nueve.

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–¡¿Cómo que te fuiste con Yoongi después de que apuntó a alguien con un arma?! –Rina, chilló casi histérica.

–No tienes que gritar. –La miré mal, y ella soltó un bufido. Estábamos en la cafetería, algo vacía, que quedaba cerca de su Facultad y la de Jin, había subido mucho el tono de voz y cualquiera, es decir, Tae o Jin hubiesen podido oírla si se encontraran cerca.

Después que Yoongi me dejara en casa, no pude dormir mucho debido a todo lo ocurrido tanto por el incidente en la fiesta, como por la conversación que tuvimos, no pude evitar imaginarme lo mucho que sufrió durante años para sobrevivir. Sólo pude dar vueltas y vueltas en la cama, alcancé a dormir alrededor de una hora, la primera clase que tuve no fue tan temprano, pero aún así necesité tapar mis ojeras con algo de maquillaje.

Después de clases, quedé con Rina y tuve que contarle todo por si mis hermanos llegaban a preguntarle algo y también porque necesitaba hablarlo con alguien, evidentemente no se lo había tomado muy bien. Ella desconfiaba mucho de Yoongi y no la culpaba, cualquiera lo haría, pero ella no podría entender lo que él significaba para mí.

–¿Estás bien de la cabeza? Claramente ese tipo anda en cosas turbias, pudo hacerte daño.

Sólo le había contado lo que había ocurrido en la fiesta, no le dije sobre todo lo que pasó Yoongi en los años que no supe nada de él, no sería correcto que contara su vida privada, no me correspondía. Y también me dolía hablar de eso.

–Ya, pero no lo hizo, yo confío en él –soltó una risita sarcástica– Ri, nosotros fuimos amigos en el Orfanato y...

–Eso lo entiendo, Max –me interrumpió tratando de mantener la calma–, pero han pasado muchos años, ya no son los mismos de cuando eran niños. No lo conoces, ni siquiera te dió una razón de por qué anda armado, amiga, esas son suficientes razones para que te alejes.

–No sé si pueda hacerlo...

–¿Cómo están, mis pequeñas? –Ambas nos sobresaltamos al escuchar a Tae, quién llegó y se sentó frente a mi, a un lado de Rina. –Gracias por responderme los mensajes, Minny. –Exclamó, con sarcasmo mientras sonreía, por suerte no había escuchado nada de nuestra conversación.

–Lo siento –sonreí leve– he estado algo distraída. –Rina me miró fugazmente y cambió su expresión preocupada. Nuestra plática quedaría para después.

Los dos se sumergieron en una conversación sobre algunas materias de su carrera, luego de que yo le comentara brevemente a Tae el como estuvo la fiesta, ya que Jungkook seguía inconsciente en el apartamento, obvié lo que pasó con aquél chico y lo de Yoongi claro está, él podría ser más relajado que Jungkook y Jimin, pero no quitaba el hecho de que se preocupara por mi. Después de eso, sólo pude hundirme en mis pensamientos sin escuchar nada de lo que ellos decían. Pensaba en Yoongi, había estado pensando en él todo el tiempo, ni me concentré lo suficiente en clases. Planeaba ir a la tienda de tatuajes en la tarde para entregarle su chaqueta y ver si había la posibilidad de seguir hablando, no se lo diría a Rina puesto que se pondría aún más histérica, pero necesitaba saber más de su vida. Estaba muy intrigada.

–Cariño –volteé a ver a Jin, ni me había percatado del momento en que ocupó el asiento a mi lado– andas en las nubes, ¿no pudiste dormir bien?

–No, y me está pasando factura. –Me excusé, él me sonrió comprensivo y se acercó más a mí para dejar un beso en mis labios, que se alargó por unos segundos, pensé que me ayudaría a despejarme un poco, pero no fue así. Nos separamos al escuchar un carraspeo.

reformed •myg (problematic book #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora