Utakamas

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Se podía ver a gente por todos lados. Odiaba estar en ese lugar. Gente con heridas se encontraban sentados esperando su turno, y otros salían ya curados.

- Disculpe - La recepcionista miró hacia arriba encontrándose la mirada calmada de la menor. - ¿En qué habitación se encuentra Sasuke Uchiha? - la mayor asintió mientras checaba ese nombre en su computadora.

- Lo lamento, pero no están permitidas las visitas.

- Oh, está bien. Gracias - dijo mientras se retiraba con una sonrisa y caminaba lejos de ella.

Ni siquiera le pregunté eso - pensó con fastidio mientras recibía la información que su clon había recolectado. No era la primera vez que preguntaba eso, y al ver que se negaban a darle información decidió que un clon se pusiera detrás de la muchacha y viera en qué habitación se encontraba.

De manera calmada se dirigió hacia la habitación del Uchiha. Era horario de visitas, por lo que se podía apreciar a varias personas rondar por los pasillos, sin embargo, por dónde estaba la habitación del Uchiha no se encontraba nadie. Solamente se escuchaban sus pisadas, haciendo que un escalofrío recorriera a la menor.

Con cuidado abrió la puerta en dónde se supone que debería de estar el azabache. Al asomar su cabeza pudo apreciar cómo el Uchiha la miraba con el ceño fruncido. Al instante ella imitó su acto.

- ¿Así es como recibes a tus visitas? Qué horror, todavía que vengo toda preocupada. - renegó la menor mientras se encaminaba hacia el chico y se cruzaba de brazos.

La mirada del Uchiha se relajó, era extraño que alguien viniera por esas horas a su habitación, solo venían enfermeras atraerle de comer a horas específicas, y por una extraña razón ninguna niña loca lo había ido a buscar, claro hasta ahora.

________ frunció los labios molesta al ver que estaba viendo el mayor - Ni creas que te voy a dar tomates. Perdiste ese privilegio al recibirme tan mal - recriminó la menor haciendo un mohín.

Sasuke simplemente la miró fijamente sin decir palabra alguna. Sus labios se sentían secos al igual que su garganta. No había hablado en días y no quería hacerlo ahora, aunque sabía que con la menor ahí, tarde o temprano hablaría, sin contar que tenía preguntas que la menor tenía que contestar.

Odio tu mirada de reproche - pensó la menor - Más bien, odio ceder a tu mirada de reproche - analizó mientras suspiraba y dejaba la simple y pequeña canasta en la pequeña mesita que estaba a lado de la cama del mayor - No me mires así, ya me cansé de cargarla y no quiero que se echen a perder - balbuceó ante la mirada y sonrisa triunfadora que adornaba la cara del mayor.

- Mhm - aquel sonido hizo que la menor inflara sus cachetes. Ese sonido significaba un "Claro, eso ni tú te la crees"

El Uchiha gustoso probó su premio. La menor derrotada acercó una silla a lado de la cama del mayor.

- ¿Y ya sigues mejor? - preguntó la menor mientras usaba sus brazos como almohada y se recargaba en la cama del chico.

- No creo poder entrenar en unos días más - respondió con la voz ronca al no haber hablado en mucho tiempo. Pasó saliva tratando de refrescar su garganta y tosió un poco tratando de regular bien su voz.

- Que mal. Lo bueno es que la tercera etapa es hasta dentro de un mes - el Uchiha se limitó a comer ante aquel dato innecesario.

- ¿Qué es ese jutsu que hiciste en las eliminatorias? - preguntó directo el azabache.

- Tendrás que esperar, Naruto todavía no acaba su entrenamiento. - dijo la menor mientras lo miraba con una sonrisa y un brillo en sus ojos - ¿Adivina quién lo está entrenando? - preguntó con una sonrisa traviesa, después de todo ni el mismo Hokage sabía que se encontraba en la aldea.

Curiosidad... (Sasuke y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora