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AL LLEGAR AL MALDITO HOTEL, PREFERÍ haber dormido en mi casa, en mi habitación, en el bosque, en cualquier lugar menos en ese hotel viejo, sucio, inmundo y anticuado hotel de carretera. Los alumnos bajaron con decepción del autobús, no solo se había suspendido el encuentro sino que también tendríamos que pasar una noche en este lugar espantoso.
—Prefiero dormir en la carretera.—Le murmuré a Isaac, que acababa de bajar del autobús y se había colocado a mi lado.
—Mientras tenga una cama, me sirve.—Le sonreí, segundos después todos mostramos atención a las palabras del entrenador.
—Escuchad. El encuentro ha sido suspendido. Este es el hotel más cercano con más habitaciones libres y menos exigencias para aceptar a una panda de degenerados como vosotros. Vais a ir por parejas, escoged bien.—El entrenador anunció, uno por uno se fueron acercando a agarrar la llave perteneciente a su habitación.
Levanté mis cejas hacia Isaac, ya que al fin su deseo se cumpliría. Dejé un par de besos por su mandíbula cuando el entrenador terminaba por repartir las llaves.
» Y no voy a permitir ningún tipo de perversion sexual, ¡qué estáis salidos! ¡Vuestras sucias manos en vuestros sucios bolsillos!—Antes de poder agarrar la llave, el entrenador la apartó y posó su mirada en Isaac, y unos segundos más tardes en mí y viceversa.—Ni hablar, señorita Argent usted irá con su hermana y con la señorita Martin.
—¿Pero... por qué entrenador? Ella es mi pareja.—Exigió a mi lado, intentando quitarle la llave de las manos.
—¡Por esa misma razón, irás con Boyd!—Isaac aceptó arrebatándole las llaves de las manos. Ambos nos miramos sonrientes y caminamos hacia la habitación. Él dejó su mano en mi bolsillo trasero del pantalón, lo miré y alcé mi ceja, pero antes de mencionar nada el entrenador interrumpió.
—Lahey ¡Lahey! ¡LAHEY POR DIOS! ¿QUÉ DIRÁN VUESTROS PADRES?—El entrenador intentaba alcanzarnos para poder separarnos pero nosotros dos iniciamos la carrera un poco antes, ganando una gran ventaja.
—El mío está muerto...
—Y al mío creo que no le importo en absoluto.
Después de dejar completamente cortado a Bobby, nos marchamos hacia la habitación del hotel. Tras subir unas escaleras localizamos nuestro dormitorio, habitación 096. Entramos y me dejé tirar en la cama bastante agotada.
Isaac a mi lado repitió mi misma acción y empezamos a reírnos y a hablar tranquilamente sobre lo sucedido los últimos días. Lo tomamos con calma, pero estuvimos hablando hasta muy tarde.
