capítulo 17: la fiesta de heffley (parte dos)

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Mi vista volvió hacia Rodrick, su cara estaba entre nervioso, asustado y burlón.- ¿Qué esperas Amelia? Muévete. -Hills me tomó del brazo con brusquedad y me empujó hacia donde Rodrick.- No me toques, gracias.

Hizo una mueca ante mis palabras. Rodrick me miraba intentando descifrar lo que pensaba, sin embargo solo seguí caminando al clóset. Intentaba dar pasos lentos, para así tener más tiempo de pensar sobre lo incómodo que sería. Una chica nos empujó hacia dentro y sin más, nos encerró.

-Mierda... Qué conveniente. -Dije sarcásticamente.- Tal vez el destino nos quiere juntos -Rodeé los ojos.- O tal vez el destino quiere que me de cuenta que tan idiota eres.

Me apoyé en la pared que no estaba llena de objetos. -¿Qué se supone que haremos en diez minutos? -Pregunté. Podía escucharse de fondo una canción electrónica, lo cual me aturdía.- No sé, dime tú. -Podía escuchar su respiración cerca a la mía. Y además las risas de los de afuera, seguro morboseando sobre que estaremos haciendo.

-La música es terrible -Me quejé, Rodrick seguía completamente tenso.- No es mi culpa, ellos escogieron la música. -El silencio se apoderó de aquél pequeño lugar.

-¿Sabes qué? Bésame -Rodrick abrió su boca por el asombro. Me miró confuso sobre si lo decía en serio. Realmente quería despejar mi cerebro sobre Victoria, y pues para mi era una buena idea.- Si, digo, estamos borrachos, encerrados en un clóset...

El se quedó quieto, dudaba si realmente lo decía en serio. Sabía que no lo iba a hacer así que me acerqué lentamente a él, Su respiración se entrecortaba, lo cual hizo que algo en mi se encendiera. No lo pensé más, y uní nuestros labios. Rodrick tardó unos segundos en responder, pero lo hizo.

Posé la palma de mi mano en su cara, esta era suave, haciéndome mover las yemas de mis dedos en su rostro. Sus manos estaban en mi cintura, su tacto era suave y genuino. Comenzamos a ir al compás, lento y tierno, pero mientras más pasaban los segundos, mis ganas de más crecían, causando que nuestro beso se ponía más salvaje. Nos separamos unos segundos por culpa de la falta de oxígeno.

-Pensé que no hablabas en serio -Dijo con un tono burlón, ignoré su comentario y volví a lo que hacíamos.

Maldita sea, besarlo me hacía sentir bien.

Me apegó más hacia la pared, y rápidamente rodeé su torso con mis piernas, sus manos habían bajado a mi trasero.

Un pequeño gemido escapó de mi boca. Rodrick me besó con más intensidad, juro que me iba a volver loca. Sentía como todo giraba, sus labios sabían a gaseosa mezclada con alcohol. Separó nuestros labios, inmediatamente reproché. Me bajé de encima de este, y corrió hacia una esquina del closet.

Se escuchó sus arcadas. ¿Estaba vomitando? Comencé reír sin control.- ¿Estás bien? -pregunté entre risas. Rodrick apoyó su mano en la pared intentando mantener el equilibrio, hasta que cuando por fin terminó de vomitar se giró y dijo:- Definitivamente maté el momento ¿Verdad? -Asentí, y comencé a reírme contagiando a éste.

-Debo admitir que besas mejor de lo que pensé -Dije, Rodrick se sentó en una silla que estaba allí llena de sábanas antiguas.- Ya lo sé, soy el mejor besando. -Hice una cara seria y golpeé su hombro con mi puño.- ¡Auch!

Se acercó salvajemente a mi, lo cual me hizo estremecerme, mi mirada bajó hacia sus labios.

-No pienso besarte, debes tener gusto a vomito.

Hice una cara de disgusto, intenté salir entre el y la pared, pero apoyó su mano en la pared, dejándome sin escapatoria. Sus ojos marrones estaban dilatados por tanto alcohol que tenía en su cuerpo.

Acercó sus labios sobre los míos, ¿Estaba tentándome? Estaba claro que esas eran sus intenciones, y estaba resultándole, quería estampar mis labios contra los suyos alocadamente, pero era lógico que no lo iba a hacer ¡Acababa de vomitar!

-Basta -le pedí, pero este hizo caso omiso. Rozaba labio inferior con el mío, me estaba matándome. Era su forma de vengarse. -¡Agh! No me importa, bésame -Tomé su rostro con mis manos y lo forcé a acercase, pero la puerta se abrió lo cual este apartó el rostro.

-¡Sus diez minutos acabaron! -Nunca había odiado a Heather tanto como lo hice en esos momentos. Hice una mueca al igual que Rodrick.

Ambos salimos algo avergonzados, ni siquiera nos vimos a la cara. Los gritos de los adolescentes preguntando que habíamos hecho no se hicieron esperar. Sofia y su novio Sam, nos miraban con la boca abierta. No pensaba acercarme a ellos, sabía que iban a decir algo sobre eso, y no tenía ganas, me daba demasiada vergüenza.

Me aterra pensar en haber dañado mi amistad con Rodrick, pero a la vez se sintió tan bien, que me sentía mal yo misma al decir que me arrepentía. Porque una parte de mi, le había gustado, estaba necesitando más de eso. Pero la otra se sentía mal, porque tal vez las cosas con Rodrick no sean iguales, y era de los pocos amigos que me quedaban, si es que no era el único.

fuck it; rodrick heffleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora