el comienzo

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✦ ˚ * ✦ * ˚ ✦ Fuck it ✦ ˚ * ✦ * ˚ ✦

   —¡Amelia, se te hace tarde! —me levanté de golpe al escuchar la voz de mi hermana. La alarma no había sonado. Maldije en mis adentros. me levanté del sofá dejando mi bajo color rubí en la mesa de centro. Tomé mi bolso que se encontraba en el suelo, que por cierto, estaba terriblemente sucio porque casi siempre se encontraba allí.

    «¿Cómo pude olvidarme de las clases, hoy jueves?» pensé.

    Subí las escaleras en las que casi me tropiezo por el afán de llegar rápido. Abrí la puerta de mi cuarto un tanto desordenado, encima de la cama, había una bola de ropa limpia que había olvidado doblar. Tomé una camisa de tiras color negro y un short de ese mismo color. Me cambié lo más rápido que pude para ir corriendo al baño.

    Me miré al espejo mientras las cerdas de mi cepillo dental pasaban por mis dientes, ayer me había hecho un maquillaje -Si podía llamarle "maquillaje" a echarse un montón de sombre negra en los ojos- el cual estaba en casi perfecto estado. De las toallitas húmedas de Amber, la pasé por los bordes perfeccionándolo y de paso por alrededor de mi cara.

    Bajé intentando ponerse los zapatos en plenas escaleras.— Por Dios, péinate, pareces un "zombie" —gritó mi hermana mayor que me miraba apoyada sobre el marco de la puerta de la cocina. La casa estaba perfectamente ordenada, menos la sala por culpa mía.— Ni pienses que limpiaré tu desorden. Cuando llegue de trabajar, espero encontrar todo ordenado

    Tomé mi skate ignorando ko que había dicho, y sin más, salí de mi casa. Estaba un tanto estresada como para ponerse a discutir con Amber.

    Solté mi cabello pardoso intentando desenredarlo con mis dedos, pero era casi imposible, estaba lleno de nudos por dormir con el cabello suelto, y también por culpa de mi gato que amaba jugar con él. Solté un suspiro lleno de desespero.

    Puse mi skate en el suelo, y con cuidado, me monté tomando impulso y sintiendo la adrenalina recorrer por mi cuerpo, esa sensación extraña en mi estómago me hacía sentir bien.

    Me puse mis audífonos, pero mi cabello me dificultaba y me distraje. La skate tembló y sentí como mi cuerpo perdían el equilibrio. Intenté detener la caída con sus manos, pero terminó mucho peor. Mis manos quedaron raspadas.

    —¡Maldita sea!

«Lo que le faltaba...»

    Solté un gemido de dolor. Mis manos me ardían. Tomé de nuevo su skate y volví a lo mismo. Pero esta vez si escuchaba música. "Hayloft" de Mother Mother sonaba a través de mi audífonos que se conectaban un mp3 color rojo que me había mandado mi madre por navidad. 

    Romantizar mi ida a la escuela sabiendo que llegaría tarde era algo que se había vuelto una rutina para mi.

    Cuando llegué a la instituto, tomé mi skate y corrí a los casilleros. En el pasillo se encontraban varias personas, lo que me hizo aliviar un poco al saber que aún no sonaba el timbre.

    Abrí mi casillero, y antes de comenzar a sacar libros, observé las imágenes de ella. Guardé los libros que tenía en su bolso y puse los libros que le tocarían a su primera hora de clases y de paso dejaba mi "lujoso transporte" dentro de él.

   El timbre sonó lo que me hizo sonreír de forma victoriosa, pero eso no me quitaba lo transpirada que estaba luego de todo eso. A unos pocos metros de mi, noté que mi mejor amiga, Victoria. Nos habíamos conocido hace algunos años porque su hermano mayor me daba clases de bajo. Nos veíamos casi a diario y además que tenían mucho en común, por lo que fue fácil tener conexión.

    Victoria se acercó a mi, con su típico delineado negro y labios pintados de color rojo. Los jueves nos tocaba la misma clase a primera hora, por lo que siempre venía a esperarme.

    —Hola perra ¿Qué tal? —se acercó a olerme con cara de desagrado— Mierda Amelia, hueles a Cheetos. ¿No te bañaste? —Amelia la mandó a callar— No, no lo hice. Aprendí de la más roñosa, o sea, tú.

    Victoria me dio un codazo en el hombro. Entramos al salón de Historia y me senté junto a ella esperando a que la clase comenzara.

(...)

    Era la hora de almuerzo, y todos estaban en las bancas comiendo, otros platicando y como siempre, escuchaba música mientras pintaba mis uñas de negro y a mi lado, estaba Victoria durmiendo apoyada sobre mis piernas.

    —¡Lia Jones! —escuché como alguien me llamaba, me quité los audífonos y giré encontrándome con el rostro de Rodrick Heffley, el tonto baterista que tenía una pequeña banda.

    —Rodrick, que sorpresa verte por aquí. —dije en un tono sarcástico.

    —Lo mismo digo. ¿Cómo va todo? No respondas, no me interesa. Necesito que me hagas un favor

    No intercambiábamos palabras desde primaria, ya que éramos compañeros de mesa en la clase de Química por un año entero, pero no era nada especial. Solo teníamos amigos en común, es todo.

    —No. —dije sin si quiera escuchar las palabras del chico.— Una pena sería que la directora sepa que te escapaste hace dos días en el almuerzo a fumar...

    ¿Cómo se atreve? Hijo de perra. Lo fulminé con la mirada, ya que se había salido con la suya y si llegaba a salir algo de eso, me metería en problemas.

    —¡Ugh, bien! ¿Qué es?

    —Necesito que vayas a los ensayos de mi banda. Nuestro bajista, o sea Chris, se irá de viaje y necesito un bajo de reemplazo con el que practicar, por favor. —Hizo una cara de perrito intentando convencerme— ¿Y cada cuanto será? —Heffley sonrió victorioso.

    —Todos los Lunes, Miércoles y Viernes.

    Sería raro pues jamás había hecho algo como esto, y no es que Heffley me cayese muy bien, pero... ¿Qué más da? Suspiré profundo dudosa de si aceptar o no.

    —Te pagaré 200. Vamos Amelia, será divertido.

    —Acepto, pero no me vuelvas a decir "Lia" o tu cadáver lo encontrarán en un set de The walking dead como decoración —necesitaba dinero y sería fácil, además dominaba el bajo como una ama.


¡Hola, Bienvenidx! Disculpa los errores que pueda tener esta historia, Ten en cuenta que esta historia sigue en constante edición. Muchas gracias por leer, espero que te haya gustado y te invito a seguir con tu lectura. ¡Ten buen día!

—Vee

fuck it; rodrick heffleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora