Donde tus perversiones darán vida, desde el ship más común hasta el ship que quizá nunca se imaginaron.
AVISO: FALTAS ORTOGRAFÍA Y NARRACIÓN A MEDIAS. (AÚN FALTA CHECAR LOS ESCRITOS PARA ARREGLAR ESE TEMITA. ALGÚN DÍA ME TOMARÉ EL TIEMPO JAJAJA)
Hij...
Aquí el capítulo 3, diablitos. Espero sacarle unas risas, porque yo misma, como idiota, estuve riéndome tras volver a leer el archivo. JAJAJA. Disfrútenlo.
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¿Y QUIÉN LOS MATÓ?
Capítulo 3:
Luego de bajar del avión, caminó junto a Inuyasha con los nervios a flor de piel, sentía que sus piernas flaqueaban y que su corazón estallaría en cualquier momento. No es que lo estuviera viendo de tiempos, siempre se veían seguido, pero esta vez era distinto, él se casaría, y ella intentaría hacer algo para que no lo haga.
–Alto—tomó la mano de Inuyasha que caminaba agarrando una mochila de ropa para su viaje.
– ¿Qué pasa?—preguntó deteniéndose para verla algo desviaba del mundo.
–no estoy lista para esto. Regresemos a casa—intentó darse media vuelta pero Inuyasha la detuvo.
–No, señorita—sonrió y la tomó de la mano, dándole esa seguridad que sólo un verdadero amigo te puede dar—ya estamos aquí. Vamos—no dudó en jalarla.
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Bankotsu miraba la puerta por donde saldría su amiga, le comía el saber quién era el que la acompañaba. Kagome le aseguró que si estaba con alguien, eso le ardía. El celular de Kikyo sonó y tuvo que atender porque para ella era muy urgente, al tratarse sobre algo relacionado a la boda. Soltó el brazo de Bankotsu y sonrió para dar media vuelta y contestar.
Las personas salían, pero ninguna era Kagome. Minutos después la vio, tan "Hipi" como siempre. Vestía una blusa holgada color mostaza, unos pantalones azules ajustados que resaltaba su bien formado trasero, zapatillas blancas, su pelo en coleta, y unos lentes negros que cubrían sus ojos chocolatados. Jalaba una maleta roja y caminaba con esa elegancia. Sonrió al verla tan ella, siempre tan sencilla y hermosa a su modo. Ni se había percatado de hombre que venía junto a ella.
Kagome alzó su mirada y buscó a Bankotsu, lo vio metros más allá, vestido de pantalones negros y una camisa azul semiabierta dejando ver su duro pecho. Inuyasha que esta vez tenía la maleta en sus espaldas sujetándola con una mano "despertó" con la voz de su amiga—ahí está—susurró.
Inuyasha desvío la mirada de su celular, miró en frente mientras guardaba el aparato— ¿El gordo?— preguntó incrédulo con las cejas en alto, y sus ojos, ni que decir, aunque sus lentes oscuros no dejaban verlos. Un hombre obeso vestido de traje estaba mas allá—no me jodas. Me lo describiste de otra forma—recibió un golpe en el brazo por parte de su amiga debido a su estupidez.
– ¡¡No!! Tarado—achinó los ojos debajo de sus lentes—el que está detrás—
Inuyasha volvió a mirar y se encontró con un tipo muy formidable, alto, apuesto, moreno, cabellera negra larga en una trenza, porte intimidante, pero con una sonrisa en sus labios y al parecer miraba a Kagome.
