Capítulo 26

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AVISO: Antes de empezar a leer, deciros que va haber dos personas que hablen en Italiano y que Bruno con ellos hablara italiano, aunque lo escriba en español para que lo entendáis todos

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Una pareja de cuatro

Pov Bruno

Madre mía Mina, hoy te voy a contar, bueno te vamos a contar nuestro fin de semana de locos que hemos tenido en casa y porque Pol creo que estuvo a punto de pedirme el divorcio.

Y si, este es un salto al presente en la novela, bueno al fin de semana pasado.

El caso es que yo estaba tranquilamente viendo la tele en casa, ya que era por la tarde y Pol resulta que ese día tenía un asunto del instituto y no vendría hasta la tarde noche, lo que quería decir que tenia la casa para mí solo o eso pensaba yo.

Como te he dicho ya, estaba en el sofá tumbado bebiendo una cerveza mientras veía el 'Ahora Caigo', no es que sea mucho de ver la tele, pero no se porque ese programa me entretiene y tampoco es que tuviera nada mejor que hacer.

Cuando sin previo aviso, llamaron al interfono, al principio pensé que se habían confundido, ya que solo habían llamado una vez y no esperaba a nadie, también pensé que podría ser Pol que se había vuelto a dejar las llaves de casa, algo muy típico en él por cierto, pero al mirarla hora en mi móvil descarte la idea, ya que según me había recordado esa misma mañana, la reunión o la cosa esa, le duraría hasta casi la hora de cenar, así que opte por dejarlo pasar y seguir a lo mío.

Cuál fue mi sorpresa que al poco volvieron a llamar, mas insistentemente, por lo que opte a levantarme y ver quien podría ser.

Menuda sorpresa me lleve, cuando la voz de mi madre se escucho al otro lado del interfono y es que aunque suelo hablar con mi madre todas las semanas, no me había dicho nada de que venía.

Ella, tan impredecible cuando quiere, para que luego diga de papá.

Pero eso no fue lo mejor, lo mejor fue, cundo la vi salir del ascensor con una maleta que parecía que se iba a quedar un mes en casa y un acompáñate que jamás me hubiera esperado.

Mi madre me dio dos besos y un abrazo, para luego mirarme de arriba a baja con una expresión de cara que no sé muy bien cómo definirla, supongo que la pobre no estaba acostumbrada a verme con ropa bohemia, que es la que llevo para estar cómodo en casa.

Yo estaba quieto, inerte, dejándome hacer por mi madre, mientras tenia la mirada clavada en él, hasta qué mi madre me saco de mis pensamientos diciéndome: "Por fin que nos abres, ya pensaba que iba quedar congelada ahí en el portal".

Si es que creo que mi m adre mucho quejarse de papa, pero luego puede llegar a ser peor que él si se lo propone.

Mi madre entro en casa y llego el momento de reencontrarnos, los dos nos miramos y nos dimos un pequeño abrazo, para después dejarle entrar en casa.

Menos mal que Pol no estaba, porque sino ya te digo que Nicola nunca hubiera pisado la casa.

Y si, en efecto mi madre había venido con mi ex novio Nicola o como le llama mi marido: el italianucho, puede que te suene de que alguna vez lo he mencionado, fue mi novio en la época que estuve en Roma, ya que Pol pasaba de mí por aquel entonces como ya sabes.

Y yo pues, tenía ganas de vivir una aventura intensa y porque no decirlo, intentar olvidarme de Pol, cosa que pensé que había conseguido hasta que después de las vacaciones, lo vi en aquel almacén donde empezó a trabajar.

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