¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄▄
LYDIA Y YO NOS ENCONTRÁBAMOS FRENTE al apartamento de los Hale, tal vez debimos de pensarlo con más antelación antes de tocar la puerta, creo que la pelirroja no se esperaba la presencia de Peter y por eso se ocasionó una gran incomodidad.
—Derek—el más mayor dijo bastante animado—, tenemos visitas.
Ignoramos completamente a Peter para adentrarnos en el apartamento, este estaba igual de desordenado que la última vez que lo visitamos. Derek, escuchando la pequeña conversación a un lado de la escalera, se percató de nuestra presencia y nos indicó que comenzáramos a hablar.
—¿Sabéis dónde está el Nemetón?—les preguntó a ambos la pelirroja—. Stiles nos dijo que habíais estado allí.
—Habíamos—confirmó Peter destacando excesivamente el pasado en la palabra. Me limité a masajear mis sienes repetidas veces, todo esto se estaba poniendo más difícil que nunca—. Pero después de unas experiencias memorables, Talía, la madre de Derek y mi hermana mayor, decidió que no quería volver a vernos allí—podía recordar con facilidad la parte en la que Derek mató a una chica—. Ella sabía lo peligroso que era y nos quitó el recuerdo de su ubicación.
—Pero entonces—me quejé frustrada levantándome del sofá tirando y golpeando los objetos de decoración que estuvieran a mi alcance—, ¿cómo vamos a encontrarlo?
—Deaton tiene que saber cómo.
(...)
—¿Qué?—a la entrada de la veterinaria Isaac decidió apartarme del grupo para contarme las últimas noticias. Por la cara tan mala que llevaba debían de ser horribles. No fueron horribles, fueron agonizantes. Cuando me contó que mi padre había sido llevado por el Darach desfallecí, afortunadamente él estaba ahí para sujetarme justo a tiempo—. ¡Lo permitisteis! ¡Los dos! ¡¿Por qué?!—les culpé tanto como a él como a Allison, después de añadirle el hecho de que había sido secuestrado esta mañana pero ninguno tuvo el suficiente valor como para contármelo antes.
Me sentía enfurecida con los dos, preguntándome miles de veces como me habían podido ocultar la desaparición de mi padre durante tanto tiempo.
—Mi vida, por favor...—aparté delicadamente todo contacto que Isaac insistía en hacer. Por el momento no quería saber nada de ninguno pero tampoco quería montar una gran escena en el momento menos indicado. Me sequé un par de lágrimas que resbalaban por mis mejillas y me adentré en la veterinaria.
Hablaban sobre cómo averiguar la localización.
Le eché un par de miradas a Allison. Ella tuvo que entenderlas cuando vio mis ojos rojos, mis labios hinchados, mis mejillas húmedas y sollozaba sin parar. Mi hermana solo pudo bajar la cabeza decepcionada toqueteando la camilla metálica a modo de distracción. Unos cuantos segundos más tardes que yo, Isaac entró colocándose a su lado. Este último le comentó un par de cosas cerca de su oído que no pude escuchar, pero la respuesta de Allison fue únicamente asentir.
