58. Ultima Noche de Solteros

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Al día siguiente

Que mis padres y los de Bruno se lleven bien, es sin duda alguna un plus que nos hace muy felices. La cena de ayer ha ido de maravilla, al parecer entre ellos hay muchos temas de conversación en común y eso hizo que la estadía de mis suegros en casa de mis padres resultara en algo muy natural. Es obvio que los bebés han sido algo de lo que han conversado también, y a pesar de que aprecio muchísimo los consejos que nos han dado acerca de como ser padres, sé que Bruno y yo iremos aprendiendo en el camino. Probablemente cometamos muchísimos errores, pero es justamente de eso de lo que se trata; aprender de los errores.

—Hermosa, ¿estás lista? — Me pregunta entrando al baño mientras que termino de peinarme.

—En cinco minutos ya estoy— Le respondo y tan solo lo observo a través del reflejo del espejo —Te ves muy guapo—

—¿Y tú? Es que ese vestido... ufff...— Me halaga y se acerca un poco más para depositar un beso en mi hombro —Nuestra ultima noche de solteros— Me dice y sonrió ampliamente.

—¿Nervioso? — Cuestiono y niega.

—Ansioso, realmente muero por unir mi vida contigo— Confiesa.

—Se acabaron los preparativos, el estrés de organizar la boda...—

—Llega vivir todo juntos— Añade y sonrió.

—¿Y puedo saber donde me llevaras esta noche? — Intento averiguar ya que cuando él se lo propone puede ser el hombre más misterioso del mundo.

—Déjate sorprender... ¿estás? — Insiste y asiento.

—Ya estoy— Respondo y ordeno todo rápidamente para después darme la vuelta y velo a esos ojos que de alguna manera me cautivaron desde el primer día que los vi.

—Vamos entonces— Dice y me ofrece su brazo para que juntos salgamos del baño y luego de la casa, nuestra casa...

[...]

A veces siento que el Bruno que conocí cuando vivíamos pared a pared, ha quedado muy lejos, tal vez era tan solo una fachada y el verdadero Bruno siempre fue este... uno que ahora me cubre los ojos para que no pueda ver donde me lleva y me ofrece una noche inolvidable; sea como sea, amos a sus dos versiones y no cambiaria nada de nuestra historia a pesar de que haya cosas que nos hayan lastimado a veces.

—Por aquí— Me indica y lo sigo hasta que de pronto siento una sensación extraña en mi estomago, es como un vacío, de esos que ocurren cuando subes a una montaña rusa.

—Ufff... eso estuvo fuerete, ¿Qué fue? — Pregunto confundida.

—Un elevador— Me responde y escucho la picardía en sus palabras.

—Interesante— Murmuro.

—Por aquí— Indica otra vez y con mucho cuidado sigo la manera que me guía hasta que de pronto siento como la temperatura cambia bastante.

—Esta fresco— Me quejo, traje un abrigo, ahora te lo doy, solo quédate aquí, ¿si? — Me pide y tal y como me ha dicho, me quedo quieta hasta que siento sus manos detrás de mi desatando el nudo de la venda y una vez que mis ojos se adaptan a ver otra vez, miro a mi alrededor y no lo puedo creer.

—¿El Empire State? — Pregunto impresionada por las velas que hay en el suelo y la romántica mesa para dos que hay aquí.

—Efectivamente, estamos en la terraza del Empire State... la cual está noche es solo para nosotros— Explica robándome la más amplia sonrisa de todas.

—Eres increíble...— Murmuro acercándome a él y lo abrazo con todas mis fuerzas —Te amo— Le digo emocionada.

—Y yo a ti mi amor, quería que nuestra ultima noche de novios fuera especial... aunque te tengo una propuesta para nuestra vida de casados— Explica y mientras que nos vamos soltando, él saca un sobre del bolsillo de su pantalón y me lo entrega.

—Voy a llorar sin parar— Murmuro mientras voy abriendo el sobre y se sonríe.

—Has vivido en muchas ciudades del mundo, entonces se me ocurrió que podríamos hacer un tour de algunos lugares del mundo para celebrar nuestra luna de miel, ya sabes, antes que nazcan nuestros hijos— Me dice y al ver su contenido veo dos billetes de avión y un papelito que dice "Estambul, Atenas, El Cairo, Fez, Jerusalén, Dubai, y Amman"

—¿Cómo has sabido? — Pregunto en un susurro al ver el nombre de las ciudades que siempre he querido visitar.

—Pedí un poco de ayuda a mi suegra... también hablé con tu jefe— Explica y lo único que se me ocurre es volver a abrazarlo.

—¡Gracias! ¡Gracias por salvarme de tantas maneras distintas y hacer que mis sueños se hagan realidad! — Le digo entre lagrimas de emoción.

—Gracias a ti por hacerme creer en el amor nuevamente y sacar lo mejor de mi— Me responde y podría detener el tiempo aquí con él diciéndome todas estas cosas que hacen latir mi corazón de una manera que no tiene precedentes.

Mi Vecino, El Mujeriego [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora