32

390 30 2
                                    

Antonia

Angie: ¡Quedaste más hermosa que antes! –dice mirándome

Me mire en el espejo frente a mi, ahora mi cabello se veía algo obscuro. Me gustaba mucho, algo diferente al castaño claro que solía tener naturalmente.
Angie y yo salimos de ahí, ella a su casa y yo a la mía.
Me subí al auto.

Antonia: ¿Y? ¿Que opinas? –pregunto con una sonrisa–
Joel: hermoso –dice sonriendo– La mujer mas hermosa del mundo, sin duda alguna.

Continúamos hablando por un rato más, hasta que me tocó ir a casa, dónde Mau y Santi me esperaban, Mau se iba mañana por la mañana, y volvería a México en algunos meses como ya lo había dicho antes. Queríamos pasar un último día los tres juntos antes de separarnos.

Antonia: ¡Ya llegué!, ¿Ya están listos? ¡Vámonos! –digo cerrando la puerta detrás de mi–

Subo por las escaleras encontrándome a Mauricio salir de su habitación, aún no estaba listo, detrás salía Santiago de su habitación y tampoco estaba listo, ok quería gritarles.

Antonia: ¡Ustedes dijeron que me apurara, y no están listos! –digo cruzandome de brazos–
Mauricio: Tranquila mamá, ya casi estamos listos –dice despeinando mi cabello–
Antonia: ¡Hey! –arrebato su camisa de su mano golpeándolo con ella– Tienen cinco minutos, muero de hambre.
Santiago: ¡Pero aún no termino! ¡Dame diez! –dice entrando a su habitación nuevamente–
Antonia: siete minutos Santiago Achaga, si te tomas te dejamos –digo riendo– ¡Tu también apúrate! –digo lanzandole su camisa a la cara–

Caminé a mi habitación apurandome a escoger algo. Ok, tal vez yo tampoco esté lista aún.
Me cambié rápido y baje las escaleras, dos minutos después Mau también ya estaba bajando.

Mauricio: ¡Tu tampoco estabas lista! –dice al llegar frente a mi–
Antonia: ¡Pero yo no tarde! –digo tomando mi celular–

Santiago venía bajando con una sonrisa, traía una mochila colgando de su hombro, Mauricio al verlo también sonrió. Algo traman.

Mauricio: ¿Lo tienes todo? –pregunta con emoción, Santi asiente efusivamente– ¡Vámonos!, el último en salir conduce.

Ambos corrimos sin darle tiempo a Santi de reaccionar. Así que si, le tocaba conducir.

Mauricio: ¡Yo pongo la música! –dice encendiendo la radio.–

Segundos después, "Este movimiento" comenzó a sonar, Santi y yo comenzamos a celebrarlo.
Sería sincera, no había escuchado las canciones desde que Like terminó hace casi un año, me ponía sentimental, fue una gran etapa para mí, hice muchas cosas y conocí a grandes personas, estos dos bobos que tanto amo fueron mi mejor regalo de Like.
Después de un rato llegamos a un Carls Jr en el centro comercial.

Antonia: Pero tu también tienes papas –digo viendo como Mauricio metía su mano a mis papas–
Mauricio: Saben mejor de tu plato –dice encogiéndose de hombros–
Santiago: Toma –dice dándole un vaso a Mauricio– Este es tuyo, bebé –dice dejando uno frente a mi–

Comenzamos a comer entre risas y bromas, como siempre solía ser entre nosotros.

Antonia: Estoy a nada de encerrarlos en casa y no dejarlos irse –digo haciendo un puchero– Los voy a extrañar muchísimo.
Mauricio: Ahora entiendo por qué decías que no querías vivir con nosotros –dice dándole un sorbo a su bebida– Por qué en algún punto íbamos a separarnos, e iba a ser difícil.
Santiago: Muy difícil –dice de repente– No sé que va a ser de mi, al despertarme y no tener a Tony quemando la casa mientras intenta preparar el desayuno, o tener a Mau sin camisa y a Tony gritándole que debe usar ropa. –dice riendo, haciendo que ambos también lo hiciéramos–
Antonia: No creo acostumbrarme a estar sin ustedes –digo suspirando– Antes lo soportaba, por qué sabía que en algún momento volverían, pero ahora, no será así.
Pero hey, estoy feliz por que sé que esto les hará bien, y si ustedes son felices yo también –sonrío–
Mauricio: ¡Yo volveré! –dice nuevamente– Volveré y nuevamente estaremos juntos, tal vez ya no viviremos juntos, pero estaremos juntos, son mis mejores amigos no podría estar sin ustedes tanto.
Santiago: También volveré, solo es un año de curso, estaré aquí y ni siquiera se darán cuenta de cuánto tiempo pasó –menciona sonriendo–
Antonia: Estaré aquí esperando por ustedes –digo sonriendo– Es una promesa –alzo mi dedo meñique para que ellos pudieran entrlazar el suyo con el mío–
–Es una promesa –dicen al unisono entralazando sus meñiques con el mío–

Mas De Lo Que Aposté. -Juan Pablo Villamil.- LDA #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora