fuck it; rodrick heffley

capítulo 26: aún no

    Amelia se encontraba bailando, mientras algunos fumaban hierba. No podía parar de reír, pues el alcohol le había hecho efecto. Aaron miró su reloj que marcaba las "3:48 A.M". Suspiró nervioso y se acercó a Amelia con la intención de llevarla a casa.

    —Am, ven. Creo que es hora de que vayas a casa —La tomó por los hombros intentando llevarla al sofá— ¿Casa? Apenas está empezando la fiesta —Se tambaleó cayendo de boca al sofá. La pelinegra empezó a burlarse por aquello.

    Los demás se reían por el comentario de Amelia. Aaron la cargó de nuevo manteniéndola con sus manos.— Ya es hora, es muy tarde y debes ir a casa. —Amelia se soltó de su agarre— Que aguafiestas... mejor ven y sigamos la fiesta —hizo énfasis a la última palabra con un pequeño baile.

    Aaron caminó hacia el comedor para agarrar su billetera y llaves, y de paso las pertenencias de Amelia. Cuando volvió, no vio la encontró. Suspiró profundo, y le preguntó a Gabriel, y este le señaló a
hacia fuera, donde estaban algunos.

   Se dirigió hacia el patio, Rodó la puerta corrediza de vidrio y caminó hacia las mesas de afuera. La casa era un poco modesta, los padres de Diane tienen mucho dinero, su padre era un empresario muy reconocido y su madre una exitosa diseñadora de moda, una vida de ensueño.

    Observó a Amelia quien se encontraba sentada encima de una de las mesas junto a Robert quien hablaba con Juliet. La pelinegra hablaba por teléfono, lo cual llenó a Aaron de curiosidad.

    —Oh, mira quien está aquí. Mi Aaron amigo. —Amelia rió recordando aquello. Este la miró confundida.— Am, creo que ya es hora de que vayas a casa, estás demasiado ebria -Amelia negó con su cabeza.

    —Claro que no ¿Verdad Rod? —Esperó una respuesta acompañándolo con una risita—. No te alteres, estoy bien. Estaría mejor si estuvieses aquí ¿Pero qué más da?

    Aaron la tomó del brazo, ella intentó soltarse, pero ni fuerza tenía. La empujó a él, y la cargó como a una recién casada.— Dije que no puedo, me escapé y me escucharán.

   Aaron caminó hacia la salida de aquella inmensa casa, sin antes, tomar las converses negras de Amelia. La dejó en la parte trasera del auto, y se sentó de piloto. Encendió el carro, y estuvo dispuesto a llevarla a su casa y pensó.— Mierda, es cierto que no puedes ir a casa —Aaron maldijo por dentro, dándole un pequeño golpe de frustración.

    Se acostó de nuevo hasta quedar profundamente dormida. Cuando por fin Aaron llegó a la casa de Rodrick, sin entender mucho. Intentó despertarla, pero esta hacía caso omiso.— Mierda Am. ¿Qué debo hacer? —Lo pensó un poco, pero luego tomó la decisión de tomar su celular tirado en algún lado del auto, y marcar a Rodrick. Y así hizo, buscó en sus contactos y marcó a "Heffley<3"

    Después de varios repiques, se escuchó la voz de Rodrick.

    —¿Hola?

    —Hey, Amelia me pidió que la trajese acá, está terriblemente borracha y ahora no puede irse a su casa. La dejaría quedarse en la mía, pero ahora mismo se están quedando bastantes familiares.

    —Mierda... ¿Ella está bien? —Preguntó preocupado, su voz estaba más ronca de lo normal, pues estaba recién levantado.— S...Sí, claro. —La miró, ella dormía en posición fetal. Le parecía tan tierna esa escena, que sentía ganas de mirarla por horas.

    —Bien, espera unos minutos, bajaré en un momento. Por favor no hagas ruido o me matarán. —Sin más, colgó. Aaron encendió las luces del auto, y bajó para intentar despertarla, pero era en vano.

    —Am, levántate. —esta se quejó pidiendo que la dejasen dormir, Aaron la jaló por su brazo, y la cargó esperando por Rodrick.

    Luego de unos minutos, Rodrick bajó con una camisa negra ancha y un pantalón de pijama de rayas blancas y azules. Su cara estaba un tanto hinchada, y tenía unas terribles ojeras. Se acercó a Aaron, tomando de Amelia.— Gracias por cuidarla —Le dijo Rodrick al otro. Aaron respondió con una sonrisa.

    ¿Está pasando algo entre estos dos? se preguntó.

    Le entregó los zapatos de Amelia, y este como pudo los tomó.- Dile que cuando esté mejor, me llame -Rodrick asintió con el ceño fruncido.

    —¿Rod? —Amelia abrió un poco los ojos, este comenzó a caminar hacia la parte trasera de la casa.— Te extrañé muchísimo —Hizo puchero mientras lo abrazaba con más fuerza.

    Rodrick abrió la puerta trasera con mucha cautela, dejando los zapatos de Amelia afuera, para que pudiese ser más fácil todo. La cargó como si fuese un bebé recién nacido, y subió las escaleras lo más sigiloso que pudo. A veces se quejaba del dolor en sus brazos, pues no estaba acostumbrado.

    Cuando estuvo a punto de llegar a las escaleras de su cuarto, sin culpa, con el pie de Amelia golpeó la puerta del cuarto de Greg, Maldijo por dentro. La puerta de Greg se abrió, este estaba con los ojos entrecerrados.

   —Shh... —Le pidió, Greg frunció el ceño, pero igual asintió y volvió a cerrar la puerta.