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EVOLUCIÓN / veintidós. ▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
LO SÉ.—Bobby finalmente comenzaba a marcharse del vestuario justo cuando yo recién acababa de llegar. El entrenador me saludó con un asentimiento de cabeza y salió.
—¿Se han ido todos?—Nos preguntó Scott. Visualicé el completo y silencioso pasillo de la preparatoria y cerré la puerta del vestuario a mis espaldas. Isaac pareció hacer lo mismo buscando algún indicio de humanos cerca.
—Creo que sí.—Pronunció finalmente el chico de rizos mientras pasaba su brazo por mis hombros. Lo miré con una sonrisa ladina y esperé a que Scott abriese la taquilla de Stiles para rastrearlo.
—¿Lo buscarás por el olor?—Pregunté mientras observaba la bolsa de entrenamiento de Stilinski.
—Sí, lo haremos nosotros dos.—Mencionó Scott mirando esta vez a Isaac. Ambos betas sabían que yo aún no podía rastrear, ni mucho menos sabía controlar los "poderes" sobrenaturales de los hombres lobos.
—¿Por qué te toca a tí la camisa y a mí el calzado?—Preguntó Isaac indignado cuando Scott dejó entre sus manos unos zapatos de Stiles. Pero dejé de prestarle atención al chico cuando dirigí mi vista hacia donde miraba el otro beta fijamente.
—Tenemos que hablar.—A la entrada del vestuario masculino se encontraba Derek Hale, más serio de lo habitual y con índices de tranquilidad. Demasiado raro en él.
Isaac y yo nos miramos por un leve segundo sabiendo que se avecinaban problemas, poco después pudimos confirmar nuestras teorías cuando el mismísimo Peter Hale se encontraba detrás de su sobrino.
—Todos nosotros.
—¿Qué significa esto?—Preguntó Scott indignado mirando la horrible y desagradable presencia de Peter. Al poco tiempo de llegar a Beacon Hills me habían puesto al tanto de las novedades del año pasado.
—Yo pensé lo mismo cuando te vi hablando con Gerard en la comisaría de policía...—Comentó el alfa en su defensa, y luego se giró hacia mí.—...y luego darme cuenta de como ayudaste a tu hermana.—Prosiguió.
—Vale no es lo mismo, amenazó con matar a mi madre y tenía que estar cerca de él ¿Qué debía hacer?—Scott comenzó a alterarse cuando decidí interrumpirlo.
—Sí, de hecho Derek detuve a mi hermana ya que estaba dispuesta a matarte. ¿Por qué no me avisas la próxima vez y que te clave doscientas flechas en tu fornido cuerpo musculoso de hombre lobo?—Comenté mientras le dirigía una breve mirada de indiferencia, que no le dio importancia.
