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Antonia

Antonia: ¡Llegué! –digo dejando la maleta junto a la puerta– ¿Hola? ¿Chicos? –digo confundida–

Caminé despreocupada a mi habitación, seguro salieron a relajarse y pasar el rato, abrí la puerta y me lleve la sorpresa de ver mi habitación más acomodada que nunca, si bien mi habitación estaba bien hecha, ahora se veía perfecta, sonreí imaginando a Nath y Gisselle cómo mis cenicientas, al rato les agradecería, me acosté a mi cama, suspiré y recuerdos del fin de semana llegaron a mi mente, una sonrisa se posó sobre mis labios haciéndome cerrar los ojos. Todo pasaba por mi cabeza, el mar, el sol, la arena, Joel siendo hermoso, la increíble comida que probé este fin de semana y... ¿Villamil?, ok no, esto no está bien.
Abrí los ojos y me senté rápidamente confundida, ¿Por qué de repente Villamil vino a mi cabeza si había pasado un fin de semana entero sin ni siquiera mencionar su nombre?
Escuché la puerta de abajo abrirse, me levanté de un brinco y baje las escaleras rápidamente encontrándome con... Oh no puede ser, ahora lo había llamado con la mente.

Antonia: Hola –murmuro con una pequeña sonrisa–
Villamil: Hola –sonríe cerrando la puerta detrás de el– ¿Los chicos están aquí?
Antonia: Sorpresivamente no –suelto una leve risa– Tal vez deberíamos llamarlos. –digo caminando a mi bolsa donde seguidamente saque mi celular marcando el número de Nath–

Villamil

Al alzar su mano pude ver un brilloso anillo sobre su dedo, entonces todo era real, ella estaba comprometida.
Baje la mirada, hablaba tranquilamente con Nath, pude ver una genuina sonrisa al pronunciar un "me fue de maravilla", colgó el teléfono segundos después.

Antonia: Están en un café cerca de aquí. –sonríe. No lo hagas, solo rompes aún mas mi corazón– ¿Vamos?
Villamil: Ahm, no, creo que debo ir a otro lugar antes, pero adelantate, los veré ahí luego. –sonrío caminando a la puerta, sin dejar que diga algo más, salgo de ahí–

Antonia. Mi preciosa Antonia, ahora era la Antonia de alguien más, alguien que si supo valorarla y tratarla como merece. Que arrepentido estoy.

Antonia

Mire confundida la puerta, subí a mi habitación a darme una ducha rápida, minutos después salí hacia mi closet, escogí algo sencillo.

Tome mi celular y algo de dinero guardandolo en la pequeña bolsa que llevaba mi falda, subí al auto y conduje al lugar donde había quedado con los chicos

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Tome mi celular y algo de dinero guardandolo en la pequeña bolsa que llevaba mi falda, subí al auto y conduje al lugar donde había quedado con los chicos.

Nath

Nath: Cuando llegue todos actuemos normal, dijo que le fue de maravilla, eso significa que si le dieron el anillo. –menciono con emoción–
Simón: Mejor tu actúa normal, nosotros siempre estamos normales y tu solo la miras con una gran sonrisa y la confundes. –dice mi novio tomando de su café.–
Martin: Bueno tu y ya saben quién –dice mirando a Gisselle quien lo miraba mal–
Gisselle: Déjame si –le lanza una servilleta–

Escuchamos la campana de la entrada, los cinco giramos la cabeza hacia la entrada, Antonia venía entrando, camino a la barra, supongo para hacer su pedido, el chico del mostrador asintió y ella le dió una sonrisa caminando hacia nosotros. Nos saludo con la mano sin dejar de sonreírnos... OH POR DIOS SI TIENE UN ANILLO.

Nath: ¡Tiene un anillo! –murmuro con emoción–

Los demás voltearon a verla otra vez ahora fijándose en su mano, pude ver una gran sonrisa en el rostro de Gisselle, mientras que los chicos, la veían confundidos, era normal, ellos no me creían.

Antonia

Antonia: ¡Hola!, sorpresivamente los extrañe mucho. –sonrío caminando parandome en medio de mis hermanos, dejando un beso en la mejilla de cada uno, lo mismo con Isaza y las chicas– Villa dijo que vendría más tarde, estaba raro, pero no me dijo nada más. –digo sentandome en medio de Martin y Gisselle–
Nath: Ahora, explicanos ese anillo. –dice mirándome con suma emoción–
Antonia: Pues, es mío. –digo burlonamente–

Una servilleta voló hacia mi rostro, de parte de Gisselle, quien seguidamente me lanzó un beso, la mire negando.

Antonia: No estoy comprometida si es lo que piensan –suelto una leve risa tomando el café que el mesero me había traído–

Ellos me miraban raro, yo los mire aún más confundida que nunca.

Simón: ¿No estás comprometida?
Antonia: No, digo no aún... Aunque prácticamente podría decirse que me comprometí a comprometerme –digo ladeando la cabeza–
Nath: Eso cuenta, ¿no muchachos?, yo digo que si, un brindis por el compromiso de Antonia, wuuu –dice antes de tomarse de un trago el café que quedaba en su taza–
Antonia: Nathalia, es café no vodka –digo riendo– ¿Por qué están tan interesados en que esté comprometida?
Isaza: ¡Por nada!, es simple curiosidad –dice nervioso–
Gisselle: Digo si nos hubiera encantado que llegaras y nos dijeras que en un mes te casas, pero no todo se puede en esta vida –ríe forzadamente–
Martin: Ay pero que lindo anillo, se ve muy costoso, cuéntanos cuéntanos, brilla mucho, pero nada brilla más que tu hermana, pero si te casas con el llevenme a vivir con ustedes. –dice rápidamente–
Antonia: ¡No! –digo rápidamente al escuchar lo último que dijo– Iré al baño, raros.

Me levanto de la silla y camino rápidamente hacia el baño, que raros están, digo siempre son raros, pero jamás de esta manera.

Gisselle

Nath: ¿Que hicimos? –dijo cubriendo su cara con las manos–
Simón: ¿Hicimos? –pregunta burlonamente–
Nath: Si, hicimos, yo les conté y ustedes me siguieron la corriente. –dice cruzandose de brazos–
Gisselle: ¡Calmados!, aquí el único error que cometimos fue dejar que Villa nos escuchara –digo mirándolos– Ahora el sigue pensando que Antonia va a casarse.
Isaza: Tony dijo que el vendría, deberíamos decirle que Tony no se casará. –dice dándole un sorbo a su café–
Martín: ¿Cómo se supone que haremos eso sin que Tony sepa que dijimos que estaba comprometida? –dice acomodando su silla más cerca de la mesa– Sabemos todos los problemas que estos dos se traen entre si, agregarle uno más solo haría que se molesten con nosotros.

Escuchamos una campana en la entrada, volteamos y Villamil se encaminaba hacia nosotros.

Martin: Esto resultó más fácil, hagámoslo ahora. –menciona– ¡Villa que gusto verte, tanto tiempo!
Villamil: Nos vimos anoche –murmura confundido–
Nath: ¿Tienes hambre?
Gisselle: Okey olviden eso... Juan Pablo debemos decirte algo de Antonia es muy impor...
Villamil: No me interesa –dice tranquilamente mirando otro lado– Sé de que quieren hablar, ya estoy enterado, ví el anillo.
Isaza: No no, tu no entien...
Villamil: Sí, si lo entiendo, va a casarse, de verdad no me interesa, no quiero saber nada de eso. –dice claramente fastidiado–
Nath: Pero...
Villamil: Por favor –suapira levantándose para caminar a la barra–

Okey, la habíamos cagado muchísimo.

//ok, me di cuenta de que me gusta subir capítulos en la madrugada, y también me di cuenta de que mi cosa favorita es escoger los outfits de Antonia, creo que su estilo es lo que más amo de ella.
Quería pasar a desearles un excelente inicio de semana, y que tengan buenas clases virtuales si es que las tienen, sean positivas, cosas buenas deben venir. ✨

Mas De Lo Que Aposté. -Juan Pablo Villamil.- LDA #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora