diecisiete. iii

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"... Tal vez sólo quiero ser la persona que no puedes perder.

Si te vas a ir entonces, vete.

Si me necesitas, házmelo saber.

Ámame o simplemente déjame ir..."

Camila Cabello - This Love.











Unas suaves caricias en mi abdomen me despertaron, la habitación estaba aún iluminada por la luz roja pero seguía siendo de noche, la ventana no estaba cubierta. El calor corporal de Yoongi me arropaba desde atrás, estábamos en posición de «cucharita». Me removí sólo un poco porque el cansancio no me dejaba hacerlo mucho más. Al terminar la segunda ronda caí prácticamente sedada en un profundo sueño y no estaba segura si Yoongi se había dormido también.

–¿No has dormido? –Pregunté sin voltearme, estando aún muy somnolienta.

–Si... un poco. –Respondió, ronco. Entonces fui consciente de que su mano bajó aún más y que algo duro estaba contra mi trasero, eso me hizo despertar del todo, posando mi mano sobre la suya.

–Yoongi... –jadeé– ¿Qué-... Mmhm... –Inspiré fuerte en el instante en que comenzó a estimular mi sensible clítoris al mismo tiempo que frotar su erección contra mi trasero. Tomó mi pierna derecha y la dobló un poco más sobre el colchón, era obvio lo que quería, pero esta vez él tendría que hacer todo porque yo estaba exhausta. –E-El condón...

–Terminaré afuera. –Dijo, y luego sentí la punta de su miembro rozando mis labios. Él ya estaba preparado para entrar.

Estaba entre querer hacerlo así sin más o ser responsable, pero mientras me debatía, casi involuntariamente me arqueé hacia él haciendo que entrara en mi un poco.

–Corramos el riesgo. –Se deslizó por completo en mi con lentitud e inició con las penetraciones en un ritmo suave y pausado, lo cual agradecí. 

Su brazo me rodeaba y su mano acariciaba mi abdomen, subiendo a mis pechos apretujándolos, luego volvía a bajar y así marcando una secuencia. Por mi parte había tomado la almohada y la tenía sujeta enterrando mi cara en ella, mientras me dejaba hacer por él.

Estuvo alrededor de un minuto o dos en ese mismo ritmo, pero luego volvió a llevar su dedo a mi clítoris, estimulándolo efusivamente y aceleró un poco las estocadas, pero sólo un poco. Esto ya se había vuelto algo adictivo y por supuesto no sólo me refería al acto en sí. Rodeó mi cuello con su mano, eché la cabeza hacia atrás lo suficiente para que así nuestros rostros quedaran frente a frente, alzando mi brazo para tomarlo por la parte posterior de su cabeza, y atacó mi boca dulcemente.

No sé cuánto tiempo pasó, pero Yoongi me embistió más profundo y yo comencé a apretarme en torno a él, mis gemidos subiendo de volumen. Se acercaba mi orgasmo, y el suyo igual. En el momento que hizo presión en mi punto nuevamente, mi vientre se contrajo y un corrientazo me recorrió completa en lo que soltaba un gemido ahogado, mientras estrujaba la almohada entre mis dedos. Este había sido un orgasmo más calmado que los anteriores.

Él se empujó unas tres veces más dentro de mi, salió y pude escuchar el sonido de la fricción de su mano al moverse sobre su miembro y los ruidos de satisfacción que se escapaban de su garganta. No me giré a ver cómo lo hacía, ya que estaba por desconectarme de nuevo dejándome llevar por el sueño.

Lo último que sentí fue el vacío detrás de mi porque supuse que se había levantado para limpiarse.















reformed •myg (problematic book #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora