Todo pareciera marchar con mucha prisa después de aquel "si acepto" que nos dijimos. De repente estábamos bailando el vals bajo la atenta mirada de los pocos invitados que había en nuestra boda. A los pocos minutos cortábamos el pastel, él quitaba mi liga para lanzarla y yo hice lo mismo con mi ramo, en resumen, todo aquello que nos tomo un largo tiempo planear sucedido rápidamente. Por una parte, nos hubiera encantado hacer de aquel momento uno eterno, pero tengo la sensación de que esto nos gusta mucho más...
—Te amo esposa mía— Me dice mi esposo mientras que sus besos me van quitando la respiración de camino a nuestra cama en esta habitación de hotel.
—Yo te amo más... no lo puedo creer, soy tu esposa— Murmuro entre risas nerviosas y vuelvo a besarlo.
—Aquí empieza nuestra vida juntos mi vida— Lo escucho decir, pero toda mi concentración esta puesta en la manera que sus dedos se pasean por mi vestido y va ingeniándoselas para quitármelo como todo un experto.
—Comienza lo mejor— Rebato cuando el vestido caer al final de mis piernas y le doy un leve empujón a mi esposo para que caiga sentado en la enorme cama que esta justo detrás suyo.
—Guau...— Dice al ver el conjunto de lencería color blanco y de encaje que escogí para esta noche.
Me desenredo del vestido, lo dejo a un costado y me acerco a él. Llevo mis manos a cada una de sus rodillas, las muevo haciendo que abra sus pierna y me quedo de pie entre ellas —¿Te gusta? — Le pregunto llevando mis manos por sus hombros debajo del saco de su esmoquin para así quitárselo.
Él se sonríe, estira sus brazos para ayudarme a quitar la prenda y asiente —Me encanta— Murmura y sonrió triunfal.
Una vez que quito su prenda, la lanzo a un lado y me giro dándole la espalda —¿Qué opinas de la parte de atrás de mi conjunto? — Cuestiono y de pronto sus manos acarician mis glúteos de una manera más que provocativa.
—Opino que me encanta— Lo escucho decir y de pronto sien sus labios besándome en mis glúteos haciendo que un leve gemido se escape de mis labios. Mi esposo mueve mi ropa interior y de esta manera, comienza a hacer maravillas en mi intimidad con su lengua. Sabe perfectamente que hacer para que pierda la razón y tan solo me sujeto de donde puedo mientras que juega conmigo de esta manera que me enloquece.
En medio de esta locura para los sentidos, él me toma por las caderas, me hace girar y me quita el sujetador para así besar mis pechos con la misma pasión con la que besaba mi intimidad —Uhmmm— Es lo único que puedo decir y cierro mis ojos para de pronto darme cuenta de que él se ha puesto de pie abandonando así mis pechos para besar mis labios.
—Te amo— Repite entre besos y aprovecho este instante para ir quitándole la ropa.
—Y yo a ti— Respondo cuando ya quito su pantalón y él es quien termina de desenredarse de la ropa que le quedaba puesta incluyendo su bóxer, y luego baja mi prenda intima haciendo que así quedemos piel a piel.
—Esta noche empiezan nuestras noches como marido y mujer— Murmura mientras que hace que caigamos a la cama y yo sonrío entre todo este amor que él me entrega y me hace sentir en las nubes.
—Esto es para siempre— Sentencio cuando nos acomodamos en el centro del colchón.
—Para siempre— Reitera y así en medio de esta hermosa locura de besos y caricias, su cuerpo se funde con el mío haciéndome sentir que si bien está no es la primera vez que estamos juntos, si es una de las más especiales. Nunca imagine que aquel hombre tan mujeriego que se convirtió en mi vecino pudiera ser este hombre tan increíble que día a día me ha hace temblar con su amor. No cambiaria nada del camino recorrido con él, todo ha sido perfecto y tal y como él y yo lo necesitábamos.
Los "te amo" hacen eco una y otra vez entre las cuatro paredes de está habitación, y es que nuestra manera de amarnos es intensa, aunque eso lo ha sido siempre. Supongo que nuestra conexión física no ha cambiado comparándolo con la primera vez que estuvimos juntos, pero si ha cambiado todo lo que sentimos por dentro ya que esto ya no es simplemente algo físico sino que va mucho más allá de lo que podemos describir con palabras.
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Mi Vecino, El Mujeriego [TERMINADA]
RomanceRoció Buschiazzo, una mujer de 29 años se muda a la ciudad de Madrid por trabajo después de haber vivido en algunas cuantas ciudades del mundo. Lo que ella no sabe, es que el nuevo vecino que le toco no es como los otros tantos vecinos, él es un hom...