fuck it; rodrick heffley

capítulo 33: planes expontáneos

     Estábamos sentados en la mesa disfrutando de nuestro helado, yo había pedido un sundae de chocolate.— ¿Qué haremos luego? —preguntó Sam dándole un lengüetazo a su cono.— Y si... ¿Nos escapamos? —nos volteamos a mirar a Sofia con los ojos abiertos.

    —Si... digo, podemos ir a ¿al lago? No sé, sería una forma divertida de festejar. Conozco una parte bonita en donde podríamos disfrutar y bañarnos —Lo pensé por varios segundos.— Yo estoy dentro —hablé. Ben me sonrió burlona.- Yo igual.

    Y así fue como todos estuvieron de acuerdo con la idea. Acabamos nuestro helado, y fuimos directo a la camioneta, Chris había invitado la comida.— ¿Cómo se supone que me bañaré si no tengo un traje de baño? —por primera vez, había hablado Victoria.

    —Sencillo, en ropa interior. —Rodrick arrancó el auto mientras que Sofia le indicaba por donde era.- Primero iremos a la gasolinera y compraremos cervezas y lo que sea. —alcé mis hombros. Me senté al lado de Sam y Victoria y delante de mí estaba Chris y Ben molestando a Rodrick.

    —Vic —hablé intentando llamar su atención.— todo está bien, no tienes porqué dejar de hablar. te quiero y no quiero seguir mal contigo. —dije en un tono bajo. La pelinegra me miró con una pequeña sonrisa.— no quiero seguir arruinando tus cosas con Heffley, sé que discutieron y por eso no hablan y es por mi culpa. —agachó la cabeza.

    —No, no es tu culpa. Eso ya pasó. Sí, discutimos pero no por tu culpa, fue por culpa de Bill pero cuando estemos en privado hablaré con él y listo. Vamos, no andes de mal humor en todo el camino, no disfrutarás. —tomé su mano y las entrelacé.

    —Sofia, súbele a la puta música o me voy a matar del aburrimiento. —hizo lo que pedí, pues comenzó a sonar una canción de Taylor Swift. Todos nos miraron extrañados.

    —¡Nuestra canción! —comenzamos a cantar a todo pulmón y a reír. "You belong with me" era nuestra canción favorita y se volvió icónica en nuestra amistad.

    —"If you could see that I'm the one who understands you"! —canté. Sam se nos unió al canto y Sofia lo miró confundida. No podía creer que se sabía la letra. Rodrick me miraba a través del retrovisor, intentaba ocultar la sonrisa que tenía, pero era obvio.

   —No puedo ocultarlo más —habló Ben para empezar a cantar la letra. Abrí la boca sorprendida y todos nos reímos del momento.— No te vamos a juzgar ¡Es Taylor Swift! —dijo Sam.

(...)

    Sam y Rodrick fueron a la estación de la gasolinera a comprar las bebidas alcohólicas y dulces. Pero cuando salieron de la tienda, tenían un montón de cosas en la mano y venían corriendo. Al segundo me di cuenta de que lo habían robado, puesto que un hombre que trabajaba allí los perseguía. Abrí la puerta y subieron casi que en un salto.

    —Mierda —repetía una y otra vez Rodrick que miraba a través de la ventana para observar al hombre que los seguía.

    —¡Hey! ¡Ladrones sin vergüenza! —Cerré la puerta y Sofia arrancó. Comenzaron a reírse, Sam me entregó las cosas y entre ellas habían varias botellas de Vodka, cerveza y bolsas de papitas.- ¿Estás segura de que puedes conducir? _Rodrick le preguntó a Sofia.— Sí, además me sé el camino, será más rápido.

    Rodrick se sentó a mi lado, el cual estaba vacío, Victoria se había movido al copiloto para hablar con Sofia, ambas tenían mucho en común.— Te traje esto —me dio una bolsa de gomitas de sabores ácidos. Abrí mi boca sorprendida por su detalle y lo tomé.

     —Gracias, son mis favoritas. —abrí la bolsa de gomitas y la acerqué a él para que agarrara, lo cual el tomó una y la puso en su boca. De repente un olor a cigarro apareció por lo que hice una mueca. Giré buscando de donde provenía, Sam le estaba dando una calada a un cigarro.

    —¿Qué? Estoy nervioso, además no es mío, es de Chris. —le dio una última calada y se la entregó a Chris.— Abre la maldita ventana, el olor me da dolor de cabeza -—dijo Victoria.

    Rodrick no decía absolutamente nada, era un poco tensante estar de esa manera, extrañaba a ese tonto que no para de decir tonterías, hasta era aburrido estar sin él. Subí mis piernas al asiento donde estaba Sam y disfruté de la música y mis gomitas.

    Cuando por fin llegamos a nuestro destino, todos bajamos de la camioneta directo al camino que Ben nos llevaba. Era muy lindo, tenía rocas alrededor y un lindo lago, e incluso tenía una roca inmensa en la que sería divertido tirarse.

    Se sentía agradable, además de ser lindo y que estaba rodeado de árboles. Era un hermoso lugar en el que podrías disfrutar una tarde increíble.

    Sofia no lo pensó dos veces y se quitó la ropa quedando en ropa interior. Chris la miró embobado, lo que hizo que Sam lo empujara.

    —El último en ir es un idiota —todos fueron a correr detrás de ella, las risas y gritos se hicieron presentes. Cuando estaba a punto de quitarme la ropa para tirarme, me quedé estática. Tenía demasiada vergüenza.

    Titubié en si restarle importancia a ello o quedarme sentada y observar a los demás disfrutando.

    —Vamos Amelia, el agua está increíble —La voz gruesa de Chris se hizo presente. negué con la cabeza y me quedé mirándolos a todos.— Lia —giré.

    —Anda, vamos —miré a Victoria con una mueca de disgusto hacia la idea.— N... No, no. —Sentí unas manos en mi cinturas y me alzaron. Comencé a gritar mientras que los otros se reían del momento.

    Sam me había lanzado al agua, con mi ropa, lo cual estaría mojada por el resto del día. El agua estaba tibia, era una sensación exquisita. Tomé impulso para subir, y con mis manos quité el cabello mojado que se encontraba en la cara.— Hijo de puta, te voy a matar. —nadé el y lo hundí por su cabeza.

     Victoria soltó una carcajada la cual contagió a los demás. Nadé hasta llegar a una roca en la que me impulsé para subir y me senté en ella para mirar a los demás, me quité mi camisa y la dejé en le suelo esperando a que secara

    —¡Basta Rodrick!

    El susodicho salpicaba a Sofia con el agua. Una sonrisa salió de mi al notar al verlo de esa manera, era como un mimo para mi corazón. Sofia susurró algo en su oído, y este mi miró. Fruncí el ceño, y la intriga apareció en mi.

    Rodrick salió del agua, las gotas que salían de su pelo, mojaban su cara de manera tierna, parecía un perrito. No puedo aguantar tanto tiempo sin hablar con él. Fue directo a la camioneta.

    Era la oportunidad perfecta para hablar.