THREE SHOTS (PRIMERA PARTE): SIMPLES SUEÑOS | RIN

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SIMPLES SUEÑOS

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SIMPLES SUEÑOS

–Creo que le gustas—

La señora Kagome siempre me está dando más falsas esperanzas de las que yo solita me creo. No creo que eso que me dijo sea verdad. ¿Cómo semejante poderoso yõkai se fijaría en mí? Eso es imposible. Además nunca me ha mirado con los mismos ojos con los que yo lo miro. Lo digo en serio. Deberían ver mi cara de estúpida cada vez que lo veo llegar acompañado de Ah-Un y el señor Jaken.

–No hablemos de semejantes tonterías—sonreí—no es como que él me guste—que mentirosa me había vuelto.

Claro que mentir me ha ido de maravilla, pero la señora Kagome ha sido capaz de ver más allá de mis mentiras a pesar de que yo lo sigo negando.

– ¿A quién quieres mentir, Rin? Debo admitir que tus palabras son creíbles—la sonrisa de la señora Kagome es tan acogedora.

–no sé de qué me hablas, Kagome—cogí las flechas y el arco mientras huía hacia el bosque.

La señora Kagome solo sonrió y aceptó mi evasión por el tema. Creo que ella lo comprende por la razón de que le pasó lo mismo con el señor Inuyasha, pero no creo que mi historia tenga el mismo final que ella y el señor Inuyasha tienen.

Y aquí me tienen. El palacio del Oeste. Es realmente enorme. ¿Qué hago aquí? Soy una idiota supongo.

El amo Sesshomaru me hizo un llamado. Ah y Un se encargaron de traerme junto al señor Jaken.

Las grandes puertas del palacio se abrieron dejando ver un enorme jardín y la fachada de un gran palacio, elegante. La sorpresa es peor cuando pongo un pie dentro.

Este lugar es enorme, paredes de madera fina, de olor exquisito, todo impecable, los jardines bien cuidados, es como la aldea donde vivo multiplicado por ocho. Ni que decir del campo de entrenamiento.

Aunque es raro y curioso, no hay rastro ni energía de ningún tipo de demonio, ni guardia ni otro empleado, sólo el señor Jaken que me lleva hasta el despacho.

El señor Jaken está emocionado, sonríe y brinca, de rato en rato tararea una canción de letra pegajosa, y la logro reconocer.

—Es la canción que me inventé cuando me quedaba largas horas esperándolos, a usted y al amo—sonrío— ¿Me equivoco?—

El señor Jaken me observa de reojo, mostrándome su gran sonrisa—eras una niña demasiado buena, Rin—

—Amo Sesshomaru, ¿Dónde dónde estará? Señor Jaken ¿Dónde dónde estará? ¿Estarán en la montaña o en el bosque de allá? ¿En el viento o en el mar?—me río tras terminar de cantar.

El señor Jaken mantiene su sonrisa mientras mueve su cabeza—aquellos eran buenos años—

— ¿Cómo que aquellos? Aún los siguen siendo, mientras el señor Jaken y el amo Sesshomaru estén conmigo, siempre serán buenos años—

Inuyasha: Historias y One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora