CAPÍTULO 44

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El primer día en mi propio negocio, fue grato. El local se llenó completamente y se superó las ventas planeadas. Todo parecía ser perfecto. Esperé por Mean, mientras limpiaba el lugar y preparaba los ingredientes para realizar su platillo favorito. ¡Maldito platillo!

** Horas antes**

- Si me perdonas, puedo dejar que me castigues debido a mi mal comportamiento.

Mean me observó con confusión por unos segundos y cambio de expresión para mostrar su enojo. Apretó sus puños, bajo la cabeza y con voz profunda trató de hablar lo más calmadamente posible.

- ¿Puedes tomar el problema con seriedad? – No estoy bromeando y mucho menos pienses que podemos solucionar todo con sexo. Nuestros cuerpos no son la solución.

- No es eso a lo que me refiero, Mean... – Rogó al notar la incomodidad de su pareja. ¿Qué había hecho la noche anterior? ¿era tan grave? – Cariño, si lo que quieres es que hablemos, está bien. Hablemos.

Mean se mostró calmado, pero su voz temblorosa lo delató cuando empezó a dar un pequeño discurso. Escuchar de sus labios, lo que la noche anterior había pasado lo sorprendió por un segundo, pero comprendió los sentimientos de su pareja.

- Mean, sé que mi comportamiento no fue de lo mejor la noche pasada y lo lamento – Tengo un mal hábito cada vez que estoy ebrio.

- No vuelvas a beber demasiado. No hasta el punto de perder el conocimiento. Me preocupa que algo pueda sucederte. Ayer por la noche apenas podías caminar y hoy no pudiste recordar absolutamente nada.

Plan agachó la cabeza, se sentía como un niño pequeño al que regañaban cada vez que en secreto comía alguna golosina.

- Perdón. No lo volveré a hacer – Pero te juro que entre Blue y yo no hay nada más que una relación de amigos y socios.

- Lo comprendo. Pero no parecía eso, ¿Quién es tan cariñoso con un amigo? ¿Quién acaricia a un amigo como lo hiciste?, solo quiero que respetes nuestra relación.

- No lo haré nunca más ... vamos cariño. Perdóname. Sii...- Plan suplicó jugando con los brazos de Mean, balanceándolas y actuando infantil para ser perdonado.

- No pienses que es tan fácil. Aun voy a castigarte.

Plan sonrió con picardía y cuando se aproximó a besar a Mean, este lo detuvo.

- Quien dijo que me refiero a ese castigo. Te conozco cariño. Y esta vez voy a castigarte. ¡No premiarte!

- ¿Qué? ¿A qué te refieres? – preguntó Plan con decepción.

- Quiero un platillo especial para mí. Me gustaría probar mi platillo preferido de las manos de mi amado.

Pad Thai

Pad Thai

Mean llegó al restaurant feliz, mientras repetía el nombre el platillo por enésima vez. Sus emocionados ojos observaron el lugar e inspeccionaron los ingredientes detenidamente.

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