CAPÍTULO XXIX

51.6K 5.3K 1.6K
                                    


– Eh, eh, eh. Espera un momento.
¿El rubiales no sabe leer mentes?– Viktor se paró en seco justo antes de salir por la puerta.

– ¿Dominik? Sí.

– ¿Y lo dices así tan tranquila? El plan se ha ido a la mierda, seguro que cuando se lo dijiste él leyó tus pensamientos.
¡Sabrá que todo es una farsa!

– Nah, tengo mi técnica infalible.

Se quedó callado durante unos segundos. – A ver, venga. Ilumíname.

– Pues verás, solo con no mirarle a los ojos, ya está todo hecho. Pero si por algún casual se me olvida, o se me escapa la mirada, rápidamente pienso en un grupo de abejas en formato de dibujo animado, vestidas con equipación de yoga, haciendo estiramientos mientras ven en una mini tele a un instructor avispa que habla a base de zumbidos.

Se quedó callado durante unos largos segundos.

– ¿Pero que cojones?

– Dominik aparta la mirada al instante, nunca falla.

– ¡Normal! ¿De dónde coño has sacado eso?

– En mi casa por razones obvias no tenía televisión. Pero un día después de que se llevaran a Mace, yo estaba haciendo su antigua jornada de limpiadora en la casa de una zorra, bastante parecida a Lisa, que por cierto, era Loren, la hermana de Alice. Ya sabes, para intentar llegar a fin de mes, pero ni con eso.

– Fíjate, las dos con L. Vamos a llamarlas el dúo langosta.

– El caso es que un día en el televisor apareció eso y me traumé. Ahora no puedo sacármelo de la cabeza, pero me sirve para estás cosas.
Así que, si el príncipe Dominik se te acerca, lo único que debes hacer es o desviar la mirada, o pensar en algo así.

– Estás loca y eso es muy raro. Pero me vale. Venga vamos.– Agarró mi mano y salimos del cuarto.

Caminamos con nuestras manos entrelazadas rumbo a las cocinas.
Los cuchicheos y susurros no tardaron en llegar incluyendo alguna mirada cargada de expectación, pero nosotros simplemente andábamos como si no nos diéramos cuenta de que éramos el nuevo cotilleo de la semana.

Esa frase me trae viejos recuerdos.

¿Sí me preguntan... Cuánto tiempo digo que llevamos saliendo?

– Poco, dos semanas, si no cantaría mucho, porque literalmente hace tres te besaste con una tía del departamento de jardinería delante de medio castillo.

– Ah sí, se llama Cris. Una chica muy maja.

– Seguro que sí.– Sonreí levemente. – Venga vamos, que la tarta de frambuesa no se va a hacer sola.

– Podría acostumbrarme a saborear ese manjar todos los días.

– Lo harás durante un mes. No sé ni de dónde voy a sacar el tiempo.

– Ese ya es problema tuyo.

– Que inteligente, no lo sabía.– Respondí con sarcasmo.

– Es una cualidad que tengo.

– Pues espero que tu otra cualidad sea la actuación.

– Por favor, ¿por quién me tomas? Yo en mi otra vida fuí una actriz de Hollywood muy respetada.

– Tú con que tengas cuidado con Dominik me vale.

– Pensaré en las abejas deportistas.

– Así se habla.– Dije divertida.

INVICTUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora