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TOQUÉ SU HOMBRO HACIÉNDOLO SOBRESALTAR, del susto tiró todas las plantillas de sus jugadores al suelo y tocó el silbato que sujetaba entre sus labios ruidosamente, después el entrenador se giró enfadado para encararme.
—¡POR DIOS ARGENT, CASI ME MATAS DEL SUSTO!—El que parecía que iba a matarme era él con su voz extremadamente fuerte, pronto mis oídos comenzarían a sangrar.
—Lo siento entrenador, no fue mi intención.—Me disculpé recogiendo todas las hojas esparcidas por el suelo. Las enrollé y se las pasé, no sin antes echar un ojo a la plantilla masculina de lacrosse.—¿Va a llevar a todos ellos?
—Sí, son extremadamente malos jugando. Tendré que sustituirlos al segundo, y si me permite seguiré trabajando en ello. No doy a basto.—Intentó marcharse pero me coloqué delante de la puerta, impidiendo la salida.
—Le tengo una propuesta que no puede rechazar entrenador.—Se mantuvo callado, cediéndome la palabra.—He visto la plantilla, déjeme añadir que son pésimos jugando. Entonces pensé que quizás, con un asistente de campo podría dar más juego. ¿Qué me dice?
—Una idea genial, no sé como nunca se me llegó a ocurrir.—Su sarcasmo inundó mis tímpanos.—Solo por una pequeña excepción : No hay presupuesto para pagarlo. Aclarada sus dudas, debo marcharme.—Intentó volver a salir, y de nuevo lo interrumpí, esperando que sea la última vez.
—Yo me ofrezco gratuitamente entrenador. He visto varios partidos de lacrosse, sé jugar, tengo experiencia, puedo aportar nuevas estrategias, y lo mejor de todo : "Gratis".—Alcé mis cejas, al ver como su semblante cambiaba.
—¿Gratis?—No se lo podía creer, por eso me miraba esperando la trampa.
—Gratis.—Afirmé.—Completamente. No me tiene que pagar. ¿Y?
—Si es gratis, bienvenida al equipo.—Elevó su mano para pactar nuestro acuerdo. Antes de aceptar, comenté una última cosa.
—Entonces, eso quiere decir que voy a la concentración ¿verdad?—Bobby me miró como si acabara de descubrir la trampa en todo esto, luego habló.
—Es por el hotel ¿verdad?—Sonreí por unos instantes a su acertada teoría, y continué.
—A mí también me gusta la palabra gratis, entrenador.—Terminé por sellar el acuerdo. Le extendí la mano y ambos la estrechamos por unos segundos para validarlo. Acordamos el día y la hora para el próximo viaje del equipo, que sería dentro de unos días.
