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Antonia

Toqué la puerta dos veces hasta escuchar un "pase", entre enseguida el estaba por salir, cuando me vió se quedó parado en dónde estaba.

Antonia: hola -sonrío nerviosa-
Villamil: hola -sonríe guardando su celular en la bolsa de su pantalón-
Antonia: Quería hablar contigo -murmuro- Será rápido, no quería quitarte mucho tiempo. Solo quería pedirte una disculpa por como te trate la última vez, sé que no debí haber dicho esas cosas, y también sé que no debí tratarte así -digo levantando la mirada- Perdón. Me siento muy mal por eso.
Villamil: está bien -dice de repente- Entiendo que lo hayas hecho, parte de todo si fue mi culpa, y te conozco, dices cosas que no quieres cuando estás molesta...

Asentí dándole la razón, era totalmente cierto. El lo sabía perfecto.

Antonia: Gracias por entender -digo asintiendo-
Villamil: Y de hecho, también quiero pedirte perdón, por, ya sabes, lo de anoche, sé que no debí hacerlo... No si tú no querías -dice cruzandose de brazos-
Antonia: está bien... Estamos bien -ladeo la cabeza con una sonrisa-

Me di vuelta para irme pero su voz me hizo parar, y sentir su mano en la mía me impidió seguir caminando.

Villamil: ¿Por qué lo hiciste? –pregunta en un murmuro–
Antonia: ¿Hacer que? –digo digiriendo la mirada a sus ojos. Aquellos ojos tan lindos–
Villamil: Seguirme el beso... Si tú no quieres nada conmigo, ¿Por qué lo hiciste?

Su pregunta me había tomado por sorpresa, si bien el alcohol me hizo perder la cordura, decir eso no sería una buena idea. Aunque esa haya sido la verdad. Estaba demasiado inconsciente como para detenerme a pensar en lo que hacía.

Antonia: Lo siento, te dije que no estaba pensando en lo que hacía –suspiro mirando otro lado– Es solo que, no quiero hacerte pensar otra cosa. –murmuro volviendo la mirada a el– Y tampoco quiero hacerte problemas. Tal vez deberíamos no hablar de esto nuevamente y mucho menos mencionarlo.
Villamil: ¿Más mentiras? –pregunta burlonamente– Nunca vas a aprender, Antonia Vargas.
Antonia: ¿Sabes algo?, déjame en paz, contigo nunca se puede estar bien, siempre buscas alguna manera de comenzar una pelea, y eso es lo que me molesta, ¡Por eso no quise volver contigo! –digo sin pensar–No estábamos listos para estar juntos, y tal vez nunca lo estemos.

Digo dándome la vuelta para ahora sí salir de su habitación. Pero su mano en mi brazo haciéndome girar y sus labios sobre los míos me impidieron reclamarle.
Se separó enseguida mirándome directamente a los ojos.

Villamil: No estamos juntos por qué tu así lo quisiste,  –murmuro sobre mis labiosAsí que piensa quien es el verdadero problema. –dice para después salir de la habitación–

Ok ahora estaba molesta, ¿Quien se creía para tratarme así?, primera nota mental: no volver a sentirme mal por el. NUNCA.
Salí molesta de ahí, estoy segura de que azote la puerta, pero la maldita puerta era el último de mis problemas.
Llegué a la recepción donde estaban todos riendo, Villamil estaba ahí, todos me miraron menos el, seguro mi cara delataba lo molesta que estaba en este momento.

Nath: Hey, ¿Estás bien? –pregunta sobando mi brazo–
Gisselle: ¿Estás molesta por lo que hice?, perdón Tony –dice haciendo un puchero–
Antonia: Estoy bien... Digo, bien con lo tuyo –le digo a Gi. La ví suspirar de alivio– Pero me siento algo mal, me duele la cabeza y tengo algo de náuseas me cayó mal la comida –me encojo de hombros– prefiero quedarme aquí hoy.

Escuché una risa, supe perfecto de quien era, todos se alejaron después de despedirse de mi, menos Juan Pablo, al cual tenía ganas de golpear.

Villamil: ¿Cual de todas esas no es una mentira? –pregunta cruzandose de brazos–
Antonia: Ninguna lo es –imito su acción– Tu presencia me enferma.

Mas De Lo Que Aposté. -Juan Pablo Villamil.- LDA #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora