Un desastre.
Un chico deprimido.
Sarcástico.
Lleno de mentiras.
No le queda nada.
Llegó a mi vida en mi peor momento y me dio fuerzas.
Cargó con mis angustias y miedos.
Todo eso es Jaden.
Cuando se ama simplemente lo entregas todo y salir destruida...
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Jessica Jones
Frunzo el ceño en cuanto siento un fuerte rayo de sol chocar contra mi rostro, lo que me hace despertar.
Paso mis manos por mis ojos intentando acostumbrarme, cuando lo hago lo primero que siento es un olor a cigarro que me hace sonreír de inmediato.
Cuando me giro veo a Jaden a un lado de la ventana fumando, trae puesto un pantalón de pijama y su abdomen está al descubierto, permitiéndome verlo en toda su poderosa gloria mañanera con el cabello revuelto que lo hace ver aún mas sexy, si eso si quiera pudiera ser posible.
Me siento en la cama envolviéndome con la sábana blanca, estoy completamente desnuda, ayer durante la tarde y noche lo hicimos... ¿Qué? ¿Unas seis veces en total? Joder.
Me aclaro la garganta y él se gira a verme.
—Buenos días— dice con aquella voz grabe mañanera que me vuelve loca, deja el cigarro en el cenicero y se acerca a mi, sentándose a mi lado en la cama.
—Buenos días— le digo de vuelta sonriente.
Estoy muy feliz, ya extrañaba a Jaden y realmente necesitaba que volviéramos a ser novios.
—¿Dormiste bien?— me pregunta sin despegar sus ojos de los míos mientras se echa en la cama y deja sus brazos por debajo de su cabeza, debo concentrarme en la pregunta que acaba de hacerme para no acabar babeando sobre sus musculosos brazos.
¡Enfócate, Jessica!
—Dormir, dormir... no lo sé, pero ha sido la mejor noche sin duda— digo sin molestarme en que se me salga un leve tono pervertido.
—¿Ah, si?
Asiento con la cabeza en una respuesta completamente afirmativa y siento como su mirada intensa me atraviesa profundamente, estira uno de sus brazos y lo deja sobre la orilla de la sábana que cubre mi desnudez, la tira hacia abajo dejando mis pechos al descubierto.
Sonrío— ¿Qué haces?
—Después de tres eternas semanas debemos recuperar todo el tiempo perdido— dice con una sonrisa pervertida mientras sube su mano a mi mentón, me acerca a él y junta nuestros labios en un beso.
No puedo evitar sonreír al mismo tiempo que adentra su lengua a mis boca.
Realmente nunca podríamos tener suficiente el uno del otro, ¿Eh?
Me subo a horcajadas de él, justo en el momento en que la temperatura realmente estaba subiendo, escuchamos como alguien toca la puerta de la habitación, Jaden gruñe entre besos y se aleja afirmando su cabeza contra la almohada, lo miro divertida.
—¿¡Qué!?— grita molesto.
—Tenemos unos... problemas, jefe.— habla David detrás de la puerta.
