Capítulo 14

270 24 15
                                    

Pol vs cine

Pov Bruno

Bueno Mina, te voy a contar cuando en medio de la pandemia, conseguimos ir al cine, algo que ahora puede ser normal, pero que en esos momentos era algo sorprendente ir al cine.

No por ir, sino por como estaba.

Un viernes del mes de octubre Pol me vino a recoger, la verdad es que no sabía muy bien porque, ya que no habíamos quedado ni nada, aunque sí que es verdad, que me alegre de verlo ahí.

Nos subimos a la moto y me llevo a nuestro destino, que no eran otros que los Cines Comedia, situados en uno de los rincones más mágicos de Barcelona, el Paseo de Gracia y justo haciendo esquina con Gran Vía, otra de las calles mas mágicas de la ciudad.

Bajamos de la moto y me quede mirando la gran estructura del edificio, no es que no hubiera venido antes, pero con todo esto, hacia más de un año o así, que no iba al cine.

No sé cuánto tiempo me quede embobado mirando esa magnífica fachada histórica, hasta que Pol con ese humor suyo me saco de mis pensamientos: "Bruno, la peli esta dentro del edificio no fuera, pero vamos que si quieres te dejo aquí ".

Al final y arrastras consiguió que entrara en el edificio, como se nota que a él la historia, sino es sobre filósofos, ni le va ni le viene, porque si no se hubiera quedado también mirando esa magnífica fachada.

Lo peor fue enterarnos, que debido a las restricciones, no podíamos consumir comidas ni bebidas y eso suponía, no comprar un bol gigante de palomitas para los dos.

Pero lo peor y a la vez más divertido, fue oír como Pol maldecía aquello y yo no sabía si calmarlo o reírme, por el cabero que llevaba por no poder comer palomitas en el cine, ni que fuera un crio de ocho años, aunque a veces lo parecía.

La peli estuvo bastante bien, aunque eso sí, fue más dura de lo que esperaba, ya que alguna vez había visto proyectos de Mario Casas, pero no eran tan duros como este.

Tras el cine, decidimos da un paseo ya que estábamos en el centro y debido a las restricciones y al fresco que hacía, no hubiera mucha gente en la calle, un milagro, ya que estas calles siempre están abarrotadas debido lo famosas y céntricas que son.

Pol seguía poniendo a parir al cine y su "brillante idea" de quitar algo tan esencial, como son las palomitas, ni que no se pudiera comer palomitas en otro sitio, si es que hasta me recordaba a mi abuela o incluso a mi padre, al poner a parir la cultura, bueno mejor dicho en lo que se había convertido.

Tras dar un paseo y ver que Pol ya se había relajado un poco, lo invite a casa a cenar.

La yaya estaba e casa de Gina, últimamente pasaba mucho tiempo ahí, supongo que para disfrutar de ti y para no sentirse tan sola, ya que aunque vivíamos juntos, cada uno tenía su vida y la verdad es que, que yo estuviera con Pol no ayudaba, ya que pasaba menos tiempo en casa.

La cena paso tranquila entre risas y comentando un poco la peli, que habíamos ido a ver.

Luego decidimos ver otra peli, bueno o al menos intentarlo, porque estando os dos juntos y sin mi abuela en casa, los dos sabíamos cómo iba a terminar aquello.

Y si, esta vez Pol puedo disfrutar de sus palomitas, ya que por suerte teníamos maíz en casa, aunque ya te digo que mucho no comió.

Pol estaba recostado en el sofá y yo sentado encima suyo, con el bol de palomitas sobre mi tripa y con las piernas encogidas para evitas que se cayeran.

Todo iba bien, hasta que a Pol le pudo el calentón y se empezó a poner cachondo, ni siquiera hizo falta decir nada, su pene levantado lo decía todo y que metiera una de sus menos por debajo de mi camiseta y me acariciara la espalda, no es que ayudara demasiado.

CoronavirusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora