En el cielo se podía mostrar todas las nubes grises. Toda la noche estuvo lloviendo, por lo tanto, las calles de Konoha estaban totalmente mojadas y resbaladizas. Este año había sido el que más había llovido en la aldea.
¿Por qué no puedo ser como Itachi? - esa pregunta no se iba de su mente. ¿Su padre lo prefiere a él y por eso pasa más tiempo con él? - al instante negó tratando de borrar esa pregunta de su mente.
Ese día había llegado más temprano de lo usual, su mirada viajaba por todo su salón mientras se sentaba en su lugar, el cual estaba a un asiento de la ventana, al momento de sentarse la puerta se abrió dejando ver a una niña de cabello negro, aunque de lejos (por la luz del sol) se podía apreciar rayos cafés.
_______ caminó a su lugar para dejar su mochila a un lado de ella y sacar un pequeño cuento de esta, el oji-negro no pudo evitar mirarla de reojo, por alguna razón le daba curiosidad esa niña.
Rápidamente el saco su cuaderno para no ser tan obvio. Tal vez así pueda olvidar esos pensamientos, después de unos minutos la niña saco otro libro mientras el solo se limitaba a verla de reojo, vio como sacaba su pequeña caja de colores y sacaba uno azul, así fue como empezó a colorear su pequeño libro.
Ni siquiera hace algo interesante - pensaba el niño mientras veía el ceño fruncido de su compañera.
Esta opaco - pensó la niña al ver su dibujo, odiaba eso, extrañamente siempre que coloreaba con sus colores se veían los dibujos opacos, solo había una forma que no se vieran así.
Al momento que la escucho levantarse se dispuso a ver su libreta mientras fingía leer algo, un pequeño toque en su hombro hizo que girara su cabeza ¿¡Me habrá visto!? - pensó al instante de verla al frente de él.
- ¿Tienes crayolas? - pregunto mientras apretaba sus labios rogando en sus adentros que el niño de los dientes de León tuviera crayolas.
Él se limitó a asentir mientras que buscaba en su mochila las crayolas que añoraba la niña ¡Sí! ¡Mis dibujos ya no se verán opacos! - pensaba la niña con júbilo viendo las crayolas - ¿Me puedo sentar a tu lado? - preguntó la niña con una sonrisa para después dar una explicación a su pregunta - Soy muy olvidadiza y después voy a olvidar devolverte tus crayolas - explicó, mintió, la niña. No le gustaba pedir cosas a sus compañeros, ya que cuando le devolvía sus cosas estos la acusaban de ladrona por pensar que lo había agarrado sin permiso.
Vio como el niño suspiraba, trataba de calmar su respiración y asentía porque no podía salir ninguna palabra de su boca.
Ella rápidamente fue por su libro de colorear y su mochila para sentarse del lado de la ventana - Ahí están las crayolas - anunció para después volver a su "lectura".
- Gracias - se limitó a decir para volver a colorear nuevamente su dibujo.
Así el día de Sasuke y el dibujo de _______ ya no estaban opacos.
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Curiosidad... (Sasuke y tú)
أدب الهواةTodos la conocen pero nadie la conoce. Ella es como una pieza de un famoso museo, la puedes admirar pero no la puedes tocar. ¿Qué pasa por su mente todos los días? - esa pregunta es la que siempre atormentaba a un pequeño niño, curiosidad