capítulo 20: tómalo como una cita

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〈Maratón 1/3〉

    —Disculpa por lo de la otra vez —Dijo el pelinegro.— No, está bien. No fue tu culpa, además fue divertido escapar así. Me sentí en The Walking Dead, aunque en vez de escapar de zombies, escapaba de tus padres. —contesté mientras conectaba el cable del bajo a la corneta. La risa de este se hizo presente.
   
—También gracias, fuiste de mucha ayuda. No sé que hubiera sido de mi sin ti. Mi mamá casi descubre lo de la puerta, pero Greg logró disimular todo.

    Dejé el bajo en el suelo, y me senté encima de la gran corneta, esperábamos a que todos llegaran, y pues llegué antes ya que Amber me trajo. —Está bien, no tienes que... Aunque, si me regalas un cd... —Lo miré con las cejas alzadas, Rodrick rió- Que hija de puta, está bien, luego de esto, te llevaré a comprarlo.

    Sonreí mostrando mis dientes, y me tiré a abrazarlo.— Hueles a Pan —Le dije— Uy, tienes tanta hambre de mi que imaginas que huelo a comida —de nuevo, lo golpeé en el hombro- O tal vez, ni te bañas y por eso hueles a lo que desayunaste.

    —Mmm... puede ser —me reí. Nunca volvimos a hablar de lo que pasó aquél día, y no quiero hacerlo tampoco, aunque a veces tenemos momentos un tanto incómodos.

   —Hey —me giré hacia la puerta, ahí estaba Greg con una sonrisa.— ¡Hola! ¿Qué tal? —Noté que se sentía intimidado por mi presencia, lo cual, intenté ser amable con él.— B...Bien, todo bien ¿Y tú?

    —¿Bien? —Rió el mayor— La chica que le gusta lo llamó por otro nombre —en seguida, Greg lo fulminó con la mirada mientras su hermano mayor se burlaba.
    —Eres un hijo de puta. Dime ¿Quién es esa chica?

    Me senté junto a él en el sofá.— Es Holly Hills —Hice una mueca— ¿Hermana de Heather? Wow —no sabía que tenía una hermana, pero estoy segura de que es igual de hija de puta— Si, pero ella es muy linda, y bueno... Intenté llamar su atención pero los consejos de Rodrick no funcionan —Miré al mayor de los Heffley, mi expresión era más de regaño.

    —Obvio no te van a funcionar, es un idiota. —Rodrik bufó— Simplemente acércate, y háblale, sé su amigo, o al menos intenta caerle bien. Y si es igual de tonta que Heather, no creo que sea agradable.

    —¡¿Qué onda chicos?! —la irritante voz de Bill se hizo presente. Lo saludé de lejos mientras él y Rodrick se hablaban.

    Rod estaba muy ilusionado porque él esté en la banda, además de como tiene experiencia, cree que va a hacer ganar a "Löded Diper".

(...)

    —¿Vamos? —Rodrick y yo salimos de su casa, luego del ensayo, como me había prometido, iríamos a comprar el disco, estaba emocionada. Me subí a la Van, olía fatal y dije:— Por Dios, Rodrick es hora de que limpies esto —Alzó los hombros restándole importancia, y encendió la camioneta.

    —¿Sabes? Investigué sobre Avril Lavigne. Luego de ese día, me quedó la duda, y tienes razón, su música está de puta madre. Aunque ya había escuchado por ahí algunas

¡Oh por Dios! ¿Había escuchado Avril Lavigne por mi?

    Sonreí, era un dulce gesto.- No puedo creer que escuchaste Avril Lavigne por mi, siento que te amo -Apartó su mirada tímidamente.

    —Mi favorita es "Unwanted"

    —¡Dios, si! Esa canción es de puta madre. —El auto arrancó. Volví a sonreír al ver como estaba intimidado.

   Pasamos el camino hablando sobre música, era lo que siempre hacíamos. Sacó un cigarro de la guantera, lo encendió y me lo pasó. Le di una calada, y como este conducía, lo puse en sus labios, no pude evitar mirarlos, y recordar cuando le di un beso. Quería volver a hacerlo de nuevo, pero preferí evadir mis pensamientos. Es solo un amigo, no está bien pensar eso.

    Cuando llegamos a la tienda, bajé emocionada. Empujé la puerta de vidrio para mirar el montón de CD'S y Vinilos en las estanterías, mi emoción aumentó. Nuestras miradas se encontraron por unos segundos. Sonreí maliciosa y corrí intentando buscar aquél disco preciado.

    Rodrick caminaba lento, tanto que me desesperaba.— Siento que me vas a dejar pobre —dijo con tono irónico—- Shh, ve más rápido o al menos ayúdame a buscar, o juro que si te dejaré pobre —entrelacé sus manos con las mías, y arrastré. Sus manos estaban calientes, su pulgar comenzó a acariciar al mío.

    Giré para observarlo, tenía una sonrisa tímida, y su mirada estaba clavada a nuestras manos. Un ardor en mis mejillas apareció, lo cual me hizo ponerme nerviosa. Tomé el disco en mis manos, y de manera graciosa imité una canción "Angelical" Rodrick comenzó a reír.

—¿Ese? —Asentí como si fuera una nenita con una chupeta— ¿Paramore? Creí que no sabías de su existencia —Lo miró con indignación— ¿Cómo vas a pensar eso? Además de eso, estoy enamorada de Hayley ¿¡Viste su pelo rojizo?! ¡Una puta diosa! Me llega a escupir y le agradezco —exclamé. Rodrick sonrió por mi comentario.

   —Bien, vamos a pagar. —Aplaudí emocionada, solté su agarre y prácticamente corrí hacia el cajero. Rodrick tomó el disco, y le pagó a la chica. Cuando me lo entregó, me tiré hacia él en forma de agradecimiento.

   —Gracias, Gracias —Repetí— Está bien, te lo debía -Salimos de la tienda, y volvió a entrelazar nuestras manos, mi corazón aceleró y suspiré. Le eché un vistazo al disco, era preciosísimo. "Brand New Eyes" era uno de los mejores discos que había escuchado jamás.

    —Quédate acá, iré a la tienda. Te regalo un Frappé si quieres —Negué— No, pago yo. Ya me regalaste el disco, no quiero abusar. —negó— No, no hay problema. Tómalo como una cita.

    ¿Qué?

    Lo miré seria, no podía creer lo que estaba diciendo. No me daba la garganta para decir algo. ¿Estaba teniendo un pequeño Crush con Rodrick? Agh, no. Me subí a la Van, y este se fue sin decir nada más. Dejé el CD en la guantera, para que no se arruinara. Y esperé a que Rodrick llegara.

    Lo vi caminar hacia el auto con un Frappé Azul y una bolsa de Doritos. Encendí la radio, y puse mi USB. Toqué el "Siguiente" Hasta que sonó "Things I'll Ever Say". Subió y me entregó el frappé azul.

     —Le di un sorbo —Lo miré asqueada- Qué asco Rodrick, ni siquiera limpiaste tus babas —con las mangas de mi camisa empecé a limpiar el pitillo.— Como si no hubieras probado de mis babas.

    Puse mis ojos en blanco y le di un puño en el hombro.— Vete a la mierda —el pelinegro comenzó a reír, y aunque no quería me contagió la risa.- ¿Qué? Es la verdad.

    —¡Basta!

    —No.

    Puse mis piernas encima se las suyas y me apoyé en la puerta. Miré hacia atrás, y noté que faltaban las sillas.— ¿Qué mierda hiciste con las sillas? —El suelo de la van estaba llena de envoltorios y cosas random.— Necesitaba espacio —Solté una carcajada.

    —Eres un sucio —Me burlé.

fuck it; rodrick heffleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora