fuck it; rodrick heffley

capítulo 34: besos de reconciliación

    —Rodrick —tomó una bolsa llena de vasos plásticos color rojo.— Necesitamos hablar, por favor. —Sus facciones denotaban seriedad por completo.— Como quieras. —Dejó la bolsa en uno de los asientos y se quedó sin hacer nada, solo me miraba.

    Detallé su lindo rostro que estaba repleta de pequeñas gotas. Sus ojos café oscuro se veían más claros por la claridad que había en el lugar.

    Yo... Lo siento demasiado, mi intención jamás fue hacerte sentir que eras una segunda opción. Pero tampoco me parece tu actitud y menos que me dejases de hablar -me crucé de brazos y evadí su mirada. Estaba un poco enojada, lo admito.

    —¿Mi actitud? Sabes... no quiero seguir discutir. Siem... —no pudo terminar la oración, pues lo interrumpí.

    —Cállate. —grité, por lo que este abrió sus ojos como si estuviese indignado por mis palabras— ¿No lo ves? Estoy segura de esto, Si no quisiera todo esto, créeme, no estuviese acá intentando resolver las cosas contigo luego de negarle algo a la persona que me lleva gustando desde hace seis años, estoy segura de lo que quiero y lo que quiero es a ti.

     Agaché la mirada.— De verdad lo siento, sé que no te merezco...

    Sus manos se posaron en mi rostro obligándome a mirarlo. Su mirada era profunda, lo sé, suena demasiado cliché, pero había algo en sus ojos marrones que hacían que mi corazón acelerara.- No sé que me has hecho Amelia Jones.

    Relamió sus labios y poco a poco se acercó más a mi, de un impuso, empujé su rostro hacia el mío juntando nuestros labios. Mis manos recorrieron su rostro hasta llegar a su nuca y lo acaricié de manera tierna. Se sentía como si estuviese en casa, como si me hubiese encontrado de nuevo luego de haber estado completamente perdida. De a poco, nuestro beso se fue intensificando, dejando de ser un beso inocente. Sentía la necesidad de conocerlo más allá.

    Me tomó de la cintura y me subió encima del asiento de copiloto. Nos separamos unos segundos, para que este pudiera subir y cerrar la puerta. Nos pasamos a la parte trasera y continuamos con el beso.

    De repente, su lengua entró a mi boca lo que me hizo que mi cuerpo entrara en pánico, aún no podía creerlo.

    ¿Estaba besando a Rodrick? Si, no había duda de eso.

    Se subió encima mío y bajé mis manos hacia su pantalón. Sus labios bajaron a mi cuello, estaba al borde de volverme loca, cuando escuchamos un ruido. Nos separamos casi al instante y miramos a través de las ventanas. Todos estaban allí menos Sofia y Victoria. Tenían un sonrisa burlona lo que me hizo enojar más.

    —¿Chicos? Por favor díganme que no están cogiendo, realmente necesitamos los vasos —Rodrick abrió la ventana y les mostró su dedo de en medio. Solté un suspiro de enojo por su interrupción.

    —A veces me dan ganas de cambiar de amigos —solté una pequeña risa, acarició mi mejilla y dejó en mi frente un pequeño beso, sonreí y este se bajó con la bolsa de vasos en mano.