SIMPLEMENTE ES KIKYO (ONE SHOT) NARKIK

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Hola, diablitos. ¿Quién esperaba ya un NarKik? Uy. No a muchos les gusta el ship, pero al menos en este mundo que leerán, nuestro Naraku tendrá una oportunidad para luchar limpio por lo que quiere. Veamos qué tal le va en un mundo actual.

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El +18 no es realmente fuerte (según yo) pero de que tiene sabor, lo tiene.

El +18 no es realmente fuerte (según yo) pero de que tiene sabor, lo tiene

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SIMPLEMENTEES KIKYO

La tengo entre mis brazos, no sé en qué momento nos desvestimos. Le acarició la piel besando su cuello, sé que le gusta, la oigo gemir por lo bajo. Disfruta del contacto. Arquea su espalda, aprovecho y meto uno de sus pechos en mi boca. Lo succionó y lo lamo, lo chupo encantado. Hago lo mismo con el otro. Al dejar de hacerlo vuelvo a besarla masajeando sus senos. Muerdo levemente sus labios sacándole un suspiro. Sonrió y bajo hasta el medio de sus piernas. Sabe lo que haré y eso la excita, lo notó en su cara, esta roja y agitada. Me meto y me acomodo. Observó su húmeda intimidad, cual manantial de fuente de vida, meto 2 de mis dedos y al ver que suelta un gritito, comienzo a moverlos, así que la masturbó haciéndola gemir fuerte.

–Silencio—digo en voz baja mirándola desde el final de la mesa donde me encuentro, sentado en una silla—te escucharán. Recuerda que estamos en tu consultorio y quien pase te puede oír—

Ella sonríe divertida y asiente—Solo sigue—me ordena con picardía haciéndome reír.

Vuelvo a mi trabajo. Sigo con mis dedos a una velocidad que la enloquece. Sé que se está aguantando porque la veo morder su bata, ahogando sus gemidos—Es hora—murmuró despertando su curiosidad. Sin aviso mi lengua se une a mis dedos en un juego con su vagina. Se retuerce, pero, con mi mano izquierda intento mantenerla firme para que no se mueva mucho. Mi lengua envuelve su clítoris y la jala, lo chupa.

Una y otra vez hago lo mismo—si sigues así, me voy a venir—dice agitada.

–Aún no—le corto sacando mi cabeza de allí. Me mira molesta, sé que no la he dejado terminar, para ella debe ser molesto, pero, para mi es divertido verla así—Tranquila—me paro mientras ella aún sigue echada en la mesa. Observo todo a nuestro alrededor. Es un caos, los libros de los estantes caídos, los papeles que antes ocupaban la mesa están en el suelo. Ella hace una mueca divertida, sabe que el caos lo causamos debido a nuestra calentura. Maldita calentura. Sin más, tomo mi miembro y lo sobo un poco entre sus pliegues vaginales, empezando un tortuoso juego. Kikyo abre las piernas sin que le diga nada. Empujo la silla haciéndola estrellar contra la pared. Me posiciono en su entrada y me introduzco lentamente.

–No tengas piedad de mí—dice la muy ardiente.

–No pensaba tenerla—respondo con una sonrisa de lado. Ambos reímos y yo empiezo a bombardear dentro de ella. Dios, esto es colosal. Nuevamente se aguanta mordiendo su chaqueta. La tomo de la cintura y la cargo llevándola a arrimar en la pared cerca de estante—Agárrate de mí—ella obedece y enrosca sus brazos en mi cuello. La agarro ese hermoso trasero mientras la penetro una y otra vez. Ya no tiene la bata, así que la beso buscando consuelo para sus gemidos.

Inuyasha: Historias y One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora