Coronavirus

Capítulo 33

Libros con rosas
y tapas con espinas

Pov Bruno

Bueno Mina, ahora que Pol esta con su grupito de amigos de la universidad, que con esto no quiero decir que no sean amigos míos, pero claro esta que tiene más amistad con ellos, además para hablar de filosofía paso, que ya bastante me como la cabeza Pol con ella, cuando le sale su vena filosófica, en eso me recuera a papá, mejor dejarles divagar solos y no meterse en su mundo, que si no te acaban comiendo el tarro y puedes acabar peor que ellos.

Bueno volvemos a pasado, te voy a contar nuestro primer día del libro, de Sant Jordi o San Jorge, como quieras llamarlo, como pareja y a quien nos encontramos eso día, bueno igual eso te lo cuenta Pol.

El caso es que ninguno es mucho de celebrar esto o eso pensaba yo, porque garata fue mi sorpresa, cuando llegue al Paseo de Gracia, lugar donde habíamos quedado y lo vi con una rosa en la mano, simplemente verlo ahí paro, esperándome, con una rosa en la mano, su chupa de cuero negro, cosa imprescindible para él y unos vaqueros ajustados, hacia qeue se me dibujara una sonrisa de boba en la cara.

Pero es que, como no poner esa cara al verlo, menos mal que él no me vio esa cara o eso creo.

La verdad, es que parecía bastante surrealista, como cogido de algún que otro libro romántico o de alguna película ñoña.

¿Quién me iba a decir a mi hace unos años, que el malote del instituto me iba esperar así'

Si es que creo que, ver para creer, porque sinceramente me dicen que esto le pasa a otra persona y no me lo crecería, pero es que me estaba pasando a mí, Bruno Bergeron.

Intente disimular la sonrisa de tonto que llevaba me acerque a él, con el paso mas firme que me permitían mis piernas y es que después de estar cinco minutos, según mi reloj del móvil, minutos que me parecieron segundos, contemplándole desde la distancia.

Como que después de esa escena, mis piernas ya fallaban y todo.

Nos saludamos con un corto beso, discreto para que nadie se percatara, ya que en ese momento, entre que ni te podías quitar la mascarilla para nada y que Pol no era de expr3sar sus sentimientos en público, pues digamos que nada estaba a nuestro favor.

Nunca olvidarte ese momento, en el que me dio la rosa, si yo era un la ahora mismo, por haberlo visto en ese momento esperándome, él era un manojo de nervios, recuerdo que antes de dármela miro no sé cuantas veces a lis lados, percatándose de que nadie le viera y luego sin decir nada me la dio.

La edad, es que muy romántico no fue, pero tampoco esperaba una declaración de amor en público, era Pol Rubio y eso no iba con él, ni antes ni ahora, bastante había hecho ya con regalarme esa rosa, que como he escrito antes, ni yo mismo me esperaba.

Pero eso es algo que me gusta de Pol, que por mucho que crea conocerle, siempre me acaba sorprendiendo de un modo u otro.

Después de ese momento, empezamos a caminar por el paseo, hasta que llego un punto que los dos nos separamos, ya que aunque íbamos juntos, a cada uno nos gusta un tipo de libro distinto y si, otra cosa que me gusta de nuestra relación, es sentir que no tenemos que hacer todo juntos, que podemos ir por libre.

Recuerdo que yo me pare en un están, de novelas de temas históricos y aunque he ejercido de historiados a pesar de haber hecho la carrera, me siguen fascinando este tipo de novelas.

Y si, me acabe comprando un libro de Ken Follet 'Las tinieblas y el alba', según la señora que me vendió el libro, era el libro mas pedido sobre historia, en lo que llevábamos de año y la verdad es que me gusto bastante, de hecho aun lo tengo, si lees esto pídemelo, que a o ser qe seme haya extraviado, creo que aun lo tendré.