– ¿Y por qué hicieron eso? ¿Por qué el "chupasangre" como dices tú,
no le mató? Por mucho que el señor Walker tuviera sangre vampírica en su organismo no se habría...– Ahm...– Quise explicárselo, pero me interrumpió bruscamente.
Estaba tan asombrada por el relato, que ni siquiera se dió cuenta de ello.– Un momento... ¡Un momento! ¡¿Qué pasó después?! ¡Abel se transformó?
– Ahora te lo cuento todo, solo... Cálmate–. Reí algo enternecida por su actitud.
Al parecer, aquella leyenda local consiguió poner a la pelirroja demasiado ansiosa.
Y esa emoción casi infantil que expulsaba por cada poro de su cuerpo me recordaba demasiado a Ariel.
Sinceramente, jamás pensé que podría echar tanto de menos a un pequeñajo como él.– Como bien has deducido, Abel despertó. Pero no como un vampiro.
– ¡¿Y en qué se transformó?!
– En un fallido.
– Ah, vale... Espera... ¿en un qué?
– ¿Enserio hemos vivido en el mismo poblado? Porque parece que has salido de un asilo de ancianos en el que solo se hablaba de hemorroides.
– Que... graciosa...– gruñó entre dientes– ¿vas a decirme que es esa cosa o no?
– "Fallido"es el nombre que se les asignó en el poblado, a aquellos humanos que no fueron capaces de "superar" la transformación vampírica.
Los demonios de sangre los llaman de otra manera que desconozco. En latín, por supuesto.– Nunca he leído acerca de nada parecido. Ni siquiera en un libro de la biblioteca de los McClaine.
– Por lo que sé, los fallidos se despiertan sin recordar nada. Creyendo que aún son humanos.
– Pero no lo son...
– No... pero tampoco son vampiros. Son algo así como... un punto medio entre ambos mundos.
– Pero eso es imposible. No puede haber "mestizos" convertidos, solo nacidos.
– Exacto. Por eso los fallidos mueren naturalmente horas después de despertar. Porque literalmente, son fallos.
– ¿Son peligrosos?
– Mucho. Esos seres, en su poco tiempo de vida, tienen momentos de rabia y momentos de lucidez.
– ¿Y qué quiere decir eso?
– Como acabo de decir, los fallidos piensan que siguen siendo humanos. Estos son sus momentos de lucidez, en los que saben lo que está bien y lo que está mal y en los que recuerdan a su familia y amigos. Sin embargo, eso puede cambiar de un instante a otro, convirtiéndose en bestias que solo buscan alimentarse.
– ¿De sangre?
– No. De carne humana.
– Entonces... el señor Walker...
– Se comió a su mujer.
– Dios santo...
– Cuando su momento de lucidez volvió, se quedó petrificado sin saber que hacer.
– Bueno, por una parte, ellos le mataron primero. Y si no lo hubieran hecho, nada de eso habría pasado.
– Después le volvió la locura y finalmente, uno de sus hijos acabó con su vida con ayuda de una bala de plata.
– Que tétrico.
– Lo sé... Supongo que ahora entiendes por qué me da un poco de miedo.
– ¿Por qué el vampiro le hizo eso a Abel?
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INVICTUS
Vampire¿Qué pasaría si todo lo que odias, se convirtiera en aquello por lo que darías la vida? ¿Qué sentirías si lo que te arrebató a tus seres queridos, ahora es parte de tí? ¿Qué pensarías si no pudieras resistirte al ser que causó tu destrucción? ¿Qué...