11. 𝙲𝙰𝙼𝙿𝙾 𝙳𝙴 𝙱𝙰𝚃𝙰𝙻𝙻𝙰

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SOLUCIONES / veinte

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SOLUCIONES / veinte.
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TODO ESTÁ MAL, DEATON. ¿LO VES? El que yo pensaba que era psicopata no lo és, en comparación con mi abuelo, el cual está usando a una criatura sobrenatural para...¿Para qué?—Le pregunté a Scott, ya que Gerard se presentó por la mañana a su casa con la kanima, metiendo a su madre en los asuntos sobrenaturales.—¿Sabes? Mejor no saberlo Dios sabe lo que quiere hacer. Por otra parte mi familia, no tuve otra opción que contárselo a Allison, ya que temo de que ella tire por el otro camino, por el de Kate. Lo ves, todos los problemas son Gerard, Gerard y Gerard, ahora mismo la kanima es cero en mis prioridades.

Resumí. Scott ya sabía la mayoría de los problemas, solo que también me quería volver a desahogar. Me apoyé en la camilla metálica observando como Deaton le ponía una inyección a un perrito. El veterinario fue de mucha ayuda en esos últimos días con eso de ayudarme en el control. Derek tenía razón, en el bestiario había dos páginas dedicadas únicas y exclusivamente a lo que me pasaba.

—¿Te importa ir a abrir?—No continúe, ya que Scott se incorporó y salió para mirar quien había sido el cliente que acababa de entra por la puerta de la clínica. En cambio nos pareció muy raro al ver como todos los perros ladraban a la misma vez, supuse que se venían problemas.

Perseguí a Scott y me llevé una gran sorpresa al saber quién era y que hacía aquí.

—Está bien Isaac, pasa.—Deaton abrió la puerta que contenía serval y él entró con timidez. Me ahorré de saludarle, así que solo le di una corta sonrisa y volví a caminar hacia adentro.

Se situó a mi lado, a pesar de los nervios e incomodes que tenía, traté de pasarlo por alto para sujetar al cachorro que debía de ser vacunado.

—¿Por qué huele así?—Preguntó Isaac confundido después de olfatear el aroma que desprendía el perro.—¿No hueles?—Me preguntó esta vez y alcé los hombros.

—Siento decirte que tú alfa me convirtió sabiendo controlarme, pero desgraciadamente no sé captar aromas, ni escuchar latidos, ni nada sobrenatural. Se requiere practica, bastante según Deaton.—Confesé mientras acariciaba la cabeza del cachorro y Deaton terminaba de inyectar la vacuna.

—Scott dijo exactamente lo mismo hace unos meses.—Confesó el veterinario y su joven ayudante hombre lobo asintió a sus palabras.—Un día pudo empezar a diferenciar entre que animales estaban mejorando y cuales no lo harían.

—Este no mejorará ¿Verdad?—Preguntó Isaac con su tono de voz entristecido, cuando lo suponíamos que el estado del cachorro no era el mejor. Deaton nos lo confirmó cuando negó varias veces.—¿Tiene cáncer?

✓ | 𝒂𝒓𝒈𝒆𝒏𝒕, isaac lahey Donde viven las historias. Descúbrelo ahora