CAPÍTULO 22

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La sensación de sus manos cálidas sobre mi piel, sus suaves besos recorriendo la línea delgada de mi clavícula, hicieron que perdiera la noción del tiempo, del lugar y de mis últimos instintos de inocencia. Sus besos húmedos rozaban cada espacio de mi piel, sus manos luchaban con la blusa enrollada al lado del brazo derecho.

La expresión jadeante de Mean y sus hermosos ojos oscuros llenos de deseo causaban burbujas en mi estómago. Haciéndome desear cada vez más; sus manos jugaban con mi miembro rozándolo lentamente durante unos minutos, para luego cobrar fuerza, acelerando los movimientos, haciéndome flotar y llegando a un éxtasis total.

- No te detengas – dijo Plan entre gemidos, logrando moverse unos centímetros en la cama y soltando las sábanas arrugadas que sostenía con una de sus manos.

Mean lo observaba jadeante, viéndolo retorcerse de placer. El calor infernal y las punzadas en su entrepierna se volvieron cada vez menos soportables...Llevó una de sus manos hasta la cintura de Plan, bajando lentamente mientras observaba como las yemas de sus dedos rozaban su piel causando que se retorciera ante su toque, acariciando una de sus nalgas y dándole pequeños toques al agujero de Plan. El miedo se asomó, llegando a su cerebro, haciéndolo reaccionar y dándose cuenta de lo que estaba a punto de hacer. ¿Qué estaba haciendo?

Se llevó una de las manos al cabello y las paso por ellas, lleno de frustración. Se levantó de la cama ante la atenta mirada llena de asombro de Plan, quien con la mirada le cuestionaba el porqué de su actuar. Mean aun confundido y con el dolor punzante de su miembro por la excitación mencionó unas palabras entre murmullos.

- No quiero hacerte daño, puedo encargarme de esto – Buenas noches.

Plan tomó del brazo de Mean, deteniéndolo justo antes de que diera un paso e intentara huir de la habitación.

- ¿A dónde crees que vas? – No puedes irte así. Y mucho menos dejarme así después de volverme loco – dijo Plan indicando con la mirada su miembro erecto.

No pienso dejar que te encargues de eso – mencionó indicando el pantalón abultado de Mean. Seré yo me encargare de eso

Dirigió las manos hasta el pantalón azul de Mean, ante la atenta mirada de este, desató el cinturón y por más que Mean trato de detenerlo, Plan se arrodillo frente a él, desabrocho el cierre, sacando el miembro erecto de Mean, tomándolo en sus manos y masturbándolo con entusiasmó.

Mean contuvo la respiración durante varios segundos, sintiendo el placer generándose debajo de su vientre, cosquilleándole los testículos. Gimió muy suave, mordiéndose los labios ante tanto placer, sus manos trataron de parar las manos trabajadoras de Plan, sin obtener ningún resultado tan solo ganándose una sonrisa llena de satisfacción de parte del hombre quien lo torturada de placer.

- Basta – ummm. 

– ¿se siente bien verdad?

Mean asintió, gimiendo de placer, llegando a tener un orgasmo.

Se observaron durante unos segundos, la respiración entrecortada de Mean era lo único que se podía escuchar en la habitación, Plan se dirigió hasta la mesa junto a su cama, abrió el cajón y sacó algunos condones y una botella pequeña de lubricante. Mean observó aquellos productos caer al ser lanzados sobre la cama de sábanas blancas, tomó un bocado de aire y dijo:

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