Donde tus perversiones darán vida, desde el ship más común hasta el ship que quizá nunca se imaginaron.
AVISO: FALTAS ORTOGRAFÍA Y NARRACIÓN A MEDIAS. (AÚN FALTA CHECAR LOS ESCRITOS PARA ARREGLAR ESE TEMITA. ALGÚN DÍA ME TOMARÉ EL TIEMPO JAJAJA)
Hij...
Al final les revelaré la razón del nombre de este One Shot, y van a adorar lo que les dejaré en la descripción de abajo. Por cierto. Hay muchos personajes que también son creaciones de Rumiko.
Disfrútenlo. 🍂
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LA MAGIA DE JENN
El sabor de la libido que escondió el veneno, el placer de la cuchilla que corta. Sangre y sudor mezclados juntos, se vuelven al poco tiempo en gotas púrpura.
Una vez la ropa se desprende, no hay vuelta a la realidad.
El matiz de la libido ceñido en la oscuridad; una infinita pasión que no se puede detener.
Ilusiones, la comprensión de todo, ya no soy más una persona.
Obrar depravaciones para desafiar a Dios, esta es la noche de la demencia para la que desee.
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Se levantó y pagó la cuenta ¿Qué iba a hacer? Suspiró con fuerza. Y fue a esa casa que nunca debió pisar, porque por ella, todo iba a desencadenarse.
Allí estaba el muchacho que una vez trató como hermano. Con la mirada fija sobre ella, mirándola con lascivia. No lo pensó mucho, lo necesitaba. Llevaban buen tiempo en ese juego. Caminó hacia él, apretando su vientre.
Para él, ella fue la única que lo acunó cuando el resto de las personas le dieron la espalda. Solían burlarse de él y hasta hacerle casi esclavo, ya que él era huérfano, y al verse en esa situación, se metía a hacer cualquier cosa para trabajar, es así que la gente se aprovechaba del pobre niño. Pero ahí estaba su luz, la linda niña que ahora era toda una mujer, esa mujer que ahora caminaba hacia él.
Por alguna razón Sango se sentía molesta con él y con ella misma, siguió su camino con una extraña molestia mezclada con excitación, hasta donde él estaba. Lo tomó de una oreja y lo jaloneó con fuerza— ¿Qué mierda es lo que te pasa?—
– ¿A mí? Si tú no te negaste—el muchacho se sobó la oreja mirándola.
–Bueno...—la mujer no tenía argumento contra eso. Lo que decía Miroku era cierto, había acudido al llamado porque quería, él no la obligó. Quiso salir corriendo, pero no sería tan fácil.
–Espera—en el fondo de él quizá había remordimiento, quizá se sentía mal por hacer tal cosa, pero sus impulsos no podía controlarlos.
–Lo que ha pasado no debe volverse a repetir—susurró.
Miroku negó—esto no se trata de si te gustó o no. Se trata que cruzamos la línea y no hay marcha atrás. No sólo fuiste tú, fuimos ambos y ahora te deseo como un bastardo. No te sientas culpable—
