El viento soplaba con fuerza y algunos kunais estaban en el césped.
- Quie-quien lo diri-diría - la voz entrecortada de la niña resonaba por todo el lugar, el cual solo estaba ocupado por ella, o al menos eso pensaba ella - lo he lo-grado - después de esa frase se tiró al piso para descansar.
No muy lejos de ahí dos azabaches que estaban expectantes de aquella hazaña que anteriormente había hecho la veían asombrados.
Eso fue...increíble - pensó el más pequeño mientras tenía un pequeño sonrojo en las mejillas y un brillo en los ojos.
Eso fue muy peligroso - pensó el Uchiha más grande - Ni siquiera hay alguien supervisando.
La niña se levantó mientras se estiraba - Lo bueno es que ya voy a acabar - dijo para tomar tres kunai que reposaba en el piso.
¿De dónde los ha sacado? - se preguntó el prodigio. Aunque realmente no tenía que pensar mucho para encontrar la respuesta.
La oji-café lanzó un kunai a una cuerda cortándole al instante, pero nada pasó - ¡¿Enserio?! - gritó la niña con el ceño fruncido mientras subía a los árboles con agilidad, en una rama encontró una nota.
Su ceño que antes estaba fruncido se relajó y soltó una pequeña risa.
- Odio que me cuides cuando no estás - dijo mientras pegaba la hoja de papel con un kunai incrustado en el árbol dejándolo como evidencia.
Después de eso recogió todos los kunais y se retiró.
Los dos Uchiha con la curiosidad a flor de piel se dirigieron a la nota.
"Siempre tan imprudente, regreso en poco tiempo, si no te veo lastimada cuando regrese te enseñaré una nueva técnica"
Y con esas palabras entendieron un poco la reacción de la niña.
- Hermano - la voz del menor sacó de sus pensamientos al anterior llamado - ¿Qué fue esa técnica? - preguntó el niño con curiosidad.
- Es un estilo de fuego, jutsu flor de fénix - respondió el Uchiha. Esa técnica es muy avanzada para su edad - pensó para después mirar a su hermano que seguía viendo por donde se había ido la niña.
- ¡Quiero hacer eso también! - dijo decidido mientras se volteaba a ver a su hermano mayor y lo señalaba - ¡Y tú me vas a enseñar cómo hacerlo! - ordenó decidido.
El mayor se sorprendió y luego sonrió, sin duda alguna su hermano menor era la luz de sus días negros y haría cualquier cosa por él - Entonces empecemos - dijo mientras se dirigían a un pequeño lago - Primero empezarás con el jutsu bola de fuego- informó mientras se dirigían al lugar indicado - ¿La conoces? - preguntó, refiriéndose a la niña de hace unos minutos, cuando estaban a punto de llegar.
- Ella...- se quedó pensando un poco.
¿La conozco? - se preguntó el pequeño para después decir con tristeza - No, no la conozco solo la he visto de lejos - dijo mientras miraba el lago al frente de ellos - Siempre me ha dado curiosidad esa niña - se sinceró ganando la mirada de su hermano - ella siempre pasa desapercibida de la gente pero... - hizo una pequeña pausa -Es muy fuerte, es rara y ...bonita - con cada palabra la sonrisa del azabache mayor iba creciendo mirando la mirada de frustración que tenía su pequeño tonto hermano.
- ¿Por qué no le hablas? - pregunto intrigado por la respuesta de su hermano.
- No lo sé - respondió mientras se sonrojaba un poco, hablar de ese tipo de cosas con su hermano le apenaba - No sé cómo acercarme y si lo hago no sé de qué hablar con ella - dijo mientras se daba cuenta de que ahora los dos estaban sentados debajo de un árbol.
- ¿Y ella sabe que existes? - preguntó con diversión su hermano mayor, el cual al instante se arrepintió al ver Sasuke deprimirse y negar - Sasuke - al llamado de su hermano levantó la mirada y recibió un pequeño golpe en la frente, el cual fue ocasionado por el dedo del medio y el índice de su hermano mayor - No le des muchas vueltas a las cosas, no pienses de más, deja que el tiempo se encargue de lo que tenga que pasar - y con esas palabras dieron fin a la conversación.
¿Algún día te fijarás en mí? - se preguntó el menor de los Uchiha viendo sus manos levemente quemadas.
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Curiosidad... (Sasuke y tú)
FanficTodos la conocen pero nadie la conoce. Ella es como una pieza de un famoso museo, la puedes admirar pero no la puedes tocar. ¿Qué pasa por su mente todos los días? - esa pregunta es la que siempre atormentaba a un pequeño niño, curiosidad