Mas De Lo Que Aposté. -Juan Pablo Villamil.- LDA #3

36

Antonia

Antonia: hola -sonrío nerviosamente- Bien vámonos -digo saliendo de ahí rápidamente, camino fuera del backstage, y salgo por la pequeña salida, que daba dónde Juanpa estaba-
Juanpa: ¡Hola tu! -dice rodeando mis hombros con su brazo- Estuviste asombrosa.

Le sonreí dejando un beso sobre su mejilla, ví de reojo como llegaban los demás, no sé por qué estando con Juanpa me había sentido tan tranquila, pero una vez que los demás habían vuelto por unos días, sentía esta horrible sensación en mi pecho, no lo entiendo y lo odio.
El concierto pasó y me enfoqué en disfrutarlo y olvidarme de lo demás, y lo logré y ahora estaba más feliz que antes.

Antonia: ¿Vienes conmigo a casa? –pregunto con una sonrisa mientras acaricio su cabello–
Joel: Por supuesto –sonríe terminando de ponerse la camisa– Te veo ahí, iré al hotel por mis cosas, mi vuelo sale en la mañana.
Antonia: Te esperaré –deposito un beso sobre sus labios– Me iré con Juanpa.

Nos despedimos una última vez, y salí del camerino dónde nos encontrábamos, camine fuera del auditorio, dónde en la entrada me encontré a Juanpa reunido con los demás.
Ok Antonia, ve ahí, actúa normal, despídete y agradeceles por haber venido.
Caminé con todo el valor del mundo hacia ellos, quienes al verme me miraron con una sonrisa, menos... Bueno, ya saben quién.

Nath: Tony iremos a cenar, ¿vienes? –pregunta con una gran sonrisa. No me hagas esto–
Antonia: No puedo –murmuro cruzandome de brazos– Lo siento chicos, Joel irá a casa conmigo.
Simón: Pero, ¿no puede venir con nosotros?
Antonia: Está cansado, debe dormir, mañana temprano se tiene que ir –explico tratando de sonar convencida– Tal vez mañana.
Isaza: Nos vamos por la noche, no nos dejes ir sin despedirte –sonríe abrazándome alejándome un poco de los demás– Sé que algo te pasa, te conozco.

¿De cuando acá era que yo me había vuelto tan transparente?, mas bien, había olvidado que Isaza me conocía tanto, e incluso un poco más de lo que yo me conocía.

Antonia: Me están pasando muchas cosas que no entiendo –suspiro levantando la mirada– Me siento como una niña que recién comienza a conocer el mundo. No soy una niña, se supone que yo podría contra cualquier cosa, incluso con esto.
Isaza: ¿Que es lo que sientes? –pregunta ladeando la cabeza– Supongo que tiene que ver con Villa por tu reacción cuando lo viste, o por como esquivaste el mirarlo todo este rato.
Antonia: Creo que sí –digo cruzandome de brazos– Creo que gira en torno a el, siempre ha sido así. Creo que aún me gusta, y no se como reprimir todo esto, por qué estoy segura de que no quiero hablarlo ni sentirlo, estoy cansada de eso.
Isaza: Reprimir lo que sientes no es bueno –murmura negando con la cabeza– Por qué cuando guardas todo, siempre termina explotando, y es ahí cuando las cosas salen mal, entonces llegan los problemas y no siempre hay solución a ellos.
Antonia: Entonces, ¿dices que debo decirle?
Isaza: Si no quieres no, pero no dejes que todas esas cosas te consuman, recuerda que tu eres más fuerte que cualquier otro sentimiento, y que nada de eso, va a tirarte –sonríe abrazándome nuevamente– Prométeme que estarás bien.
Antonia: Te lo prometo –sonrío recargando mi cabeza en su hombro–

Tal vez esté harta de prometer cosas que sé que tal vez no podré cumplir, no iba a estar bien, no podía controlarme, todo lo que siento me está controlando y no sé cómo pararlo.

Isaza: Ahora, ve a casa y descansa, que mañana pasaremos la tarde contigo –besa mi frente– Y sigue haciendo eso de evitar a Villamil, es gracioso escuchar como se queja de eso conmigo.

Suelto una baja risa caminando a su lado a reunirme con los demás.

Antonia: ¿Irás con ellos? –pregunto a Juanpa quien abrazaba a Gisselle–
Juanpa: Si –sonríe– Es decir, iba a ir contigo pero, no quiero escuchar nada de lo que sea que vaya a pasar ahí. –menciona burlonamente–