Hatake

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- Estoy entrenando a Uchiha Sasuke y a Uzumaki Naruto - le informó rompiendo el silencio tranquilo que ambos habían formado.

Que interesante - pensó el mayor sin dejar de mirar al frente.

Ambos tenían sus rostros serios. Se habían conocido ya hace un par de años. El mayor esperó pacientemente a que la niña prosiguiera.

- Quiero que me informes todo lo que sabes del Sharingan - prosiguió después de un rato - Apenas tiene un aspa en ambos ojos, pero no sé mucho sobre eso - dijo mientras suspiraba y dejaba de ver la roca para ver el suelo. Él solo se limito a verla de reojo.

Ambos al visitar esa roca memorial seguido, se encontraban, al principio no se hablaban, solamente se quedaban observando aquellos nombres tan importantes para ellos. Él siempre se iba cuando ella llegaba primero para darle su espacio, pero al parecer ella no le importaba en lo absoluto cuando él se encontraba, solo ignoraba su existencia. 

Los meses pasaban y siempre era lo mismo. Un día ella traía una pequeña lonchera, sus ojos como todos los días estaban apagados, después de un par de minutos se sentó mientras abrió la lonchera y sacaba dos pequeños vasos tapados por un plástico, uno lo puso al frente de ella con una cuchara arriba, y el otro se lo comía con seriedad, pero por un segundo frunció el entrecejo, al instante volvió a su seriedad habitual. 

Fue la primera emoción que vio en ella, disgusto. Aunque en los días de lluvia casi podía jurar que lágrimas salían de sus ojos, pero esa solo era la ilusión que hacían aquellas gotas de agua.

Al terminar solo se levantó de su lugar, tomó aquel vaso de plástico, tocó el brazo tratando de llamar la atención del mayor, la cual ya tenía desde hace minutos y extendió el vaso. La miró confundido, tomó el vasito y la cuchara, pero antes de hablar ella le explicó.

- Él no lo puede comer - esas fueron las únicas palabras que dijo antes de irse. Al abrir aquel plástico me quedo sorprendido y comprendió todo. Supo quien era, supo a quien visitaba y a quien anhelaba. Comprendió porque simplemente ignoraba su presencia. Utakama ______.

Al día siguiente agradeció por la gelatina de café (el postre favorito del padre la menor) y ella lo miró sorprendida. Desde ese día algunos días hablaban y otros simplemente se quedaban en silencio.

Después de unos minutos de haberle explicado sobre Sharingan se fue, no sin antes despedirse con un comentario ofensivo y una sonrisa de lado.

- Me convertí primero en maestra antes que tú, Hatake-San - y con esas palabras desapareció de su campo de vista.

Curiosidad... (Sasuke y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora