Yoongi
Mis manos temblaban y la necesidad de tener más me recorría por completo.
Caminé entre las personas que reían, bebían o bailaban, aparté algunas de mi camino y otras se abrían paso al darse cuenta que se trataba de mi; obviamente no querrían tener algún problema conmigo. Llegué a la oficina pasando de largo hacia el escritorio, abrí las gavetas desesperadamente hasta que encontré otra bolsita llena de aquél polvo blanco que quería inhalar hasta que no pudiera más. La abrí y eché un poco en el dorso de mi mano, pero la puerta abriéndose bruscamente detuvo cualquier acción por mi parte.
–Creo que no es buena idea, Agust. –Jay entró seguido de uno de los que siempre lo acompañaba.
–Metete en tus malditos asuntos.
Antes de que pudiera seguir en lo mío, él llegó a mi grandes zancadas arrebantandome la pequeña bolsa. Ahí quise impedirlo y defenderme, pero me estampó contra la pared presionando uno de sus brazos contra mi tráquea.
–Ya basta, te has metido suficiente de esa mierda. ¿Acaso quieres morirte? –Me habló como si se tratara de mi padre, sus ojos me miraban enojados. No iba a dudar en darme una paliza. –¡¿Quieres morir de una puta sobredosis, huh?!
No suena mal.
El efecto ya se me estaba pasando pero quería más. Quería olvidarme de todo. De Ellie. De lo basura que me sentía.
Hice mi último intento de apartarlo de mi, sintiendo más fuerza de lo normal en mis extremidades.
–¡Basta, Yoongi! –gritó, luchando conmigo y tratando de mantenerme contra la pared– Mierda... ¡Trae a Namjoon o a Hoseok! ¡Rápido! –No me hablaba a mi.
Lo empujé contra la mesa y me pegué a la pared hasta que me deslicé quedando sentado en el suelo, me revolví el cabello y comencé a reír como un puto desquiciado.
–Esto es una mierda, Jay.
Issy tenía una lata de cerveza contra mi frente, mientras yo estaba medio acostado en el sillón. Aún seguía en la oficina, Jay ya se había ido llevándose todas mis dosis personales para prevenir que no volviera a consumir lo cual era inútil, porque no es como si no pudiera conseguir más si yo era el que vendía aquí.
Namjoon y Hoseok habían llegado tan rápido como pudieron cuando recibieron el aviso de que yo me había puesto muy agresivo, luego subió la entrometida de Issy. No me gustaba que adoptaran esta actitud conmigo como si se tratara de un niño pequeño al que tenían que vigilar, pero tampoco tenía las ganas de decir algo al respecto.
–¿Quieres hablar ahora? –Cuestionó Nam.
Podía sentir los tres pares de ojos puestos en mi.
–No. –Respondí cortante, manteniendo los ojos cerrados, aunque no faltaba mucho para que les contara lo que había pasado.
Creo que la imágen de Ellie llorando en la calle nunca la olvidaría, me atormentaría para siempre. Le rompí el corazón y me lo rompí a mi mismo, pero era mejor así.
Yo sabía que esto iba a terminar mal y aún así no tuve la voluntad de parar.
En el momento que ella pidió vernos tomé la decisión de ahora sí terminar todo, yo no podía darle lo que ella quería y fue muy doloroso verla insistir por lo nuestro. Tuve muchos sentimientos encontrados al escuchar a la única persona que me importaba en el mundo decir que me amaba, entre esos la rabia y la impotencia por no poder decirle lo mismo.
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reformed •myg (problematic book #1)
FanfictionDos pequeños llegaron juntos a aquél edificio grande de paredes grises. Si bien no se conocían, tenían algo en común, ambos vivían en las calles y robaban para poder sobrevivir. Dos vidas cruzadas desde un principio. Destinos diferentes... O quizá...