44. Conversaciones Sinceras

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(Al dia siguiente)

Las tres horas de diferencia entre la costa oeste y este del país no me dejaron hablar con Bruno anoche, o en realidad simplemente no quería despertarlo, y es que entre una cosa y otra he llegado tardísimo, pero ahora que ya son las 6am en San Francisco y las 9am en Nueva York, aprovecho para llamar a mi novio por teléfono. Todavía tengo tiempo, mi reunión no es hasta las 11am y necesito estar clara en algunos asuntos.

—Buenos días, cariño, ¿Cómo amaneces? — me pregunta de inmediato apenas contesta la llamada y con tan solo escuchar su voz siento que vuelvo a respirar con normalidad.

—Buenos días guapo... yo muy bien, ¿tu? — indago con una estúpida sonrisa en mi rostro mientras que muevo un pie dentro de la bañera donde me encuentro muy relajada y disfrutando del agua tibia.

—Perfectamente, aun en casa, ¿y que tal te ha ido ayer en tu reunión? ¿les has mostrado quien manda? — me pregunta divertido y amo que se interese tanto por lo que hago.

—De eso te tengo que hablar, necesito tu consejo— explico.

—Soy todo oídos— rebate y es con esa seguridad que tan solo él me ofrece, que comienzo a contarle todo, lo que ocurrió en la presentación, la propuesta de Gabriel para que sea socia minoritaria y lo que eso representaría para nosotros, y obviamente las insinuaciones de Fabricio —guau... han ocurrido muchas cosas— es lo que me dice cuando termino de contarle todo.

—Pero dime, ¿Qué piensas? — le pregunto un poco nerviosa.

—Pienso que puedes con todo eso y más, lo único que si quiero pedirte es que tengas cuidado con Fabricio, de verdad no quisiera que él te hiciera daño— me dice y sé que lo hace para cuidarme.

—Lo sé, pero ¿de verdad no te enfada todos estos cambios? — le pregunto y escucho una leve risa del otro lado.

—¿Recuerdas como y porque te conocí? — me pregunta haciéndome sonreír.

—Eras mi vecino y me mude a Madrid por trabajo...— respondo inmediatamente.

—Si me dices que te trasladan a China, yo me voy contigo— bromea.

—Te amo...— digo y en un movimiento en falso que hago, la botella de champú cae dentro de la bañera.

—¿Dónde estás? — pregunta de inmediato.

—En la bañera, ¿y tú? — indago.

—En la cama, me desperté tarde porque me quedé trabajando hasta tarde en unos planos— explica haciéndome sonreír.

—Uhmmm que ganas de estar allí contigo— murmuro.

—Y yo contigo... solo con imaginarte en la bañera ahí tu solita...— dice sensual.

—Yo también quiero estar ahí... espera— le pido y termino la llamada para volverle a marcar, pero esta vez en videollamada —hola— digo nuevamente y se sonríe.

—Esto esta mejor...— dice y darme cuenta que esta sin camiseta me hace sonreír.

—Te ves sexy— confieso.

—Y tu... ufff...— dice y de repente hace un movimiento.

—¿Qué haces? — le pregunto y él baja la cámara para que me de cuenta que se ha bajado el pantalón del pijama y su bóxer.

—Mmmm... ¿tentándome? — pregunto y al verlo desnudo, no puedo evitar llevar mi mano debajo del agua.

—¿Esta funcionando? — cuestiona y de repente me muestra como se toca de una manera extremadamente sensual y sonrió.

—¿Tu que crees? — respondo y bajo la cámara para que pueda ver la manera que me estoy tocando.

—Me voy a correr solo con verte hacer eso... quiero ser tus dedos en estos momentos— me dice mientras intenta controlar sus gemidos.

—Y yo quiero ser tu mano— le confieso y dejo que me escuche gemir con toda a intención de provocarlo más—

—Hermosa...— dice entre dientes mientras sigue con su sensual juego y de a poco nos vamos dejando llevar hasta que nuestros cuerpos se liberan.

Ambos estamos agitados, apenas podemos mover las cámaras hacia nuestros rostros, y al vernos reímos como dos tontos... —Ufff...— intento decir —Esto ha sido...— trato de continua.

—Intenso... que me ha encantado eh... aunque prefiero correrme en ti— Confiesa y se muy bien lo que esa palabra significa.

—Me gusta cuando me hablas así— Digo divertida.

— Y a mí me gusta que seas una "badgirl" conmigo...— murmura y reímos.

—Solo tu me haces ser así, y me encanta...—

—Creo que esto ya te ha relajado un poco, ¿no? Es que te oías un poco estresada. — comenta y asiento.

—Claro que ha ayudado— admito y de repente veo que me llega un mensaje de texto de mi jefe —amor, mi jefe quiere que vayamos a desayunar juntos antes de la reunión, ¿hablamos después? — le explico.

—Tranquila, hablamos luego... te amo. —

—Yo más, piensa en mí— le pido y le lanzo un beso.

—Y tu en mi— es lo ultimo que dice antes de que tengamos que terminar la videollamada, y él tenia razón, me hacia falta esto para quitarme el estrés de encima. 

Mi Vecino, El Mujeriego [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora