Capítulo 32

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Una velada inolvidable

Pov Bruno

Bueno Mina, este capítulo es bastante especial para nosotros, así que nos hemos sentado los dos a escribir, primero escribiré yo y luego Pol añadirá su parte.

El caso es que ya llevábamos varios días en San Sebastián y bueno, Pol y yo nos aguantábamos que no es poco, tampoco habíamos hablado de lo que paso en la gasolinera, ni ganas tenia, la verdad.

"Ay Bruno no empieces, que no fue para tanto" me está reprochando ahora mismo Pol.

La verdad, es que puede que un poco de razón tenga, pero ya sabes he tenido que luchar contra viento y marea para estar con él, para que de la noche a la mañana te lo intenten conquistar, supongo que es lo que tiene estar con bisexual, que le gustan los dos sexos y te tienes que joder, no todo iba a ser de color de rosas.

Acabo de mirar a Pol y me ha puesto los ojos en blanco, al ver lo que he escrito.

Pero bueno, voy a empezar a contarte, como te he dicho ya llaveábamos varios días ahí increíbles, haciendo excursiones y cuando el tiempo lo permitía, nos íbamos un poco a la playa y madre mía, que fría estaba el agua, tengo que decir que yo ,me metí una vez en toda las vacaciones.

En cambio Marc y Pol, si que se bañaron todos los días que fuimos, mientras que Tania y yo, nos quedábamos sentados en la toalla hablando de nuestras cosas.

Recuerdo que esa mañana, bajamos a la playa y nos colocamos más o menos donde todos los días, pero cuál fue mi sorpresa, cuando escuche dos voces femeninas, gire la cabeza y vi a las dos chicas de la gasolinera colocándose al lado nuestro, como si la playa de 'La Concha' fuera pequeña, sabes.

Mire a Pol que parecía que ni se había percatado de aquello y para rematar, se estaba quitando la ropa, para quedarse con el bañador, eso hizo que no pudiera evitar mirar de nuevo a las chicas y si, una de ellas, le estaba mirando el culo sutilmente.

En ese momento sentí como la sangre por dentro me hervía, porque no había que ser muy listo, para saber que aquella chicha quería algo con mi marido.

"Bruno por dios deja de exageres las cosas, además te recuerdo que tengo esto puesto", me acaba de decir enseñándome el dedo donde tiene la alianza.

Pero ya te digo yo que a esa perra, porque otro nombre no tiene, poco o nada le importaba si estaba casado o no, por no hablar que a hasta ese momento tenía casi seguro que si se daba cuenta de que estaba casado, pensaría que estaría con Tania.

Recuerdo que Pol me tuvo que tirar su camiseta a la cara, porque yo, bueno estaba pensando en mis cosas.

Pol al verme, miro a la chica y le sonrio, lo que me faltaba que le enseñara esa sonrisa perfecta que tiene.

Luego me miro y de golpe y plumazo, sin yo espéramelo me planto un beso en los morros, ante la atenta mirada de la chica creo, ya que cuando terminamos el beso, le mire de reojo y vi que tenía una cara de cómo si hubiera visto un muerto, luego mire a Pol y vi que estaba corriendo hacia el agua y si, pudo decirlo, menudo culo tiene mi marido, dios.

Sin duda, entre ese beso y ese culo tan prieto, se esfumaron todas mis males, así que me senté al lado de Tania, mientras seguía teniendo entre mis manos a camiseta de Pol, que por cierto olía a él y eso me encanta.

Ese día o más bien ese rato, me encargue de sacarle una sonrisa a Tania, ya que estaba algo mal, porque Marc estaba muy raro y pasaba de ella, y eso sumándose a las dudas y contradicciones de una mujer embarazada, con las hormonas a mil por hora, digamos que era una a bomba a punto de estallar y no solo lo digo por la tripa, que ya empezaba a tener esa forma.

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