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¿ASÍ QUÉ LA CHICA MISTERIOSA NOS DEJA un moretón en los brazos que resulta ser el logotipo de un banco?—Preguntó Lydia sin poder creérselo, después de todo lo que le estuve contando en nuestro corto trayecto al instituto.—Que intentaba hacer, ¿darnos un consejo de inversión?
—No, pero supongo que intentaba que averiguásemos la ubicación del paradero de Boyd y Erica. Pero tarde hermana, Isaac lo resolvió por ti.—Me bajé del coche segundos después de que Lydia y Allison también lo hicieran.—¿Ese chico, no es maravilloso?
—No. Y ese banco no es, lleva años cerrado.—Trató de quitarle mérito, a lo que solo rodé los ojos. ¿Por qué le caía tan mal?
—¿Por qué no se lo dices a Scott?—Preguntó la pelirroja, cuando nos dirigimos al maletero a sacar nuestros bolsos. Me apoyé en la puerta del coche, a la espera de que Allison terminara de atarse bien su abrigo.
—Porque según alguien tengo que encontrar algo real.—Al abrir el maletero, pude divisar nuestras pertenencias. Cogí los dos bolsos y se lo cedí a mi hermana. Agarré mi chaqueta, destapando un poco una herramienta. Era raro, pero lo pasé por alto.—Lo que me recuerda que no puedo llevarte hoy, tengo que hacer un recado.
Las tres seguimos caminando hasta la entrada del instituto. A unos metros estaba aparcado el único Jeep azul de la secundaria. Al pasar por su lado levanté mi mano y saludé, Stiles y Scott repitieron el mismo proceso. Agudicé un poco mi oído, en los primeros intentos fallé pero luego escuché como repasaban el plan de esta noche.
(...)
—Bueno ¿Veis esto?—Stiles dejó el plano del banco de Beacons Hills sobre el escritorio del apartamento de Derek.—Así es como entraron : Hay un conducto de aire acondicionado en el tejado, que va por el interior de las paredes hasta la caja fuerte que está aquí.—Con un rotulador rodeó la ubicación dentro del banco.—¿Vale? Uno de los ladrones bajó por este hueco, pero el espacio es tan reducido que le llevó cerca de doce horas perforar la pared, que es de piedra por cierto. Entonces durante la noche fueron sacando el dinero en efectivo hasta el tejado a través de ese pequeño hueco en la pared. ¡Boom!
—¿Cabemos por ahí?—Preguntó Scott sin muchas esperanzas.
—Sí podemos, pero muy muy poco. Y parcheando la pared por lo que vamos a necesitar un taladro de algún tipo. Estoy pensando en uno con punta de...—Stiles contaba, pero Derek le interrumpió.
—Olvídate del taladro.—Decía Derek, apoyando sus brazos en el escritorio. Parecía estar memorizando el interior del plano.—Si yo voy primero ¿Cuánto espacio tengo?
