas equivocada

- ¿Lo crees? – preguntó con una sonrisa tímida.

Mean se acomodó en su asiento, tomando una de las manos de Prim en las suyas y dándole unas pequeñas palmaditas prosiguió

- War, tiene sentimientos por usted señorita – No quería decirle esto, pero me veo obligado a decírselo. – si usted no puede ver, no significa que no pueda ver las reacciones de War.

- Pero no puedo hacerlo.

- Talvez no con sus ojos, pero puedo decirle que mis ojos presenciaron lo que usted no pudo presenciar – War puede parecer un joven cohibido e indiferente pero cuando se trata de usted – no lo creo – Hoy tenía la mirada perdida, triste e incluso pude presenciar celos en él. La manera en la que me vio antes de salir de su habitación es prueba de ello.

- ¿No estas mintiéndome? Nong Mean

- Claro que no – Así que no se rinda, no evite a War y sigua siendo la misma chica que ama a War como hasta ahora.

Prim apretó la mano de Mean y muy alegre comentó

- Me alegra haberte conocido Doctor – Deseo que sea feliz. Por favor ame a mi hermano tanto como él lo ama a usted. Por favor nunca lo lastime.

- Khun...- dijo Mean muy sorprendido por aquellas palabras.

- Yo lo sabía – sonrió con aquella sonrisa angelical. –

Ambos rieron al mismo compás.

*

*

Volvieron al restaurant, esperaron por Plan mientras Prim le contaba pequeñas historias de su niñez junto a su pequeño hermano. Mean reía a carcajadas con cada historia más buena que la anterior.

Plan los observó desde la puerta del personal ¿Qué podía ser tan gracioso? ¿Desde cuándo su hermana sonreía tanto? ¿Acaso ahora eran mejores amigos?

- ¿Qué es tan gracioso? – preguntó Plan interrumpiéndolos.

Mean sonrió por dentro, sin dejar salir una carcajada y solo meneó la cabeza, para restarle importancia.

- Al parecer, es algo entre ustedes – Lamento interrumpir, pero es hora de irnos a casa.

Prim caminó del brazo de Plan y muy bajito le dijo:

- Solo le conté un poquito de cuando éramos niños.

El cuerpo se le paralizó a Plan en menos de un segundo. ¿Qué le había contado? Quiso preguntarle, sobre lo que le había contado a Mean, pero no pudo hacerlo al tener a Mean junto a ellos.

No ... su hermana no seria capaz de decirle absolutamente nada...

Al llegar a la gran mansión, sus padres cenaban en el gran comedor junto a War que al verlos llegar se paró y casi corrió en dirección a Prim, pero ante la mirada fija de todos los presentes se detuvo al dar el primer paso.

- Buenas noches – Khun Plan.

- Es un gusto, volver a verte War.

Prim saludó a los presentes y con ayuda de su hermano se sentó en la silla que ocupaba comúnmente en la mesa, frente a ella War lo observaba con curiosidad y cuando estaba por levantarse de la mesa e ir por los alimentos de los recién llegados, el señor de la casa lo detuvo y con seriedad le dijo:

- No te levantes, Alice traerá los alimentos –

War no refutó la orden del hombre, solo se sentó en su silla una vez más.

- Querida – dijo el hombre dirigiéndose a su hija. – War, esta de regreso en casa. ¿No es grandiosos?

- Si, lo es. Me alegra – Bienvenido P'War. – dijo Prim con calidez frente a todos los presentes.

War sonrió como talvez no lo había hecho en mucho tiempo, ¿Podía tener aquella expresión?, se preguntó Plan aun observándolo. Había visto a su hermana sonreír, pero jamás a aquel fornido muchacho.

- Sabias sonreír Khun War. – mencionó Plan, sin darse cuenta, hasta que sus padres le reprocharon con señas para que no digiera ni una palabra más.

El joven lo observó, asombrado para luego volver a poner el rostro sin ni una mínima expresión.

Los platillos llegaron a la mesa, Mean levantó los cubiertos de Prim para cortar en pequeños trozos la tortilla de verduras frente a él. Plan no dejó de observar a War por ningún minuto. El joven no había tocado sus alimentos, solo observaba el plato de Prim y las manos de Mean mientras le daba de comer, cuchara tras cuchara.

Al llegar a su habitación Plan se quitó la corbata azul marino, se desabotonó el cuello de la camisa y cambiándose de ropa por una mas cómoda salió de su habitación hasta la habitación contigua. Su hermana ya se encontraba en sumergida dentro de las sábanas y Mean guardaba un frasco de pastillas en su chaqueta.

Mean los dejó solos en la habitación, bajando hasta el comedor y dejando la bandeja.

- P'Prim –

- Plan –

- Mean me dijo que estas evitando a War – ¿es cierto?

- Ya no lo haré más –

- Me alegra saber eso – pero P' dijo Plan con muchas dudas. –¿Qué fue lo que le dijiste a Mean sobre nuestra niñez? ... no se lo dijiste ¿verdad?

La sonrisa de Prim se borró y sus manos apretaron las sábanas sobre sus piernas. Negando con la cabeza y con voz llorosa se limitó a decir.

No seria capaz de hacerlo ... sabes que nunca sería capaz

¿Por qué dudas de mí? .... Te prometí nunca mencionarlo...

*

*

Mean sintió como el corazón le dio un gran apretón, al otro lado de la puerta la conversación continuó, sin saber que él lo estaba escuchando todo. 

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