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DESGRACIAS / diecisiete. ▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
DESPUÉS DE VARIAS HORAS, LA FIESTA se vuelve un poco aburrida, personas bebiendo de aquí para allá, otras bailando, y otras (como mi hermana y yo) vigilando lo que pueda suceder.
Maldición, Jackson entrando a la fiesta. Al parecer Allison, Stiles y Scott también se habían dado cuenta de su no agradable presencia.
—Que comience la verdadera fiesta.—Dejé el vaso de ponche a un lado de la mesa. He de decir que tal vez tenía que haber reducido la dosis de alcohol, pero no sé la razón por la cual hoy me encontraba perfectamente.
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—¡Lucie! la luna llena ya ha salido, y no entiendo como tú ni si quiera te has transformado.—Miré mi reflejo en la piscina, donde la luna llena se reflejaba en el agua, y luego levanté mi vista hacia el oscuro cielo.
—¿Mi cuerpo ha rechazado el mordisco?—Le pregunto, ya que él parece tener más experiencia que yo, que yo sepa o te conviertes o te mueres.
—Solo hay una persona a la que no le ha afectado y no ha muerto.—Era Lydia.—Lo mejor será que hables con Derek, él estará más informado en este asunto.
—No puedo, le mentí y le dije que iba con mi familia.—Bebo un trago de la bebida y vuelvo a explicar.—¿Cómo reaccionaría si se llega a enterar de que estoy en una fiesta llena de adolescente, mi primera luna llena?
—Derek es Derek, pero yo de ti no le tendría miedo.—Frunzo el ceño por las palabras de joven hombre lobo. ¿Yo? ¿Miedo a Derek?
—No lo hago, solo quiero que no me moleste por una noche de mis largos días en el mundo sobrenatural. Aunque viendo lo visto no creo que me convierta, solo fue un mordisco y ya.—Intento restarle importancia, pero Scott niega, dado que él cree que la tiene.
—De todas formas me acompañarás con Derek, esto nunca suele pasar, una entre millones.—Asiento repetidas veces para dejar aquí la conversación y Scott se queda paralizado observando un punto fijo durante varios segundos, en concreto a Allison.
—Por favor aclarad vuestras cosas de una vez por todas, quieras que no es mi melliza y noto por lo que está pasando.—Doy varios golpes en el pecho del hombre lobo.—Ánimo.
Salgo del patio para intentar buscar a Lydia. Después de varios minutos de fracaso absoluto en la búsqueda de la pelirroja, miro la copa que estoy sosteniendo entre mis manos. A unos metros de mí, están Scott y Stiles.
