CAPÍTULO LXXI

30.4K 3.3K 859
                                    

– ¡Esto no está bien!– chilló Khalid con el rostro empapado en lágrimas–. ¡Han pasado tres días y todo sigue igual!

– Él necesita tiempo...– trató de calmarla Eliel, siendo el único capaz de concebir mínimamente el dolor que sufría su hermano.

– ¡¿Tiempo para qué, eh?! ¡¿qué necesita para darse cuenta de que Katherine está muerta?! ¡¿que su cuerpo se descomponga día tras día, frente a sus ojos?! ¡porque a este paso es lo que sucederá!

– Khalid tiene razón– murmuró Dominik–. Katherine se merece un entierro, una ceremonia digna, no pudrirse en la cama en la que alguna vez durmió.

– ¿Podemos esperar al menos hasta que venga ese amigo tuyo?– intervino Mace–. Pase lo que pase, quizás él pueda hacer entrar en razón a Hudson.

– No se ha separado de ella desde lo que pasó– musitó Jackson, cabizbajo–, y no deja que ni nosotros nos acerquemos. ¿Qué te hace pensar que va a permitir que ese brujo, esté siquiera en el mismo cuarto que Kathy? Intentarlo será una pérdida de tiempo.

– Puede que lo mejor sea..., enterrarla, pasar página. Ya hemos ordenado hacer una zanja y...

– No podéis estar hablando en serio– dijo Mace exaltada–. Prometisteis esperar, puede que Lisa tenga razón y haya una posibilidad de que Katherine despierte.

– ¿Tú también, Mace? ¿por qué ese afán por ilusionarse falsamente y sufrir todavía más?

– He cambiado de parecer, debemos conservar al menos unas mínimas esperanzas. Si cualquiera de nosotros estuviéramos en su lugar, Kathy haría cualquier cosa para salvarnos; no perdería la esperanza hasta el último momento y removería cielo y tierra con tal de encontrar algo que pudiera traernos de vuelta.

– Pero...

– Además, ¿cómo pensáis hacer eso de "enterrarla"? Hudson no lo permitirá, ni por encima de su cadáver.

– ¡No puede seguir así, joder! No come, no descansa, y estoy segura de que tampoco cura sus heridas; se está volviendo loco. Apuesto lo que sea a que Katherine, si pudiera ver esto, preferiría mil veces que mi hermano acepte su muerte y pase página, a que se descuide de tal manera a sí mismo.

– Lo siento Mace, pero si para dentro de tres días no ha habido ningún cambio, enterraremos a Katherine haciendo el ritual correspondiente. Su alma merece descansar en paz y nostros debemos seguir adelante, tal como lo hemos hecho siempre–. Añadió Jackson, sorprendiendo a la "reciente" vampiresa.

– Jackson..., precisamente tú querías muchísimo a Katherine. ¿Cómo puedes decir eso...?

– ¡Precisamente porque la quiero debo superarlo! ¡Ella no querría vernos así, y no querría ver así a Hudson...!
Mi hermano pequeño necesita ayuda, necesita a alguien que le apoye, alguien que sea capaz de transmitirle una mínima felicidad, no a alguien que esté destrozado también.

***


– No vas a volver, ¿verdad?– musitó el vampiro, abrazado con fuerza al cuerpo de la joven–. ¿Me has dejado para siempre..? Prometiste no hacerlo, dijiste que estarías a mi lado cuando más te necesitase, y te necesito ahora– Tras unos segundos sacudió levemente la cabeza, tratando de eliminar esos malos pensamientos y adoptar una actitud positiva–. Ellas han vuelto Katherine, y no puedo hacer que se vayan. Me recuerdan cada día lo que hice, que te hice daño. También dicen que me odias, y que si vuelves me tendrás miedo. Me repiten todo el tiempo que jamás podrás perdonarme..., Fue un accidente, lo sabes ¿no? yo nunca te haría daño.
Pero tienen razón, fue culpa mía, tendría que haberme controlado, haber aguantado un poco más...– aumentó la fuerza de su agarre–, ¿es cierto que me rogaste que parara? Yo no te oí, te juro que no...– apretó la mandíbula–. Cuando vuelvas prometo hacerte feliz, no volveré a herirte y haré lo que sea para complacerte, pero por favor, perdóname. No creo poder soportar que me odies y me tengas tanto pavor al punto de temblar con tan solo acercarme. Otra vez no...

INVICTUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora