Un desastre.
Un chico deprimido.
Sarcástico.
Lleno de mentiras.
No le queda nada.
Llegó a mi vida en mi peor momento y me dio fuerzas.
Cargó con mis angustias y miedos.
Todo eso es Jaden.
Cuando se ama simplemente lo entregas todo y salir destruida...
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Jessica Jones
Jaden y yo estamos tomando un poco en la barra cuando me distraigo viendo a Peter bailando con una chica muy juntos e incluso besándose de vez en cuando, le susurra algo al oído y se acerca a nosotros.
—¡Qué fiesta, eh!— grita mi amigo para luego pedir otro trago.
—Uhm, Peter... ¿Qué está pasando?— le pregunto, luce confundido hasta que mira a la chica con la que bailaba y luego a mi.
—Oh, si, eso. ¿Sabes qué? ¿Para qué etiquetar como homosexual y heterosexual? Me gustan las personas y ya, la chica acaba de insinuarme algo sobre ir a las habitaciones del segundo piso, así que tal parece que tendré un poco de acción esta noche— dice divertido y emocionado para luego tomar su trago todo de un sorbo— ¡Wow! ¡Vamos allá!— se aleja para ir de nuevo con la chica, miro a Jaden y ambos reímos.
—Parece que si le ayudó venir a la fiesta— dice mi novio.
Si, mi novio. Mi novio.
—Definitivamente.
Iba a contarle algo cuando me interrumpe Tania.
—Los chicos y yo los estamos esperando— dice tomando un sorbo de su trago.
—No nos apetece volver, gracias.— dice Jaden
—En serio que tu diversión del momento comienza a lavarte el cerebro, ¿Qué pasa contigo?— le pregunta Tania mirándolo de arriba a abajo.
—Diversión del momento no, novia. Ya es mi novia.— le aclara y no puedo evitar sonreír.
Toma eso, perra.
—Fue mas rápida que la anterior al menos— dijo mirándome con odio.
¿Qué...dijo?
—Qué clase eso de esperar que tu hermana se vaya al más allá para robarle el novio. Perra— dice dándose media vuelta, pero yo ya estaba soltando humo por mis oídos y antes de que quien sea me pudiera detener corro hacia ella para tirarle el pelo por atrás. Estoy muy molesta y el alcohol en mi sistema hace que actúe con mucha más agresividad, cuando se da media vuelta comenzamos a tirarnos manotazos la una a la otra, le golpeo fuerte hasta que cae al piso y yo me ubico a horcajadas de ella para golpearle con más fuerza.
—¡Oh, no! ¡Aún no ves que tan perra puedo ser!— le grito
—¡Me rompiste la nariz!
Me sorprendo de la fuerza de mis golpes, ella usa sus uñas falsas para enterrármelas en el rostro y de hecho si duele bastante.
—Okay, suficiente— escucho a Jaden desde atrás mío y siento como me sujeta por la cintura para alzarme del piso y sacarme del lugar.
—¡Suéltame! ¡Aún no termino con ella! ¡Que me sueltes digo! ¡SUELTAME, IMBÉCIL! ¡Mierda! ¿¡Cómo se siente que una puta niña te haya dado tu merecido!? ¿¡EH!?— le grito y no puedo evitar soltar una risa al final.
