reformed •myg (problematic book #1)

catorce. iii

"...Mientras el tiempo pasa

Sólo lo arruinamos más...

Una casa hecha de cartas.

Y nosotros adentro de ella.

Incluso si dices que es el final.

Incluso si dices que colapsará pronto..."

BTS - House Of Cards.

Inhalé el aroma de suavizante mezclado con el perfume de Yoongi, abrí los ojos y un deja vu me golpeó de inmediato al notar que estaba sola en la cama. Me senté y suspiré pesadamente, sintiendo mis ojos aguarse. Él no estaba a mi lado.

Lo había vuelto a hacer.

Aún si le había dicho que nada de lo que hiciera ocasionaría que lo odiara, entendí que quería seguir actuando de esa manera para que fuera así. 

No quería llorar pero realmente me dolía que no estuviese aquí después de todo, de verdad esperaba que aún estuviese rodeándome con sus brazos, porque anoche luego de hablar simplemente nos acomodamos viendo hacia el techo, en un silencio muy significativo como si cada quien estuviese analizando el momento a su manera. No me di cuenta cuando me quedé dormida, estaba agotada física y mentalmente, pero en algún punto de la noche sentí su pecho contra mi espalda y como me rodeaba con su brazo. No sé si lo hizo de forma consciente, aunque me sentí bien y pude seguir durmiendo tranquilamente.

No podía sentirme más culpable por traicionar a Jin más de lo que ya lo hacía.

Me levanté con pesadez porque de nuevo experimentaba esa sensación de vacío en mi pecho. Fui hasta el baño y me mojé la cara, como cuando estuve aquí la última vez, arreglé mi cabello ya que estaba algo desordenado y en ese instante, un pensamiento me llegó de pronto ¿Qué tal si Yoongi había ido a buscar a Sojun? Recordé sus palabras, él dijo que lo haría pagar ¿y si había decidido pasar por alto lo que yo le había dicho?

Me dispuse a salir apresuradamente del baño para buscar mi celular, lo llamaría, lo tomé de la mesita y entonces escuché algo, un ruido o más bien una melodía de... ¿piano?

Me resultó tan extraño, que no dudé en abrir la puerta de la habitación, era como si alguien tocara teclas al azar pero aún así sonaba muy hermoso, al mismo tiempo que melancólico, nunca había escuchado algo así y un escalofrío me recorrió completa. Estaba de pie en medio del pasillo viendo hacia la puerta corrediza de color negro frente a mi, esa que llamó mi atención la primera vez, de ahí provenía aquella triste melodía.

Mis pies descalzos acortaron los pocos pasos y quedé pegada a la puerta, tomé el mango de ésta y la deslicé un poco apenas dejando una rendija para poder ver hacia adentro, pero mi capacidad visual era nula puesto que no se veía más que la pared. Abrí un poco más ahora atreviendo a asomar mi cabeza, encontrando a Yoongi sentado frente a un hermoso piano de cola, pulcro y brillante de color negro que resaltaba en toda la habitación de paredes blancas. Eché un vistazo al resto del lugar, era amplio, se trataba de otra habitación porque supuse que la siguiente puerta del pasillo era el baño de visitas, además del piano sólo había un sofácama de cuero pegado a la pared. Habían latas de cervezas en el piso junto al sofá, aunque no podría decir si eran recientes.

Entré con cautela, obviamente Yoongi me había notado, pero ni siquiera me dirigió una mirada o una palabra. Había quedado fascinada porque nunca imaginé que pudiese encontrarlo así tocando un instrumento, sobretodo el piano, por lo que me acerqué lentamente sin querer perturbar la escena que se desarrollaba frente a mi, la cual era simplemente perfecta: Él, sin camisa, descalzo, sus tatuajes, su cabello revuelto cayendo por su frente. Casi saco mi celular para tener esta imagen guardada como si estuviese en un concierto, pero sería muy raro, aunque quedaría grabada en mi memoria para siempre.