CAPÍTULO XVII

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Mace se marchó muy feliz hacia la séptima planta, bautizada por los sirvientes, como "El piso prohibido".

Irrumpió en la habitación común de los príncipes, donde pasan su tiempo libre y pueden descansar unos momentos de la labor de reinar.

- Hola cariño.- La saludó Eliel desde su butaca, despegando la mirada del libro que estaba ojeando.

- Hola amor...- Besó sus labios de forma corta.
Oye Khalid,
¿puedes venir un momento?

- Claro... ¿Para qué?

- Katherine quiere verte.

Los seis príncipes giraron la cabeza al menos ciento ochenta grados, sus caras eran un auténtico poema.

- ¿Es una broma?- Preguntó desconcertada.

- No.

- Eh...Vale...

- Bien, genial... Y por cierto...
¿En este castillo hay algún médico?

- ¿Para qué necesitas un médico?- Inquirió Dominik.

- ¿Te encuentras mal?- Preguntó el sexto príncipe mientras se levantaba de la silla con preocupación.

- No, yo no... Es para Katherine, está algo enferma.

- ¿Enferma?

- Es un simple resfriado, supongo.
Pero quiero asegurarme.

- Aquí no tenemos doctores, ahora no los necesitamos.

- Podríamos traer a un humano para que la atienda.- Propuso el mayor.

- Ya... Va a ser que no le va a hacer mucha gracia que traigáis en contra de su voluntad a un mortal para que le haga una revisión.

- Que sea un classis superioris, ellos se mueren por venir al castillo, no tenemos ni que pedírselo.

- Podría funcionar, pero como sea uno de los típicos que a donde quiera que vaya, hable y camine con aires de superioridad...

- En ese caso...- Suspiró Eliel pensando en alguna otra solución, ya que si no son todos, la mayoría son así.

- Hudson puede hacerlo.- Planteó su hermana, a lo que giraron la cabeza hacia ella, incluyendo al recién nombrado.

- Es verdad. ¿No te pasaste años estudiando a los humanos?
Ya sabes, sus costumbres, enfermedades...

- No.- Se negó en rotundo y siguió con su lectura.

- ¿Por qué no?

- Porque no es buena idea.

- Oh vamos, siempre se te dió bien curar a las personas.

- Hay una gran diferencia entre curar a un humano y tratar a un vampiro cuyo único problema es tener una estaca clavada en el pecho.

- ¿Y?

- Los humanos son más complejos. Si haces algo mal con un inmortal solo le causarás dolor momentáneo, pero cuando cometes un error con ellos puede ser fatal.

- Venga Hudson, no es para tanto.
Además, así podrás estar con ella.

- Me tenéis un poco hasta los huevos con este tema.- Gruñó enfadado.

- Y yo estoy hasta los huevos de que te pasees por el segundo piso cada cinco minutos porque desde ahí puedes sentir más su olor.- Se burló su hermano mayor.

- Que te jodan.- Sonrío con agotamiento y volvió a desviar la mirada.

- Venga Hudson...- Esta vez le rogó Mace.
- Porfa...

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