Capítulo 39

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El Fin

Pov Bruno

Bueno Mina, con toda nuestra pena y a la vez alegría, te vamos a empezar a escribir el último capítulo de esta historia, seguramente note contemos todo, hay cosas que preferimos dejarlas para nosotros y no plasmarlas, ero que a la vez siempre estaremos dispuesto a contarte.

El caso es que estábamos a finales del mes de junio, mas concretamente a 26 de junio, la fecha en la que oficialmente por así decirlo, el país empezaba a entrar en la nueva normalidad, ya que el uso obligatorio de mascarilla había dejado de existir en exteriores, siempre y cuando se pudieran cumplir las medidas de seguridad y la distancia.

Por cierto, justo para estas fechas hacíamos un año de relación de forma oficial, así que para nosotros era celebración doble, celebración que habíamos decidido disfrutar en nuestro rincón, la playa.

Así que ahí estábamos los dos, sentados en nuestras toallas, mirando al mar, en medio un bol de cerezas, los dos en silencio, sin decir nada y a la vez diciéndonoslo todos.

Fue entonces cuando Pol, rompió el silencio y mirándome dijo. "¿Te acuerdas de la propuesta que te hice después de la 'fiesta' en casa de Rai?", yo simplemente le mire y anti.

La verdad es que era casi posible olvidarse de ese día y por supuesto de esa propuesta, después de una fiesta y con vomitona incluida, solo de pensarlo me entraba la risa, así que die: "Si una propuesta muy divertida, menuda brama, te sembraste y todo a pesar de las copas que llevabas encima".

Por la cara que puso, por un momento pensé que la había cagado, luego dejo de mirarme y empezó a rebuscar en los bolsillos de su chupa de cuero a saber el que, mientras yo volví a mirar al mar,

No se cuanto estuve así, solo sé que una cajita color cereza a la altura de mis ojos, me saco de mis pensamientos, no entendía nada, así que mire a Pol l cual me miraba sonriendo, por lo que decidí coger la cajita con mis manos y abrirla.

Madre mía Mina, cuando abrí la caja y descubrí lo que había, era u juego de llaves con un llavero con el dibujo de una doble cereza, no sabía que decir, aun no daba creído a lo que había visto, así que busque a Pol con la mirada y así estaba él, sosteniendo con su mano, unas llaves y un llavero idéntico.

Yo no podía dejar de salir de mi asombro, intentaba hablar ero las palabras eran incapaces de salir de mi boca, así que de nuevo fue él quien hablo primero y mirándome dijo: "Parece que esta vez no fue una broma", sonrió y yo asentí aun sin articular palabra.

Al rato, tras asimilar poco a poco todo, deje de mirar el nuevo y lo volví a mirar "Pol..." fu lo único que pude decir, antes de que él cogiera una cereza y me la metiera en la boca, sin dejar de mirarme a los ojos, con un brillo especial y añadió: "No tienes porque contestar ahora, yo solo te lo propongo, solo es una propuesta que quiero que tengas en cuenta , pero que entiendo que tienes que pen..." esta vez fui yo quien le calle metiéndole una cereza a la boca y mirándole fijamente, dije: "No me tengo que pensar nada, llevo años esperando este momento en el que me prepusieras vivir juntos" y sin decir nada mas, escupimos a la vez el hueso de la cereza y me tire a su brazos, para acaba cayendo encima suyo y empezar a besarnos sin control.

Solo nos separábamos para coger aire y en un momento dado, nos miramos a los ojos y a la ve dijimos: "Feliz aniversario" y volvimos a juntar nuestros labios.

No podía haber pedido mejor regalo de aniversario, simplemente con unas llaves, había hecho que mi sueño empezara hacerse realidad.

Pov Pol

Bueno Mina, yo te voy a contar el comienzo de nuestra vida como parejas.

Los meses siguientes fueron un ir y venir de gente a nuestra nueva casa, albañiles, decoradores y òr supuesto nuestra familia y amigos, que sinceramente no sabía quiénes eran peor.

Y si, seguíamos en medio de una pandemia, donde los casos iban subiendo y bajando, depende el momento como una montaña rusa de un parque de atracciones.

Las fiestas y la multitud aun estaban prohibidas, pero a poco a poco, todo empezaba a volver a su sitio, aunque sí que es verdad que por el camino dejamos a miles de personas, no solo muertos, si no también familias sin trabajo, bares y tiendas cerradas y muchas cosas mas que si empiezo no termino.

Tu hermano y yo íbamos de un lado a otro comprando cosas, hasta que nos pararon por la calle, un grupo de chicas, que por cierto estaba para habérmela tirado en otros tiempos y nos hablaron de los problemas que tenían.

La verdad es que no solía pararme con este tipo de gente, no sé por qué, pero siempre que me paraban o algo, me inventaba algo, supongo que por no entretenerme demasiado y que no m dieran la chapa.

Pero esa vez no, hubo algo que a tu hermano y a mí nos hizo pararnos, al parecer esas chicas trabajaban para una protectora de animales y estaban pidiendo dinero o para ayudar con loa gastos y si fuera posible que la gente adoptara o apadrinara alumno de sus animales.

Al principio no le di mucho importancia, pero cuando nos dijeron que al principio de la pandemia, que la mayoría de sus animales habían conseguido un hogar y tras el fin del confinamiento y los cierres perimetrales, la mayoría habían vuelto al refugio o incluso que atención a mas animales que antes, algo se me removío por dentro y creo que a Bruno también, ya que solo hizo falta una mirada, para mirar el catalogo de perros en adopción, y si, se que había más animales, como gatos, cobayas y pájaros, pero es que desde pequeño siempre había querido un perro y Bruno lo sabía, así que no hizo falta decir mucho mas.

Tras varias entrevistas e ir al refugio, decidimos adoptar a un perro, no era un cachorro ni tampoco un anciano, era de esos perros que a simple vista no te llaman la atención, ni era de raza ni nada, por no hablar de que tenía una pequeña desviación en el ojo, lo que hacía que a veces se le fuera, tampoco tenía una gran cola, por lo que nos contaron su dueño anterior se la corto.

Vamos una salvajada en toda regla, aun no entiendo cómo puede haber gente así en el mundo, ya me gustaría que a ese le cortaran la polla a ver si le hacía gracia.

El caso, es que llego el día, en que nos lo llevamos a casa y madre mía ese día.

Ese día decidí por mis santos cojones no tener hijos, aunque fueran adoptados, porque aunque no fuera un cachorro, energía no le faltaba, era Metrli en estado puro, si has leído bien le pusimos Merli al perro.

Fue un día, cuando estábamos en el sofá, los tres sentados, cuando Bruno dijo: "Bueno creo que ya tenemos todo lo que necesitábamos, parecemos un matrimonio sin serlo", fue entonces cuando le dije: "Bueno, si eso es lo que te preocupa tiene fácil solución", nos miramos y nos fundimos en un beso, ante la atenta mirada de Merli.

Lo demás, bueno ya es historia, si eso, como te ha dicho tu hermano, nos preguntas sobre ello y estaremos encantados de contártelo.

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Bueno, aquí tenéis un capitulo, que como explica Bruno es el último.

Se que el Coronavirus sigue en nuestro país, al igual que en casi todos los países, pero como no sé cuanto va durar y no quiero estar siempre pendiente de lo que dicen las noticias y ya hemos empezado a volver a 'la nueva normalidad', he decido déjarlo aquí y así centrarme en otras cosas.

Que por cierto, ya estoy trabajando en una nueva historia, ahí lo dejo.

Por supuesto, agradecer a todos nis lectores, que habéis apoyado la novela, espero que el final haya sido de vuestro agrado, como veis la pedida de Bruno y Pol, lo he decidió dejar a nuestra imaginación, así como la boda y el nacimiento del hijo/a de Marc y Tania.

Aclarar, que lo he dejado a la imaginación a propósito, no porque no tuviera ideas, sino porque creo que es algo tan íntimo, que prefiero no influir de ninguna en estos temas, sólo por redactar lo que me gustaría a mi, así que lo dejo a la imaginación, eso no descarto explicarlo en próximos proyecto.

De nuevo gracias por todo, espero que hayáis disfrutado de esta história.

Nos leemos pronto.

Un saludo.

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