BUSCÁNDOTE

CAPÍTULO 47

A la mañana siguiente Mean revolvía unos huevos en un pequeño cuenco. A pesar de no ser el mejor cocinero deseaba hacer el desayuno para su amado y la pareja que los habían invitado a ese viaje.

Ahí frente a él, sentado en el comedor se encontraba War con la mirada perdida y unas ojeras que podrían cubrir completamente sus ojos. No quiso molestar, pero habló con él, mientras freía los huevos ya revueltos.

- ¿Está todo bien? ¿No tienes un buen aspecto?

War reaccionó ante tales preguntas y con desgano respondió:

- No pasa nada. Pero no tuve una buena noche. Ayer fui a su habitación... – No es nada, olvídalo.

- ¡Estuviste en la puerta de nuestra habitación!

- Si, pero me fui apenas llegue – Lo siento.

- No. Soy yo quien lo siente – dijo Mean sacando el huevo sobre un plato. - ¿Porque estuviste fuera demuestra habitación? ¿Necesitabas algo?

Mean notó como su rostro se teñía de rojo debido a la vergüenza y como jugaba con sus manos con nerviosismo.

- Solo quería pedirle a Khun Plan, ayuda con Prim.

- Ya veo – mencionó Mean asombrado. Se habían olvidado por completo de Prim. – lo siento, debió ser difícil ayudar a Prim con las vestiduras.

- No fue difícil, tan solo.... – War se detuvo al escuchar los pasos de Prim y Plan al llegar al comedor.

Al dejar a Prim sentada en el comedor Plan se acercó a Mean dándole un beso en los labios y abrazándolo por la espalda. Mean por su parte sonrió ante aquel gesto y le devolvió el beso.

Dejaron los platos y cubiertos sobre la mesa, se sentaron a comer. Cuando terminaron de comer, los dos lavaron los platos y Prim junto a su pareja secaban los platos entre jugueteos.

War tocó el piano por pedido de Prim y la pareja de jóvenes.

- No sabía que podía tocar el piano tan bien – le dijo Mean a Plan.

- Claro que lo hace muy bien. Fue quien asistió con Prim a las clases de piano. Fue con la ayuda de P'War que mi hermana cumplió su sueño de participar en aquel concierto.

- Aún recuerdo aquel día – Dijo Mean recordando aquel viaje con una sonrisa en los labios.

Al ver el rostro feliz de Mean y con los ojos brillosos y anhelantes, recordó que sus ojos brillaban de esa manera cuando miraba a su hermana tocar el piano....

- Lo recuerdas... claro que lo recuerdas! – Porque en aquel tiempo estabas enamorado de mi hermana y la mirabas con estos mismos ojos.... brillaban así! –

Menciono Plan con amargura, reproche y con unos gestos llenos de molestia.

Mean sonrió al ser consciente de las palabras de Plan y con ternura lo miró de frente.

- Lo recuerdo muy bien, pero no lo recuerdo por Khun Prim. Lo recuerdo porque un hombre engreído, declaro sus sentimientos por mi e incluso me beso sin mi consentimiento.

- ¿Quién se atrevió a hacer algo como eso?

- Enserio no lo sabes

- Claro que no – dijo Plan con una sonrisa y agachando la cabeza con vergüenza.

*

*

Por la noche Plan buscó a Mean por toda la habitación después de darse un baño, al no encontrarlo se vistió con una bata azul y salió en busca de su pareja. Lo encontró en el jardín sentado en una rama del árbol que no le traía buenos recuerdos.

- Hey! ¿Qué haces ahí?

Mean sonrió, llamándolo con sus manos para que se acercara, hasta el pie del gran árbol.

- Cariño, sube.

Plan se negó. Moviendo la cabeza, para luego hablar con nerviosismo.

- Bájate de ahí, es peligroso.

- Ven vamos, todo estará bien. Sube, cariño – Insistió Mean una vez más.

Plan lo pensó por un largo rato y ante tanta insistencia, subió hasta la rama donde se encontraba su amado. Este lo recibió con una sonrisa y tomados de la mano se sentaron en una de las ramas con sus pies colgados. Al ver frente suyo las pequeñas luces resaltar en el paisaje, sonrió. Eran tantos años ... tantos años los que no había podido apreciar aquella hermosa vista. Recordó su niñez y con un gran dolor en el pecho mencionó:

- La vista es hermosa, ¿Verdad?

- Si – Y deseaba que la pudiéramos ver juntos.

- Mean... –

- Umhh – dijo mirando a las estrellas destellantes en el cielo. ¿Qué pasa?

- Quiero vivir este momento por siempre. Quiero estar contigo por siempre. ¿Puedes amarme para siempre?

Mean asintió.

- Puedo amarte para siempre – No importa lo que pase en el futuro. Te amo y te amaré incluso cuando tú ya no lo hagas.

El vuelco en su corazón de Plan, inundó sus ojos de lágrimas y mariposas que revolotearon por su estómago.

Los labios de Mean, cálidos y suaves me besaron. Pude sentir los latidos de mi corazón aún más acelerados.

Quiero sentir esta sensación para siempre.

Mi mente solo podía pensar en nuestro futuro juntos. Imaginé y soñé despierto.

*

*

Aun de la mano, con la tristeza de sepáranos al llegar a casa. Viajamos en silencio, con mi cabeza recostada sobre los hombros de Mean, que dormía profundamente. La noche anterior sus brazos me acunaron toda la noche después de una horrible pesadilla. Pesadillas que había dejado de tener con el tiempo, pero por una extraña razón, había vuelto a invadir mis sueños la noche anterior.

War manejaba con la mirada sobre la carretera, pero volteaba a ver a mi hermana cada tres minutos, sonreía al verla y sus ojos oscuros y tristes ahora brillaban llenos de dulzura. Ahora sus vidas se habían armado como un rompecabezas, encajando en su lugar.

Despedirse

Decir adiós se sintió tan diferente a las otras veces.

Mean partió, su espalda ancha desapareció ante la miraba perpleja de Plan.

*

*

Mean llegó a su hogar. Sus padres comían en silencio sentados en la mesa del comedor. Alzaron la mirada cuando lo escucharon entrar y su madre se levantó, dejando caer la silla.

- Cariño ... mi niño.

- Mamá –

- ¿Dónde estabas? ¿Por qué me dejaste con este hombre? – No quiero verlo, dile que se vaya.

- Mammmá – dijo con voz entrecortada.

Sus ojos se llenaron de lágrimas y cuando pensó en aclararle a su madre, quien era aquel hombre al que quería fuera de su hogar; su padre se salió del comedor y dando un portazo se encerró dentro de su habitación.

Llevo a su madre al hospital. El medicó anuncio lo que no quería escuchar. Caminó con la tristeza clavándose en su corazón, con un nudo en la garganta y las manos suaves de su madre apretando sus manos.

Iban caminando por el pasillo, con Mean inmerso en sus pensamientos. Chocaron con un médico, haciendo que este soltará los documentos que llevaba con él. Se apresuró a recoger los documentos y al entregárselos, lo reconoció.

- Mean!

- Tonam...